Hace poco me ha llegado un correo donde se anuncia un Premio a la creatividad joven, bajo el lema “Cambio climático. Las mejores ideas para un planeta mejor”.
He echado un vistazo a los carteles, y los hay con gracia, trabajados, e ingeniosos.
Pero hay uno que me ha llamado más la atención, por dos cosas: una, el ingenio del uso del trébol de cuatro hojas; la otra, por la manipulación histórica.
Como puede leerse en el párrafo que ocupa la esquina inferior derecha, “aunque son extensos los bosques del mundo, se han reducido un 40% desde que la agricultura comenzó hace 11.000 años.”
O sea, que la culpa de lo que le pase al planeta es, entre otras cosas, de la agricultura, en definitiva, del Neolítico.
Momento que coincide, sospechosamente, con el final de las últimas glaciaciones, es decir, también los neolíticos fueron responsables de un calentamiento global en su época (a saber cuántas fábricas tendrían por ahí ocultas, aún no encontradas, emitiendo sin parar CO2 y otros gases de invernadero).
He echado un vistazo a los carteles, y los hay con gracia, trabajados, e ingeniosos.
Pero hay uno que me ha llamado más la atención, por dos cosas: una, el ingenio del uso del trébol de cuatro hojas; la otra, por la manipulación histórica.
Como puede leerse en el párrafo que ocupa la esquina inferior derecha, “aunque son extensos los bosques del mundo, se han reducido un 40% desde que la agricultura comenzó hace 11.000 años.”
O sea, que la culpa de lo que le pase al planeta es, entre otras cosas, de la agricultura, en definitiva, del Neolítico.
Momento que coincide, sospechosamente, con el final de las últimas glaciaciones, es decir, también los neolíticos fueron responsables de un calentamiento global en su época (a saber cuántas fábricas tendrían por ahí ocultas, aún no encontradas, emitiendo sin parar CO2 y otros gases de invernadero).
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