Hace treinta y un (31) años estudiaba en el Instituto lo que entonces era 2º de BUP (o sea Bachillerato Unificado Polivalente). Por un par de años, no estaba estudiando 6º de Bachillerato (sin más), y por muchos años, no estudiaba 4º de ESO (Enseñanza Secundaria Obligatoria).
En ese curso, una de las asignaturas era Literatura, no recuerdo si a secas o con el complemento de Española.
Como cosa curiosa del programa (aún no estaba vigente esta Constitución que nos alumbra), no sólo había que leer, sino que había que leer libros. Con la consecuencia directa de que hace 31 años exactos compré, creo que en la Librería-Papelería-Artes Gráficas A. (de Antonio) Molina, en la calle del Poeta Herrero (antes calle Olivas), esquina con la antigua del Río Grande (nombre mantenido sólo por la peluquería que en ella se encontraba, y por los veteranos de Requena, pues naturalmente, aunque la calle seguía, el nombre había cambiado); compré, como decía, un libro, precisamente ése al que recurrí en el episodio del que hablé en un comentario anterior sobre deberes escolares y poetas (e Internet).
Curiosa, casual o necesariamente, el tema del famoso soneto, basado en el relato contenido en la también famosa obra de Ovidio Metamorfosis, es el motivo de la imagen de la portada del ejemplar que de dicha obra compré muchos años después, y por causa que ya comentaré.
Esos serán ya otros recuerdos; hasta aquí, unas memorias.
En ese curso, una de las asignaturas era Literatura, no recuerdo si a secas o con el complemento de Española.
Como cosa curiosa del programa (aún no estaba vigente esta Constitución que nos alumbra), no sólo había que leer, sino que había que leer libros. Con la consecuencia directa de que hace 31 años exactos compré, creo que en la Librería-Papelería-Artes Gráficas A. (de Antonio) Molina, en la calle del Poeta Herrero (antes calle Olivas), esquina con la antigua del Río Grande (nombre mantenido sólo por la peluquería que en ella se encontraba, y por los veteranos de Requena, pues naturalmente, aunque la calle seguía, el nombre había cambiado); compré, como decía, un libro, precisamente ése al que recurrí en el episodio del que hablé en un comentario anterior sobre deberes escolares y poetas (e Internet).
Curiosa, casual o necesariamente, el tema del famoso soneto, basado en el relato contenido en la también famosa obra de Ovidio Metamorfosis, es el motivo de la imagen de la portada del ejemplar que de dicha obra compré muchos años después, y por causa que ya comentaré.
Esos serán ya otros recuerdos; hasta aquí, unas memorias.
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