En el relato “El crimen del capitán Gahagan”, integrante de la obra Las paradojas de Mr. Pond, puede leerse:
“Parece usted una pizca excitado –dijo Mr. Pond –. ¿Ha probado a leer La vanidad de los deseos humanos de Samuel Johnson? Es muy sosegante. Créame, son muy interesantes esos escritores del siglo XVIII que yo desearía citarles ¿Ha leído la obra teatral de Addison sobre Catón?”. Cabe señalar que “para Pond este periodo histórico [el siglo XVIII] constituía una pasión”, según podemos leer en “El hombre indecible”.
Pues bien, una vez finalizada la lectura de Las paradojas de Mr. Pond, he decidido seguir sus consejos (Samuel Johnson), aunque en parte (La historia de Rassalas, Príncipe de Abisinia, obra que tenía esperando desde principio de año).
Editada por Berenice, María Luisa Pascual Garrido es la autora de la traducción, así como de la edición de la obra, que incluye una introducción. En la primera parte de la introducción (“Realidad y leyenda”) se puede leer (parcialmente recogido en la contraportada):
“Pese al general desconocimiento del lector español, Samuel Johnson es, después de William Shakespeare, el autor más citado en lengua inglesa, de modo que sus aforismos han sobrepasado los umbrales de lo académico y constituyen hoy en día parte esencial del acervo común. Se le atribuyen citas sobre todos los temas que genuinamente afectan al ser humano: la felicidad, la ambición, la desidia, el matrimonio, la vida, la muerte…, inquietudes universales de naturaleza atemporal que trascienden barreras culturales y lingüísticas.”
Gracias a la introducción (parte titulada “Vida y obra de Johnson”) me entero de que, por esas cosas de la vida, este año se ha celebrado el tercer centenario de su nacimiento.
Y sin embargo, qué actual resulta. Algunos aforismos que, a vuela pluma picoteados de la famosa Wikipedia (así como su retrato) en tanto los pueda localizar directamente en su obra, ofrezco a los lectores de estas líneas, así lo muestran:
"Podré ser conquistado, pero no capitularé"
"A las personas más habitualmente hay que recordarles que informarles"
"Los ejemplos tienen más fuerza que los preceptos"
Y sobre todo, en cuanto a actualidad:
"Tenga lo que tenga, gaste menos"
Curiosamente, o no, el ejemplar finaliza, a continuación de la indicación de cuándo y dónde se imprimió, con una cita de Samuel Johnson:
"La gente no lee, en general, si tiene otra cosa con qué distraerse"
Tras lo cual, queda establecida la polémica y se abre la discusión.
“Parece usted una pizca excitado –dijo Mr. Pond –. ¿Ha probado a leer La vanidad de los deseos humanos de Samuel Johnson? Es muy sosegante. Créame, son muy interesantes esos escritores del siglo XVIII que yo desearía citarles ¿Ha leído la obra teatral de Addison sobre Catón?”. Cabe señalar que “para Pond este periodo histórico [el siglo XVIII] constituía una pasión”, según podemos leer en “El hombre indecible”.
Pues bien, una vez finalizada la lectura de Las paradojas de Mr. Pond, he decidido seguir sus consejos (Samuel Johnson), aunque en parte (La historia de Rassalas, Príncipe de Abisinia, obra que tenía esperando desde principio de año).
Editada por Berenice, María Luisa Pascual Garrido es la autora de la traducción, así como de la edición de la obra, que incluye una introducción. En la primera parte de la introducción (“Realidad y leyenda”) se puede leer (parcialmente recogido en la contraportada):
“Pese al general desconocimiento del lector español, Samuel Johnson es, después de William Shakespeare, el autor más citado en lengua inglesa, de modo que sus aforismos han sobrepasado los umbrales de lo académico y constituyen hoy en día parte esencial del acervo común. Se le atribuyen citas sobre todos los temas que genuinamente afectan al ser humano: la felicidad, la ambición, la desidia, el matrimonio, la vida, la muerte…, inquietudes universales de naturaleza atemporal que trascienden barreras culturales y lingüísticas.”
Gracias a la introducción (parte titulada “Vida y obra de Johnson”) me entero de que, por esas cosas de la vida, este año se ha celebrado el tercer centenario de su nacimiento.
Y sin embargo, qué actual resulta. Algunos aforismos que, a vuela pluma picoteados de la famosa Wikipedia (así como su retrato) en tanto los pueda localizar directamente en su obra, ofrezco a los lectores de estas líneas, así lo muestran:
"Podré ser conquistado, pero no capitularé"
"A las personas más habitualmente hay que recordarles que informarles"
"Los ejemplos tienen más fuerza que los preceptos"
Y sobre todo, en cuanto a actualidad:
"Tenga lo que tenga, gaste menos"
Curiosamente, o no, el ejemplar finaliza, a continuación de la indicación de cuándo y dónde se imprimió, con una cita de Samuel Johnson:
"La gente no lee, en general, si tiene otra cosa con qué distraerse"
Tras lo cual, queda establecida la polémica y se abre la discusión.
Completamente de acuerdo con todas sus citas.
ResponderEliminarEnhorabuena por el artículo, muy interasante, "actual" e ingenioso, bueno, como todos, pero como hace unos años empecé a filosofar yo conmigo misma, es agradable ver que hay más gente que lo hace también de esta forma, y que el tiempo no pasa por ello. Y no voy a seguir porque si empiezo no acabo, je, je, je. Solo voy a añadir otra cita de este autor, de Johson, me refiero:"La curiosidad es una de las características seguras y permanentes de una mente viva".
Yo estudié a Samuel Johnson en la carrera, pero no recuerdo absolutamente nada de él, salvo que fueron poesías la parte de su obra que analicé. He visitado la wikipedia (que enlazas en tu anotación) y leído su somera biografía..., y sigo sin recordar gran cosa. ¡Lo que hace no tocar un tema en 16 años...! Voy a ver si un día de estos bajo de la parte superior de la estantería (tan olvidadas las tengo) las lecturas de aquella época y les doy un repasín.
ResponderEliminarNo obstante, siempre está Posodo al quite para seguir ilustrando... Viene pues, muy bien, la segunda de las citas que mencionas: "A las personas más habitualmente hay que recordarles que informarles".
Con respecto a las otras..., la primera va grabada en mi frente a fuego, lo que con frecuencia me hace pagar facturas en general excesivas... a las que, no obstante, hago frente sin pestañear. Todo sea por la libertad de pensamiento y el libre albedrío.
La tercer,también; pero con un decir más doméstico que he oído repetir millones de veces a mi madre: "El mejor educador es Fray Ejemplo" (si bien, para ser franca, hoy en día eso ya no vale).
Y en cuanto a la cuarta... es de cajón para todo el mundo, excepto para ZP.
Volveré sobre esta anotación (y sobre esa otra a la que lleva el primero de tus enlaces) y, probablemente, me regalaré ambos textos esta Navidad... "Iustrativo" o ilustrativo, la cosa es "iustrarse" o ilustrarse ;-)
Saludos.
S. Cid