domingo, 8 de noviembre de 2009

Dura lex,...

Por la radio he oído unas declaraciones de la Vicepresidente del Gobierno del Reino de España acerca del pesquero “Alakrana”. Ha venido a decir lo habitual en estos casos, por lo que no entraré en ello, aunque sí quiero centrarme en una frase.

Se podrá estar o no de acuerdo con lo que ha dicho, pues al fin y al cabo, no deja de ser un asunto actualmente tan irrelevante en España como si es verdad o mentira, o si es cuestión de matices: como muestra, la frase que, de una manera u otra es la que genera los titulares de, por ejemplo, ABC (“De la Vega, en Argentina: «Estar aquí no significa abandonar a las familias»”) o Libertad Digital (“«No he abandonado ni un solo instante mi dedicación a las familias»”).

Sin embargo, sí hay una frase que en mi opinión va más allá de la verdad o la mentira: es pura y directamente ideología, naturalmente, ideología totalitaria, que, recordemos, no es sólo autoritaria, sino que busca introducirse en la mentalidad y pensamiento de la gente.

Esta mujer, flamante campeona del famoso “cuarto turno” judicial, por lo que se le supone el conocimiento y entendimiento de lo que es la ley, el derecho y la justicia, y cuáles son los campos de aplicación de cada uno de estos conceptos, ha dicho sobre las familias, y según transcripción de Libertad Digital: "Es absolutamente lógico y legítimo que se encuentren desconsoladas y hacemos todo lo que está en nuestras manos para acompañarlas, apoyarlas y estar con ellas en estos momentos difíciles".

La parrafada, en mi opinión, está muy bien (me refiero a que no dice nada realmente útil y comprometido), si no fuera porque, también en mi opinión, sobra una palabra, cuyo uso en este caso es lo que revela el carácter totalitario de esta persona.

La palabra es “legítimo”: ¿qué diablos tiene que ver el desconsuelo con las leyes? Efectivamente, sólo hay relación desde una perspectiva ideológica totalitaria, mediante la que se determina qué puede y qué no puede hacer una persona, qué puede y qué no puede pensar una persona, y qué puede y qué no puede sentir una persona.

Tal vez se trate de una impresión mía algo exagerada y, desde luego, tengo claro que como la presencia de la palabra “legítimo” no supone mayor coste económico, en ningún caso el Partido Popular se fijará en ella. Sin embargo, después de más de un mes de este lamentable espectáculo que nos ofrece el Gobierno del Reino de España, lo triste y “exagerado” es recordar con añoranza un tebeo.

En la aventura “Los laureles del César”, Astérix y Obélix se encuentran en Roma con un objetivo muy concreto, que no desvelaré por si alguien no es conocedor de la aventura. A pesar de recorrer Roma de arriba abajo, e incluso residir durante un tiempo en el mismo Palacio del César, no consiguen encontrarse con él, ausente de Palacio, porque… estaba haciendo su trabajo: había emprendido una campaña contra los piratas.



Un tebeo nos recuerda la Historia, y cómo resolver las cosas. Pero, claro, es que tal vez no sea esto precisamente lo que les interese, sino “su” ley.

Pues como hubiera podido decir Justiniano, sobre este caso concreto:

Dura lex,… dura facies

1 comentario:

  1. La cuestión que nos plantea este (des)gobierno es que el desconsuelo es "legítimo" según de dónde proceda. Los familiares del Alakrana han tenido suerte y ha venido el suyo a caer en gracia al gobierno (¿para que no le echen más los perros desde los medios de comunicación, quizá?), de modo que este desconsuelo es legítimo, i.e., conforme a las leyes de esta señora. El de las víctimas del terrorismo... no debe de serlo para la Vicepresidenta and company. ¿Dura lex, dices? Sin duda, este gobernucho tiene una cara más dura que un plato de duralex.

    Saludos.

    S. Cid

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