miércoles, 30 de septiembre de 2009

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Aclaración: El signo de cierre de interrogación se emplea en ajedrez para comentar una jugada como dudosa o, incluso mala.

Hace unos días, en una anotación sobre ajedrez, finalizaba diciendo: “Y si este rey no se queda ahogado, me desplazaré a lo largo del tablero para verlos”, en relación con el evento “Valencia. Cuna del ajedrez moderno”, y especialmente, con las partidas que jugarían Karpov y Kasparov.

Realicé la inscripción durante el fin de semana, debiendo recoger las entradas el lunes 21, es decir, el mismo día en que empezaba el evento.

Pues bien, durante la mañana no pude “escaparme” para ir a recoger las entradas, así que tuve que intentarlo por la tarde:
Me acerqué por la zona donde se iba a realizar, esa tarde, las partidas simultáneas, en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con el resultado de que no aprecié ninguna instalación que estuviera ya preparada al efecto.
Me acerqué a las oficinas del evento, embebidas en las oficinas de la Fundación Deportiva Municipal, de aquí de Valencia (acabé yendo en taxi, dado que el autobús se tomaba su tiempo en aparecer –de hecho, no fui el único en tomar esa decisión), con el resultado de que acababan de cerrar, se supone que para asistir a la inauguración del evento.

Cero al cociente, se baja la cifra del día siguiente:
Me acerqué (esta vez sí conseguí escaparme, aunque al final de la mañana) a las oficinas del evento, con el resultado de que acababan de cerrar, esta vez para ir a comer.
Me acerqué, ya definitivamente, y sin comer, al Palau de les Arts Reina Sofía, donde tendría lugar las ponencias y después las partidas, con el resultado de que… esta vez sí.

En resumen, creo que en esta partida, como ya nos ilustró en su día Mafalda, procedía una contundente “defensa siciliana”.

2 comentarios:

  1. Caray, Posodo, no he acabado de comentar las otras anotaciones... y cuando vuelvo a la página principal me encuentro con una nueva. Escribes más rápido de lo que yo leo y soy capaz de comentar.

    Voy a leer este interrogante ajedrecístico que acabas de publicar y vuelvo por aquí.

    Saludos.

    S. Cid

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  2. Sí, creo que para el caso de los "incontables acercamientos" la mejor defensa por la que podías optar era la siciliana.

    ¿Ves?, con Mafalda hasta se aprende un ajedrez que llevar luego a nuestra vida cotidiana :-)

    Saludos.

    S. Cid

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