viernes, 6 de marzo de 2015

Triste Tigris

La caza del león era un privilegio de los reyes asirios, y en particular, de Asurnasirpal II, quien, ha pasado a la historia no por esta afición, sino, entre otros, por el hecho de (re)fundar junto al río Tigris la ciudad ahora conocida como Nimrud, a la que convirtió en capital del reino de Asiria.


También fue conocido por la brutalidad con que ejerció el gobierno y desarrolló sus campañas militares. Claro que estamos hablando de principios del siglo IX a.C. (883-859), es decir, hace casi 3.000 años.

Menos mal que la civilización humana ha avanzado mucho desde entonces, pasando Nimrud a ser sólo un enclave arqueológico de primer orden.


Y es que si no hay ciudad, no hay civilización; ni ciudadanos. Así es etimológicamente, y así entienden los islamistas… su-misión.

Créditos:
Fotografía de un relieve en alabastro, del antiguo palacio de Nimrud, en el Museo de Pérgamo, en Berlín, en enero de 2010, del autor.

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