martes, 17 de marzo de 2015

Ante un océano de charcos

Hace sus veinticuatro horas comenzó un breve periodo nocturno de lluvia (tampoco nada especial) en Valencia.

Esta mañana he descubierto lo que entiendo como una loable iniciativa del Ayuntamiento, y que seguro reportará grandes beneficios a los vecinos.

De todos es sabido que unos de los problemas en el mantenimiento de las calles es que cuando llueve se forman charcos. Bueno, el problema no es tanto éste como el hecho de que la siguiente vez que llueve se siguen formando charcos en los mismos sitios (si no en más), debido a que no se han llevado a cabo las reparaciones pertinentes. Esta situación obliga en numerosas ocasiones a un esfuerzo de atlantes para franquear un charco que es más bien un océano. ¿Y esto por qué sucede una y otra vez? Casi estoy por decir que porque no se sabe, oficialmente, dónde se producen los charcos, pues cuando los técnicos evaluadores salen a hacer la revisión, esto es, cuando ya es seguro que ha dejado de llover y no va a volver a hacerlo, los charcos se han secado y nadie sabe dónde están.

A partir de hoy, ya no será así.


Esta mañana he sido testigo del resultado de, a pesar de las fiestas de Fallas, una primera actuación de la Valenciana de Charcos Señalizados e Identificados (V-CSI), nueva contrata municipal que en cuanto se forman charcos los marca para su, entiendo, inmediata reparación (por otra contrata distinta, claro, aunque posiblemente del mismo grupo de empresas).

Y con esta fotografía demostrativa de lo manifestado, finalizo no sin felicitarme como vecino por una disposición municipal tan digna de encomio.

(Y ahora, voy a ver si encuentro otro charco en el que meterme -por ejemplo, los hierbajos en las aceras-.)

Créditos:
Fotografía de un charco con el perímetro marcado vaya usted a saber con qué, esta mañana, en Valencia, del autor.

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