«Ya se van los pastores a la Extremadura.
Ya se queda la sierra triste y oscura.»
Esto es todo lo que sé de una antigua
canción que reflejaba la trashumancia de los rebaños en busca de pastos en la antigua
España.
Lo que tampoco sé es si aquellos pastores
pagaban o dejaban de pagar impuestos, pontazgos, consumos y otros tributos en
las viejas aduanas interiores que infestaban España. Tal vez a ellos (los tributos, claro) se refiriera
el Presidente del Gobierno extremeño en su reunión de hace unos días con el
Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, en la que reclamó, ¡cómo no!,
la «Deuda Histórica».
Pues supongo que no incluirá en ella los
derechos de autor de la canción, porque entonces, lo lleva claro (o no).
Eso sí, como no podía faltar, siempre hay
quien no quiere quedarse a la «luna de Valencia».
Créditos:
Fotografía de la figura de un borrego,
pastando, que forma parte del belén instalado en la Plaza del Ayuntamiento, de
Valencia, en diciembre de 2013, del autor.
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