“One of
my favourite things to do (occasionally surreptitiously but usually
unabashedly) when I am in a new friend’s home for the first time is to peruse
their bookshelves.”
Me sucede, no ya
con frecuencia, sino siempre, que cuando hojeo un libro buscando un fragmento
concreto, me suelo enganchar en otras partes del mismo, y, sin ningún problema,
acabo leyéndome un capítulo entero… tras lo cual tengo que seguir buscando el
fragmento en cuestión (que en ocasiones,… no existe).
Estos días me ha pasado algo parecido: buscando entre las notas y apuntes para preparar una de las
anotaciones últimamente publicadas, me he encontrado con la referencia de un
artículo de Beth Carswell publicado en septiembre de 2010,… y que estaba
esperando su turno para llegar a estas páginas.
La introducción al mismo que
figura en Abebooks nos plantea el problema de los libros electrónicos visto
desde el punto de vista de qué dicen de nosotros (o, mejor dicho, ya no se nos muestra), eso sí, con
humor: “we lose the alarm bells that go
along with discovering your would-be new romance has a house full of home
taxidermy books”.
Sí, bueno, será mejor que
volvamos con Beth Carswell:
“For me, books are part of my house, part of
my decor, and part of who I am. When you come into my home (mind the clutter),
I expect and welcome you to eye the shelves, laugh at some inclusions, ask
about some inclusions (...) and to pull down copies, admire my few cherished
collectible books, borrow, discuss, argue – and yes, even draw conclusions.
Don’t worry. I’ll do the same to you.”
El caso es que... yo hago
lo mismo.
Créditos:
Extractos del artículo Undercover:
Judging People by Their Books, de Beth Carswell, publicado en Abebooks en
septiembre de 2010, y de la introducción al mismo.
Pues sí, tiene razón, las librerías dicen mucho de los habitantes de una casa.
ResponderEliminarUn saludo
Completamente de acuerdo con ambos. A mí se me van los ojos tras los títulos de una librería... ¡incluso en las fotos!
ResponderEliminarMás aún: la ausencia de libros (o las estanterías decoradas con ejemplares de cartón piedra...) también dice ¡mucho! de algunas personas...
Saludos.