En su época, se les conocía
como carril «Sólo Bus», y luego añadieron a los taxis.
Cuando las empresas de
autobuses urbanos en varias ciudades españolas fueron conducidas a la quiebra,
quedaron reconducidas como empresas municipales, sin más personalidad que la de
sus correspondientes gestores (y/i-) responsables: perdieron sus nombres y
colores, y pasaron a ser ‘EMT’ con autobuses rojos.
El carril, por tanto,
cambió su denominación, y quedó en simple «EMT-Taxi».
Ahora, en Valencia, el
Ayuntamiento ha decidido permitir que por dicho carril circulen también las motos,
y así ha quedado reflejado en el carril, sólo que en vez de escribir ‘Amoto’ han colocado un dibujito (si no
se tratara de asfalto, diríamos un ‘icono’).
Lo curioso es que parece
que el habitual caos en la forma de conducir no debe influir en la forma de
definir el carril, y por tanto, hay que mantener el orden: la EMT, luego el Taxis, y después las amotos.
Aunque eso suponga tapar
con ‘tipex’ negro las indicaciones
originales, y volver a ponerlas un poco antes, haciendo sitio a las amotos con su dibujito.
Créditos:
Fotografía de un carril «EMT-Taxi-Amotos», en la Avda. Pérez Galdós, en
Valencia, en marzo de 2013, del autor.
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