sábado, 11 de enero de 2014

Mááá, m’abuuuuurrroo

En el prólogo a La oficina en The New Yorker, Jean-Loup Chiflet pone como ejemplo del jefe que no tiene nada que hacer (y por tanto, se entiende que se aburre) la siguiente viñeta.


Lo que yo no sabría decir es si el aburrimiento de Felipe González ha sido tal que le ha dificultado saber con quién le interesaba hablar, fuera por teléfono o en persona (no es cuestión de discriminar, que por algo es socialista).

Créditos:
Viñeta de Henry Martin, publicada no sé cuándo en The New Yorker, tomada de la selección realizada en 2012 por Jean-Loup Chiflet con el título La oficina en The New Yorker, publicada en 2013 por Libros del Asteroide, de la biblioteca del autor.

There and Back Again

P’allá…


P’acá…


Aunque del «Back Again»…


… mi suitcase tardó en enterarse.

Créditos:
En el título, el subtítulo de The Hobbit, de J.R.R. Tolkien.
Fotografías de diversos monitores en los aeropuertos de Barajas y Manises, en enero de 2014, del autor.

viernes, 10 de enero de 2014

Cifras y letras

¡Pero…! ¡Pero…! ¡Pero…! ¡Pero…!

¡Pero… ¿esto qué es?!

Científicos de Estados Unidos han desarrollado un algoritmo que puede predecir con hasta un 84 por ciento de fiabilidad cuando un libro se puede convertir en un éxito comercial.

La verdad, a veces me pregunto si la velocidad del avance de las capacidades de los ordenadores no irá en paralelo con (o, incluso, arrastrará a) la del desperdicio de tales recursos.

Estos científicos han llegado a la conclusión de que una serie de factores predicen el éxito de un libro: el interés, la novedad, el estilo de escritura y cuánto enganche la historia. No obstante han admitido que también influyen factores externos a la novela, como la suerte.

Y… Y… Y…Y…

Y… ¿dónde queda el talento?

¡Ah, es verdad! Que sólo cuantifican el ‘éxito’ (de ventas, se entiende), algo concreto y material.

Para la calidad no hay algoritmos.

Créditos:
Extractos del cuerpo de la noticia publicada en ABC.es.

esUna apología de la eugenesia

Se han metido en esta historia de la ley del aborto… Yo esperaba que esto, pues, se cursara en alguna… antes de manifestarme, porque es tan evidente que el proyecto está hecho con los pies, es una cosa mostrenca y ridícula,… y digan lo que digan, ahora lo van a oír, NO estaba en el programa electoral del partido; en el programa electoral del partido decían que revisarían la ley del aborto, no decían lo que iban a hacer, y desde luego no decían que la ley iba a obligar a tener a una mujer un hijo si el feto estaba malformado o incluso muerto. Eso no venía en ningún programa electoral del Partido Popular. (…) Se mete en un asunto que compete, que afecta directamente a las conciencias, y ¿qué han hecho con la ley del aborto? Pues yo me lo he leído, y me parece que es una chapuza igual que la del 85. En el 85 era una ley del aborto limitado, en el que no era un derecho, pero ¿qué más me da que sea derecho o no, que se proclame derecho o no, eso es una bobada de la izquierda, si lo ampara la ley? Si lo ampara la ley está sujeto a derecho, y por lo tanto, pues sí, es un derecho dentro de los cauces que marque la ley. (…) El PP no lucha contra el aborto. El PP quiere cambiar la ley del aborto, la ley de plazos de Zapatero, para volver a algo parecido a la ley de consenso, que votaron todos, del 85: eran tres casos de despenalización del aborto. (…) Ante una malformación de feto, que es donde se ha encasquillado estúpidamente Gallardón, ¿puede el Estado obligar a una mujer que siga adelante el embarazo? ¡Pero hombre…! ¡Pero hombre…! La que quiera seguir, pues que siga; y si tiene un niño muerto, o quiere tenerlo, pues lo tenga, o espera un milagro, pues lo espere. ¡Muy bien! ¿Pero se puede obligar? ¡Pero hombre, no, por favor! O sea, ¡pero de ninguna de las maneras!
¿Tiene que haber una ley del aborto en España? ¡Pues claro que tiene que haber una ley del aborto! ¡Naturalmente!¿Lo más restringida posible? Sin duda. ¿Pero esta chapuza? (…) ¿Venir en el programa electoral del PP? ¡Mentira! Esto no venía en el programa electoral del PP. Lo que decían, las pocas veces que hablan, es que iban a volver a la ley del 85. Pero la ley del 85 tenía un coladero que era lo de la salud psíquica de la madre (…) Pero no…, no afecta a lo fundamental. La ley del 85 fue consensuada, y ese agujero se podía haber remediado. Y punto. ¿Lo han remediado? ¡No! ¿Lo han agravado? ¡Sí! ¿Es peor lo de Gallardón que lo del 85? Es ¡todavía peor!, porque es todavía más estúpida. ¿Es regresiva como dice la izquierda? No, es estúpida. ¿Priva de derecho? Pero ¿qué… qué derecho? Si está protegido por la ley, pues será un derecho, ¿qué más da la nomenclatura, o la denominación?

Todo lo anterior lo dijo Federico Jiménez Losantos en su discurso de las siete de la mañana de ayer, hace sus 26 horas (aunque no es todo lo que dijo). Como suele suceder, el problema no es la verdad que dijera, sino lo que dijo con apariencia de verdad (además de aquello que no es ni una cosa ni otra); es más, lo que de verdad hay, aunque él no lo sepa.

No es difícil resumir la esencia de la eugenesia, por mucho que algunos de sus partidarios se salgan por la tangente. El movimiento consiste en dos partes: una base moral, común a todos, y un esquema de aplicación social que varía bastante. En cuanto a la base moral, es evidente que la responsabilidad ética de cada hombre varía según su conocimiento de las consecuencias. Si yo estuviera cuidando a un niño, y si éste enfermase después de haber comido jabón, es posible que mandara llamar al médico. También podría ocurrir que mi llamada apartase al profesional de otros casos mucho más serios, impidiéndole atender a niños cuya dieta hubiese sido bastante más letal; pero mi actitud estaría justificada. Nadie podría exigirme que estuviese enterado de la situación de los demás pacientes hasta el extremo de que me sintiese obligado (o aun de que tuviese derecho) a sacrificar en favor de ellos al niño de cuyo cuidado soy directa y esencialmente responsable. Ahora bien, el fundamento moral de la eugenesia es el siguiente: que el niño del que somos directa y esencialmente responsables es aquel que aún no existe. Es decir, que sabemos (o podemos llegar a saber) lo suficiente de ciertas tendencias biológicas inevitables, como para reflexionar sobre el fruto de una unión presunta con la misma conciencia directa y clara que ahora sólo podemos aplicar al otro miembro de esa unión. Puede concebirse que el deber que dicho conocimiento nos impone sea tan definido como el otro, o más definido aun. (…)
De lo que se trata aquí es de que una nueva escuela opone la eugenesia a la ética. Lo demuestra un hecho corriente: los heroísmos de la historia son en realidad los crímenes de la eugenesia. Los libros y los artículos de los eugenistas sugieren a cada paso que las uniones no eugenésicas deben y pueden ser consideradas actitudes pecaminosas; y que debemos comprender realmente que desposar a un inválido es una forma de crueldad hacia los hijos. Pero la historia abunda en elogios hacia quienes hicieron honor a los vínculos que los unían a inválidos; (…). No examino aquí cuál de los dos conceptos morales me parece acertado; me limito a insistir en que son contradictorios. En realidad, los eugenistas tienen por santos precisamente a los hombres que para centenares de familias no serían más que unos canallas. Si quisieran ser consecuentes, deberían levantar estatuas a los hombres que abandonaron a la amada a causa de una desgracia física; o descubrir placas de bronce que celebren la actitud del buen eugenista, que rehusó noblemente desposar a su novia después que ésta se cayese de la bicicleta; o la del joven héroe que, al enterarse de que un pariente de su prometida padecía erisipela, quebrantó magnánimamente su palabra.

Hace un siglo Europa vivía un crecimiento de los postulados eugenésicos, contra los que se manifestaron, entre unos pocos, Chesterton. Naturalmente, como suele suceder con planteamientos totalitarios, tenían sus argumentaciones científicas: para evitar que como consecuencia de “ciertas tendencias biológicas inevitables” los nacidos no estuvieran ‘correctamente’ sanos (es decir, deficientes, o… malformados), había que evitar que sus progenitores lo fueran, aislándolos o, mejor aún, científicamente hablando, esterilizándolos.

Desde el punto de vista práctico, la definición general más breve de la eugenesia señala que esta escuela se propone controlar a ciertas familias como si se tratara de familias de esclavos paganos.

El progreso de la ciencia en aquellos tiempos permitía suponer la herencia genética, que es como se planteaba (inicialmente) la eugenesia. Ahora, las técnicas resultado del actual conocimiento científico permiten llegar más al detalle, comprobar cada embarazo concreto, aunque aún con amplios márgenes de error. Por tanto, los propósitos que en aquel entonces se resolvían con la llamada ‘eugenesia’, ahora se resuelven con el llamado ‘aborto’.

Tal vez haya quien diga este enfoque es una evidente exageración. Pues vale. El planteamiento inicial de los eugenistas en el cambio de siglo de 1900 era muy científico, poniendo como ejemplos claros las enfermedades mentales hereditarias.

Abordaré más adelante otro problema, el de las personas sobre las cuales puede aplicarse esta clase de presión; y otra cuestión mucho más desconcertante, quiénes serán las personas que la apliquen. Pero el caso es que alguien tiene que ejercerla sobre alguien, y ha de hacerlo sobre la base de ciertos cálculos respecto de los resultados, los que según se afirma son demostrables. Valga lo dicho con respecto al tema. Afirmo que la cosa existe. La defino con la precisión admisible en los asuntos de carácter moral; la denomino eugenesia. Si después a alguien se le ocurre afirmar que la palabra «eugenesia» no es el término griego apropiado... bueno, (…)

Como señalaba en 1913 Chesterton, el problema de esa ‘ciencia’ (dándola como buena) era quién decidía sobre quién se aplicaba,y cómo se llevaba a efecto. Veinte años después, los científicos nazis le resolvieron todas las dudas.

De los embaucados hablaré naturalmente como hablamos todos de tales instrumentos, juzgándolos por el bien que creen que hacen, y no por el mal que hacen en realidad.

Repetimos, pues:
Si lo ampara la ley está sujeto a derecho, y por lo tanto, pues sí, es un derecho dentro de los cauces que marque la ley. (…) Pero ¿qué… qué derecho? Si está protegido por la ley, pues será un derecho, ¿qué más da la nomenclatura, o la denominación?

En efecto, ¿qué más da? Una declaración tan contundente a favor del derecho positivo, basado en lo que se establece en las leyes, no puede sino recordarnos las leyes de Alemania a partir de 1933, o las de la URSS (y sus sanatorios mentales, científicos, eso sí), o las de la Revolución Cultural en China.

[Por cierto, la sexta medida del apartado 3.1 La familia: primera sociedad del bienestar, del programa electoral del Partido Popular en 2011, dice:
La maternidad debe estar protegida y apoyada. Promoveremos una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas, especialmente a las que se encuentran en situaciones de dificultad. Impulsaremos redes de apoyo a la maternidad. Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores.

Tal vez lo de “Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida” no sea muy concreto, pero se entendió bastante bien, tanto como para que muchos grupos hayan estado dos años recordando al Gobierno que aún no había hecho nada sobre esta ‘regulación’.

Pero entrar en matices con quien dice, por dos veces, que la ley del 85 era una ley “consensuada”, lo que quedó rotundamente demostrado con la presentación de un recurso de anticonstitucionalidad por parte de… Alianza Popular, y firmado por… el padre del actual Ministro Gallardón; entrar en matices, así, digo, es tontería.

Otra cosa es que se refiera a que su, a ratos, admirado Aznar, aceptara ese “consenso” cuando en ocho años (ocho, que se dice pronto), no hiciera nada.]

Créditos:
Extracto de lo manifestado por Federico Jiménez Losantos, tomado de la página de internet del programa de ((esRadio (a partir del instante 15:49).
Extractos (desordenados) del capítulo I ¿Qué es la eugenesia?, de la obra de Gilbert Keith Chesterton La eugenesia y otras desgracias, según traducción de Aurora Rice, tomado de la edición realizada en noviembre de 2012 por Espuela de Plata como número 10 de su colección Clásicos y modernos (pp. 42-48), de la biblioteca del autor.

‘Ave’ es con uve

Viendo esta formación, alguien diría de Alemania aquello del Tu quoque, fili mi!


(También es posible que Chesterton nos recordara que Hesse no es Prusia.)

Créditos:
Fotografía de una bandada de aves, en formación (o casi), sobre el cielo de Francfort del Meno, en enero de 2014, del autor.

jueves, 9 de enero de 2014

Alit lectio: Novedosos relatos de Misterio

Tiene que haber sido una terrible equivocación. En ocasiones ocurre algo así. Habrá sido confundido con otra persona; seguro que lo han tomado por otro. Está siendo castigado por crímenes ajenos.

Conociendo a la persona que escribió estas frases, tras ellas no puede sino seguir una investigación para exonerar al inocente y encontrar al culpable. Y es que estamos hablando de Agatha Christie.

Sin embargo, en esta ocasión  no es así; mejor dicho, no es exactamente así. En todo caso, tan importante en el relato es la ‘investigación’, como quien pronuncia las frases: la Virgen María.

Y es que nos encontramos con un grupo de seis breves relatos (junto con cinco poemas) cuya temática no es la habitual de su autora, lo que no quita que su marido los calificara como de los más encantadores de ella.

No es que sean relatos propiamente navideños, sino más bien, relatos con fondo religioso y con presencia, en su trama, de lo sobrenatural.

Uno de los relatos tiene por protagonista al pollino del Nacimiento. Otro, los problemas de una señora que no aprecia el trato con la gente, incapaz de sentir empatía con nadie. El cuarto, cómo se vive un problema familar. El quinto, el curioso planteamiento de un grupo de Santos en cuanto a su presencia en el Cielo.

El último de los relatos regresa al mundo evangélico, recreando cómo el apóstol Juan acogió a la Virgen María como madre, y ésta a aquél como hijo.

El primer relato, cuyo título da referencia al conjunto es, en su idea inicial, aterrador, y, en su desenlace, totalmente maravilloso. Y es que, siendo conocidas las tentaciones que se le ofrecieron a Jesucristo, el relato nos plantea una posible tentación a la Virgen María justo tras el Nacimiento de Jesucristo. Lo aterrador del relato es cómo la tentación se sustenta en la verdad, contundente, aunque muy rápidamente mostrada, lo que nos recuerda la cita de La Rochefoucauld:
No hace tanto bien en el mundo la verdad como daño hacen sus apariencias.

Y lo maravilloso del desenlace es cómo se destruye la tentación: simplemente, dedicando un poco de tiempo en ver ciertos detalles de esa verdad que tan contundente y rápidamente se ha mostrado con toda intención.

Un libro curioso, de cuyos relatos se puede obtener interesantes reflexiones, una de las primeras, lógicamente, es que en este mundo no todo es crimen. Ni siquiera en el mundo de Agatha Christie.

Créditos:
Extracto del relato Estrella sobre Belén, de Agatha Christie, según traducción Jesús Aguado, tomado de Estrella sobre Belén y otros cuentos navideños, editado por Confluencia, con ilustraciones de Javier Fornieles Ten, de la biblioteca del autor.
Cubierta del libro en cuestión.
Sexagesimocuarta reflexión moral, o máxima, de François de La Rochefoucauld, según traducción de Esther Benítez, tomada de la edición de las Máximas, realizada en 2012 por Akal como número 248 de su colección Básica de bolsillo, de la biblioteca del autor.

¡A desayunaaaar!


(Lástima que cuando yo pasé por ahí, era más bien la hora de comer.)

Créditos:
Fotografía del escaparate de Tiffany&Co. en la Goethestraße, en Francfort del Meno, en enero, del autor.

miércoles, 8 de enero de 2014

NYPD Fashion Week: ¿De incógnito…, o con la incógnita?

Como ya vimos hace tiempo, cierta inspectora de abrigo entre su vestuario tenía blusas, cuando, en aquel entonces, volvía la cazadora. Sin embargo, a poco de comenzar diciembre, y no por las temperaturas precisamente, la cazadora se fue.

Tal vez es que la cazadora se encuentre ahora ocupada, por lo que no tendríamos que molestarla.


Tal vez sea que, como su amiga Lanie, tiene vida social más allá del trabajo.

Tampoco querríamos molestarla, en tal caso.

(Por cierto, también podía dejar el móvil tranquilo, ¿no? No sólo molesta sino que se va a descargar,… o eso debiera.)

Es posible que haya aprovechado estos días para ir a actos sociales,… o una boda (no, no es la suya).





Incluso… ¡una librería!



En cualquier caso, como puede comprobarse, aun yendo de incógnito, se la puede identificar, porque, como cuando va de servicio, precisamente, no va vestida.


Ahora sólo falta que se resuelva la incógnita de cuándo vuelve.

Créditos:
Fotogramas de las temporadas primera y segunda, de la serie Castle, tomados de la videoteca del autor.

Sombras chulas: Las casitas… por el tejado


Créditos:
Fotografía del juego de sombras sobre el tejado de la Alte Nikolaikirche (es decir, la - antigua- Iglesia de San Nicolás), en Fráncfort del Meno, en enero de 2014, del autor.

Un humilde propósito

- Veo el duende de los carillones entre nosotros –exclamó Trotty designando a su guía y hablando con el acento de una especie de inspiración que extraía de la mirada que le dirigían los fantasmas–. Sé que nuestra herencia está reservada para nosotros en los tesoros del Tiempo. Sé que un día el propio Tiempo ha de levantarse como un vasto océano que barrerá a su paso a todos aquellos que nos ultrajan o nos oprimen. A lo lejos diviso sus primeras olas. Sé que debemos tener confianza y esperanza, no dudar de nosotros mismos ni de los buenos sentimientos de nuestros semejantes. Es una lección que he recibido de la criatura más querida de mi corazón...

Podemos ver que Trotty (es decir, Toby), ha cambiado de opinión, aunque…

¿Había soñado Trotty? ¿Es un sueño el relato de sus alegrías y de sus penas? ¿No son más que los personajes de un sueño los protagonistas de este relato y el propio Trotty? ¿No habrá sido también el propio narrador un soñador que al fin se despierta?... Si así es, vosotros que lo habéis escuchado, vosotros que le sois tan queridos en todas sus visiones, acordaos de las severas realidades desde las cuales le han llegado estas sombras,y, dentro de vuestro ámbito –no hay ninguno demasiado vasto ni demasiado limitado para eso–, esforzaos en corregirlas, en mejorarlas y en suavizarlas. ¡Pueda así el Año Nuevo ser feliz para vosotros, feliz para todos aquellos cuya dicha depende de vosotros! ¡Pueda, en fin, cada año ser más feliz que el último! ¡Que, sobre todo, el más humilde de nuestros hermanos o la más humilde de nuestras hermanas no se vean nunca privados de su parte legítima en la felicidad que nuestro Padre común les ha destinado al crearlos!

Créditos:
Extracto del Cuarto cuarto y último párrafo de la obra Los carillones, de Charles Dickens, según traducción de Adrià Edo, tomado de la edición realizada por Barataria en su colección Bárbaros minus (pp. 168-169 y 176), de la biblioteca del autor.

martes, 7 de enero de 2014

Saliendo por ahí

Sí, ya sabemos que Zara tiene una importante implantación en el extranjero,…


… pero no hace falta ponerlo tantas veces en los escaparates.

Créditos:
Fotografía de uno de los no sé cuántos locales de Zara (éste, en la Große Bockenheimer Straße) que hay en Fráncfort del Meno, en enero de 2014, del autor.

Ya lo tengo claro

Ya sé cómo hacerlo.

Gracias a este flujograma correspondiente al programa de vida para este nuevo año.


Créditos:
Fotografía de nubes y estelas de avión en el cielo de Valencia, esta mañana, del autor.

Spoken un poken

Pensó Yahvé: «(…) Confundamos su lenguaje, de modo que no se entiendan entre sí.» Y desde aquel punto los desperdigó Yahvé por toda la faz de la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por eso se la llamó Babel, porque allí embrolló Yahvé el lenguaje de todo el mundo, y desde allí los desperdigó Yahvé por toda la faz de la tierra.

Luego, con el tiempo, aparecieron los traductores, e incluso la gente se decidió a aprender idiomas.


Bueno, un poco.

Créditos:
Extracto del Génesis (11, 6-9), tomado de la Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer, de la biblioteca del autor.
Fotografía de un cartel en un comercio de Fráncfort del Meno, en enero de 2014, del autor.

lunes, 6 de enero de 2014

Et venimos adorare eum

Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

Créditos:
El título de la anotación es la parte final del versículo 2, del capítulo 2 del Evangelium secundum Matthaeum, tomado de la Biblia Vulgata, en edición de Colunga-Turrado, publicada por Biblioteca de Autores Cristianos (duodécima edición, de 2005), de la biblioteca del autor.
Extracto del Evangelio según San Mateo (2, 11), tomado de la Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer, de la biblioteca del autor.
Fotografía del detalle de la Adoración de los Reyes Magos, de la representación de la vida de Jesucristo, pintura mural (1514-1523) de Jörg Ratgeb en el claustro del Convento de los Carmelitas (Karmeliterkloster), en Fráncfort del Meno, en enero de 2014, del autor.

Un clásico

Al hilo de la noche que es, sí me convendría terminar (del todo, je, je) un propósito de hace ya unos años.


Créditos:
Fotografía (parcial) de la biblioteca en la casa natalicia de Goethe (Goethehaus), en Fráncfort del Meno, en enero de 2014, del autor.

domingo, 5 de enero de 2014

Una buena recomendación… cazada al vuelo

Como ejemplo de que una buena recomendación se puede encontrar del modo más curioso…


… y en el momento más oportuno, como puede ser estrenando el año… camino de...

Créditos:
Fotografía de la cola del avión (donde se aprecia la matrícula del mismo), que nos llevó a Fráncfort del Meno, este pasado Primero de Año, aún en Barajas, del autor.

Parole, parole, parole…

Tras los propósitos de Año Nuevo, y teniendo en cuenta (para esta noche) que hemos sido muy buenos, no está de más no olvidar (se esté o no de acuerdo) al clásico:

Prometemos conforme a nuestras esperanzas, y cumplimos conforme a nuestros temores.

Y no temamos en reconocer que:

Poseemos más fuerza que voluntad, y a menudo imaginamos que las cosas son imposibles para excusarnos con nosotros mismos.

Y me voy a hacer la lista de cosas para este año.

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¡Ja, ja! ¡Era broma! ¡Ya tengo todo hecho!

Créditos:
Trigesimooctava y trigésima reflexiones morales, o máximas, de François de La Rochefoucauld, según traducción de Esther Benítez, tomada de la edición de las Máximas, realizada en 2012 por Akal como número 248 de su colección Básica de bolsillo, de la biblioteca del autor.

viernes, 3 de enero de 2014

We, we know

BIRLING: (...) And we're in for a time of steadily increasing prosperity.
GERALD: I believe you're right, sir.
ERIC: What about war?
BIRLING: Glad you mentioned it, Eric. I'm coming to that. Just because the Kaiser makes a speech or two, or a few German officers have too much to drink and begin taIking nonsense, you'll hear some people say that war's inevitable. And to that I say - fiddlesticks ! The Germans don't want war. Nobody wants war, except some half-civilized foIks in the BaIkans. And why? There's too much at stake these days. Everything to lose and nothing to gain by war.
ERIC: Yes, I know - but still-
BIRLING: Just let me finish, Eric. You've a lot to learn yet. And I'm talking as a hard-headed, practical man of business. And I say there isn't a chance of war. The world's developing so fast that it'll make war impossible. Look at the progress we're making. In a year or two we'll have aeroplanes that will be able to go anywhere. And look at the way the automobile's making headway - bigger and faster all the time. And then ships. Why, a friend of mine went over this new liner last week - the Titanic- she sails next week - forty-six thousand eight hundred tons - forty-six thousand eight hundred tons - New York in five days - and every luxury - and unsinkable, absolutely unsinkable. That's what you've got to keep your eye on, facts like that, progress like that - and not a few German officers talking nonsense and a few scaremongers here making a fuss about nothing. Now you three young people, just listen to this - and remember what I'm telling you now. In twenty or thirty years' time - let's say, in 1940 - you may be giving a little party like this - your son or daughter might be getting engaged - and I tell you by that time you'll be living in a world that'll have forgotten all these Capital versus Labour agitations and all these silly little war scares. There'll be peace and prosperity and rapid progress everywhere - except of course in Russia, which will always be behindhand, naturally.
MRS BIRLING: Arthur!
[As MRS BIRLING shows signs of interrupting]
BIRLING: Yes, my dear, I know- I'm talking too mucho But you youngsters just remember what I said. We can't let these Bernard Shaws and H. G. Wellses do all the talking. We hard-headed practical business men must say something sometime. And we don't guess - we've had experience - and we know.

Aunque escrita en 1946, la acción de la obra de teatro se sitúa en 1912, y este discurso nos muestra cómo el ambiente general en Europa, a pesar de las señales que hubiera o dejase de haber, era, en general, de que en ningún caso se llegaría a la guerra, de que, avalados por el progreso de la técnica, siempre se encontraría una salida suficientemente pacífica a tiempo.

Hasta que llegó el verano de 1914, y los que sabían, se encontraron de golpe, de estar en paz a estar en guerra.

Créditos:
Extracto del primer acto de An Inspector Calls, obra de teatro de J. B. Priestley, tomado de la edición realizada por Penguin, en su colección Modern Classics, de la biblioteca del autor.

miércoles, 1 de enero de 2014

Que el nuevo año…


… no sea tan oscuro, sino más luminoso.

Créditos:
Fotografía del reloj de, en su tiempo, Gobernación, en la Puerta del Sol de Madrid, en octubre de 2013, del autor.

martes, 31 de diciembre de 2013

Echamos el cierre

Del año, claro.


(Aunque nos falta el otro lado de la cremallera, ¡cachis!)

Créditos:
Fotografía de la forma adoptada por la estela de un avión, tomada desde Valencia, en noviembre de 2013, del autor.