lunes, 5 de enero de 2015

Esto me pasa por mirar al suelo

El problema de las ocurrencias filosóficas que se empezaron a poner de moda con las pintadas de allá por el mayo parisino del 68, es que hay quien se cree que encierran meditaciones profundas, y, a falta de Twitter, encuentran hueco incluso en el asfalto de la calle.

En este caso, alguien se creía Mafalda,…


… sólo que eligió mal día para escribirlo, porque esa misma noche, bien que lucía la Luna creciente.


(Por lo menos, lo escribió con plantilla, en vez de hacerlo mala manera.)

Créditos:
Fotografías de la pintada en la calzada, y de la Luna creciente, en Valencia, el día de Año Nuevo de 2015, del autor.

2 comentarios:

  1. Esta ocurrencia está copiada de Madrid, desconozco si hay otras ciudades, y parece, a su vez, copiada de los azucarillos de los bares, ahora coffee shop o tea room.

    Un saludo.

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  2. Sí, caragüevo, el caso de los sobrecitos de azúcar ha degenerado tanto desde que se abrió al mercado del común, dejando a los famosos de verdad al margen, que a uno le entran ganas de tomar el café amargo.

    Un saludo.

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