“No voy a dar la lista de las corrupciones presentidas, palpadas,
olisqueadas por la opinión pública, acerca de las cuales no se tiene información
completa, aunque anden por ahí en cantares esperpénticos de ciego y en pliegos
de cordel de ahorcado. La gente lo pasa bien al principio tratando de resolver
esas gigantescas charadas, pero al cabo piensa que nadie quiere sacarla del
limbo. No sé en qué criterios se fundamentará esa actitud, pero sospecho que no
son criterios de salud pública. O, cuando menos, yo no lo entiendo así.”
El párrafo anterior le
servía de inicio a Cándido para
reflexionar sobre la situación que en aquel entonces estaba aún no por
resolver, sino, incluso, por conocer: la parte española del mundialmente
conocido como Caso Lockheed, pues
estaba recién llegada la documentación correspondiente, en sobre lacrado y todo
eso, como si se tratara de saber quiénes eran los agraciados en un sorteo ante
notario.
Hoy se ha presentado el
escrito de acusación por parte de la Fiscalía Anticorrupción contra un numeroso
grupo de personas en relación con el caso conocido como Gürtel.
Como vemos, desde aquellos
tiempos (con casos importados, aunque
ya antes se tuvieran otros nacionales,
como la famosa no-maquinaría textil), la sensación de que tras un temporal estado
popular ‘al principio’ se podría llegar a una consolidación en el ‘limbo’ es
algo que no ha dejado de existir en España, aun cuando en ocasiones hubiera
acontecimientos que acapararan más atención (o incluso la distrajeran), y en
otras, lo que hubiera fueran perniciosas (y otros calificativos) explicaciones,
comprensiones, justificaciones y, finalmente, olvidos de lo que sucediera.
Y así, tras la Dictadura
y la Transición, la Democracia se estrenó al poco tiempo con el abandono de la
actividad política de un concejal madrileño ¡por denunciar un caso de corrupción!
Con ello, se mostró cuánta
razón tenía el alcalde de la corporación implicada, la de Madrid, con gobierno
socialista-comunista, un tal Tierno Galván, cuando dijo luego aquello de que
las promesas electorales eran para no cumplirse.
Desde entonces, quedó diáfano
el camino para que no ya que los casos judiciales pudieran entrar en un ‘limbo’
procesal, sino que para que fueran personas quienes entraran en un ‘paraíso’ de
corrupción. Y así se nos ha quedado la ‘salud pública’.
Proféticamente, el caso
denunciado por Alonso Puerta era de corrupción en las contratas municipales
madrileñas de… basuras.
Créditos:
Extracto de la sección
que bajo el título Las corrupciones
se publicó en la columna De ayer a hoy,
firmada por Cándido, en ABC el 17 de octubre de 1976, tomado de
la hemeroteca en internet del periódico.
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