miércoles, 24 de febrero de 2010

¿Seguro que no es lo mismo?

En la última anotación recordaba la tragedia del Holocausto.

Lamentablemente, cuatro semanas después, se están produciendo sucesos que nos recuerdan los prolegómenos de la tragedia.

Ayer se publicaba la noticia de que en la tan civilizada Suecia, en concreto en Malmö, hace tiempo que vienen produciéndose diversos ataques contra la comunidad judía allí residente, generando tal miedo en ella que se estima en unas 30 familias las que ya han emigrado a otros puntos de Europa o incluso Israel.

Hoy, en cambio, no tenemos que irnos muy lejos: hemos conocido que a principios de mes en plena Castellana de Madrid una mujer atacó a un muchacho sólo por ser judío. Este muchacho también se plantea el exilio emigrando a Israel.

Junto al Jüdisches Museum de Berlín, formando parte de él, se encuentra el denominado Jardín del Exilio, en recuerdo tanto de las históricas diásporas como de la fundación del estado de Israel, a través de 49 pilares, resultado de los 48 del año de la fundación (1948), más uno por Berlín.

No olvidar lo sucedido hace años tiene por objeto aprender de ello para, precisamente, evitar que se repita. Sin embargo, parece que hay quienes no olvidan porque no quieren aprender nada.

Pues no olvidemos que es nuestra obligación aprender que el silencio de entonces acabó roto por gritos de horror, y que por tanto, ahora no hay que callar: sin gritos, pero firme y tajantemente, no sólo hay que condenar estas actuaciones sino dejar bien claro que sus autores nos tendrán activamente frente a ellos.

3 comentarios:

  1. Por eso, por lo de no callar, fue muy importante el discurso de nuestro Líder el otro día en la sede de la ONU en Ginebra.
    Callar no calló pero fueron unas palabras vacías de nervio, sín tensión, pues podría haberse referido a Orlando Zapata y a Cuba pero no, prefirió seguir en los mundos de Yupi.
    Por eso digo que fue importante porque mostró, nuevamente, la verdadera cara del Líder (con permiso de JuanCar, otro que tal baila).
    Por cierto, ¿seguro que son 49 elementos de hormigón? Yo conté más de cien pero igual era por el castañeteo de los dientes al contar.

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  3. Me has dejado ojiplática: los exabruptos antisemitas son bastante comunes en esta España de necios, lo que no imaginaba es que las agresiones llegaban ya al nivel que se cuenta en ese artículo del periódico.

    ¿Y de verdad era socialista la mujer esa? Desde luego, no me extrañaría, lo que ya me parece inconcebible es que encima haga gala de ello. P'a tirarse por un barranco y no volver a subir nunca.

    PD: aunque... ¿para qué tirarse por el barranco? Mejor tirarla a ella, ¿no? Glup, espero que no me lea ningún sociata..., que entonces me pondrá de intolerante para arriba, por no respetar el derecho de libre expresión de la compañera socialista, además de, por supuesto, tacharme de violenta... ;-)

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