sábado, 9 de enero de 2016

Guardando al guardián

Según parece, el nombre de Arturo, para la tercera/cuarta estrella más brillante del cielo nocturno, proviene del griego antiguo Αρκτοῦρος (Arcturus), «el guardián de la osa», dada su cercanía a las constelaciones de ambas Osas, la Mayor (Ursa Major) y la Menor (Ursa Minor).

Por otro lado, dicha estrella forma parte de la constelación del Boyero (Boötes), es decir, el que conduce los bueyes, lo que solía hacerse con unas varas. Aunque en la antigua astronomía griega, la constelación heredaba el nombre de su principal estrella, y pasaba a ser toda ella «el guardián de la osa».

Por tanto, no es de extrañar que con la confusión zoológica-astronómica, el pobre Arturo haya quedado, en estos momentos del amanecer, algo entreverado, digo, entrevarado.

Créditos:
Fotografía de Arturo, entre los falsos tirantes del Puente del Azud del Oro, en Valencia, ayer a esta hora, del autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario