Como recordarán los más
veteranos, los antiguos surtidores de gasolina eran más estilizados que los de
ahora, y con una especie de cabeza arriba.
Así, la señal de tráfico
correspondiente reproducía esta forma, y aunque ahora ha cambiado, siguen
existiendo modelos “antiguos”.
También era “antigua” la época
en que el Gobierno fijaba el precio de la gasolina, con las consiguientes colas
en cuanto se anunciaba convincentemente la correspondiente subida (lo de bajar
el precio no se estilaba). Ahora, gracias a la libertad de mercados, se ha
evitado este trago… y te encuentras la subida de precio sin previo aviso.
También es cierto que no la decide el Gobierno, y que parece que se pongan de
acuerdo los distribuidores en subir el precio, incluso en las épocas en que el
barril de pertróleo baja es, evidentemente, sólo una impresión de la gente, que
tiene muchos prejuicios.
El caso es que este
verano ha vuelto a suceder, lo de la impresión de la gente, aunque se adorne
con cifras más o menos rimbombantes.
En resumen: que lo que no
será nunca “antiguo”, sino constante y permanente, es el susto que nos supone
llenar el depósito.
Y falta el IVA.
Créditos:
Fotografía de una señal de
tráfico informativa de una gasolinera, según modelo antiguo, en Valencia, en el
cruce de Blasco Ibáñez con Clariano, en junio de 2012, del autor.
Imagen del anuncio de Bujías
Champion, publicado en ABC el 5 de junio de 1931, tomada de la hemeroteca del
diario.
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