jueves, 31 de enero de 2013

2001, un blog-odisea en internet

Ésta resulta ser la anotación número 2.001 de este diario, vulgo blog.

Numerosos retrasos al publicar han permitido, por un lado, que me diera cuenta de ello, y por otro, que la número 2.000 coincidiera con la anotación de una reciente donación de sangre.

Naturalmente, es mera coincidencia, de ésas que no existen, por lo que no debe deducirse que este diario-blog me esté haciendo sudar sangre, ni ninguna otra expresión similar.

Lo que aún no entiendo es cómo ha podido aguantar internet tanta anotación.

Pero bueno, todo es cuestión de paciencia, ¿no?

miércoles, 30 de enero de 2013

Blood from the heart

Hath not a Jew eyes? hath not a Jew hands, organs, dimensions, senses, affections, passions? fed with the same food, hurt with the same weapons, subject to the same diseases, healed with the same means, warmed and cooled by the same winter and summer, as a Christian is? If you prick us, do we not bleed?

No sé qué me pasaría en caso de cortar una libra de carne cerca de mi corazón, pero sí sé que, como Shylock, si se me pincha, sangro.

Pero también sé que si se me pincha en un brazo, la sangre que fluye, durante una donación, lo hace desde el corazón.

Y así ha sido hoy.

Créditos:
Extracto de la Escena I (en una calle de Venecia), del Acto III, de The Merchant of Venice, de William Shakespeare, tomado de The Illustrated Stratford Shakespeare, novena reimpresión (de 1991) de la edición de 1982 realizada por Chancellor Press, Londres (pág. 201)

¿Estaré out?

Esta noche he visto que la portada general de la sección de Ciencia y Tecnología de Libertad Digital es casi un monográfico de BlackBerry.


Por lo menos, en esta ocasión no se trata de un monográfico sobre videojuegos, algo es algo.

Pero no sé, yo sigo siendo de los que piensan que “Ciencia y Tecnología” es algo más que gadgets, por muy útiles o curiosos que sean.

¿Será tal vez por eso que aún no tengo BlackBerry ni nada que se le parezca, por mucho que algunos me insistan?

Actualización del 1 de febrero:
Daniel Rodríguez Herrera ha publicado un artículo sobre el particular, quiero decir, la nueva BlackBerry 10. De los dos segmentos que comenta, está claro que yo no estoy en el primero (y sigo esquivando el segundo).

Créditos:
Detalle del pantallazo de la portada de Libertad Digital a las 22:46.

Alit lectio: Unas crónicas en Marte… pisando tierra

- Siempre quise ver un marciano –dijo Michael–. ¿Dónde están, papá? Me lo prometiste.
- Ahí están –dijo papá, sentando a Michael en el hombro y señalando las aguas del canal.
Los marcianos estaban allí. Timothy se estremeció.

En el verano de 1946 se publicaba en la revista Planet Stories el relato de Ray Bradbury titulado El picnic de un millón de años, que con el tiempo formaría parte de Crónicas marcianas, recopilación de relatos publicada en 1950.

“Más arriba de los pueblecitos, esparcidas como guijarros, se veían unas quintas. En donde habían encontrado un prado o un arroyo, las antiguas familias marcianas habían construido una piscina de mosaicos, una biblioteca y un patio con un surtidor.

Los 27 relatos del libro nos muestran el desarrollo de la relación entre la sociedad terrestre y la marciana en un periodo de tiempo que se sitúa entre enero de 1999 y octubre de 2026. La naturaleza de los relatos es muy diversa, tanto en extensión como en ubicación, y, especialmente, en las características de los personajes.

El libro comienza con una breve descripción del despegue del cohete que lleva la primera expedición terrestre a Marte, aunque esto se deduce por el contexto del libro pues la descripción se centra en mostrar cómo el calor de los gases de combustión que emite el cohete mientras está en la plataforma llena la atmósfera vecina, y convierte el invierno nevado de enero de 1999 en Ohio en “el verano del cohete”.

Este inicio del libro ya nos da una idea de que, aunque encuadrado en el género de ciencia-ficción, su objetivo no es mostrarnos grandes desarrollos científicos y tecnológicos. De hecho, apenas se dan detalles que muestren el avance tecnológico tanto de la sociedad terrestre como de la marciana, sea en tecnología espacial:
- ¿Cómo diablos van a viajar? ¿Cómo van a llegar a Marte?
- En cohetes –dijo el viejo Quatermain.
- ¡Malditos aparatos! ¿Pero acaso tienen cohetes?
- Los habrán construido con sus ahorros.
- No sabía nada,
- Parece que supieron guardar el secreto, y los armaron ellos mismos… Quizá en África.

sea en tecnología más doméstica:
El horno emitió un siseante suspiro, y ocho tostadas perfectamente doradas, ocho huevos fritos, dieciséis lonjas de jamón, dos tazas de café y dos vasos de leche fría brotaron de su cálido interior.

Las crónicas nos muestran otros aspectos sociales, muy distintos. Por ejemplo, la ansiedad de algunos ante un futuro poco prometedor, viendo el viaje a Marte como una salvación:
Quería ir a Marte en el cohete. Bajó a la pista en las primeras horas de la mañana y a través de los alambres les dijo a gritos a los hombres uniformados que quería ir a Marte. Les dijo que pagaba impuestos, que se llamaba Pritchard y que tenía el derecho de ir a Marte. ¿No había nacido allí mismo en Ohio? ¿No era un buen ciudadano? Entonces, ¿por qué no podía ir a Marte? (…) Él y otros miles como él, todos los que tuvieran un poco de sentido común, se irían a Marte. Ya lo iban a ver. Escaparían de las guerras, la censura, el estatismo, la conscripción, el control gubernamental de esto o aquello, del arte o de la ciencia. ¡Que se quedaran otros! Les ofrecía la mano derecha, el corazón, la cabeza, por la oportunidad de ir a Marte ¿Qué había que hacer, qué había que firmar, a quién había que conocer para embarcar en un cohete?

o bien, cómo, por muy lejos que uno esté, hay que respetar la ley:
- Hemos venido del tercer planeta, la Tierra, en un cohete. Y hemos descendido aquí, en el cuarto planeta, Marte...
- Esto es – explicó la mujer como si le hablara a un niño – (…). Ahora, váyanse. Adiós.
Y se alejó rápidamente, pasando los dedos por entre los abalorios de la cortina.
Los tres hombres se miraron.
- Propongo que rompamos la tela metálica – dijo Lustig.
- No podemos hacerlo. Es propiedad privada. ¡Dios santo!

… o no:
Y cuando todo estuvo perfectamente catalogado, cuando se eliminó la enfermedad y la incertidumbre, y se inauguraron las ciudades y se suprimió la soledad, los sofisticados llegaron de la Tierra. Llegaron en grupos, de vacaciones, para comprar recuerdos de Marte, sacar fotografías o conocer el ambiente; llegaron para estudiar y aplicar leyes sociológicas; llegaron con estrellas e insignias y normas y reglamentos, trayendo consigo parte del papeleo que había invadido la Tierra como una mala hierba, y que ahora crecía en Marte casi con la misma abundancia. Comenzaron a organizar la vida de las gentes, sus bibliotecas, sus escuelas; comenzaron a empujar a las mismas personas que habían venido a Marte escapando de las escuelas, los reglamentos y los empujones.
Era por lo tanto inevitable que algunas de esas personas contestaran con otros empujones…

Y entre empujones a la naturaleza, y a la civilización:
- Cuénteme algo de esa civilización – dijo señalando con la mano las ciudades de la montaña.
- Sabían vivir en contacto con la naturaleza, comprendían la naturaleza. No trataron de ser sólo hombres, y no animales. Cuando apareció Darwin cometimos ese error. Lo recibimos con los brazos abiertos, como a Huxley y a Freud, deshaciéndonos en sonrisas. Luego descubrimos que no era posible conciliar las teorías de Darwin con nuestras religiones, o por lo menos así lo pensamos. Quisimos derribar a Darwin, Huxley y Freud. Pero eran inconmovibles. Y entonces, como unos idiotas, intentamos destruir la religión. Lo conseguimos. Perdimos nuestra fe y el sentido de la vida. Si el arte no era más que la sublimación de un deseo frustado, si la religión no era más que un engaño, ¿para qué la vida? La fe lo explicaba todo. Luego todo se perdió, junto con Freud y Darwin. Fuimos, y somos todavía, un pueblo extraviado.
- ¿Y los marcianos encontraron el camino? - preguntó el capitán.
- Sí. En Marte la ciencia y la religión se enriquecieron mutuamente, sin contradecirse.

los relatos nos acaban mostrando el desarrollo del contacto entre la Tierra y Marte, con una imagen que supongo intencionada por el autor: el primer relato publicado es el último tanto en su situación cronológica como en la recopilación.

Así, pues, cabría entender que las crónicas marcianas reflejan lo que podría decirse un ciclo vital planetario.

(Aunque para saber qué sucede en la Tierra y qué sucede en Marte, haya que leer las crónicas, no esta reseña.)

Créditos:
Cubierta y extractos de Crónicas marcianas, según traducción de Francisco Abelenda, tomados de la octava reimpresión (diciembre de 1985) de la primera edición (septiembre de 1975) realizada por Minotauro (pp. 237, 86, 129-130, 220, 50, 58, 143-144, 89-90)

Levantando banderín… de enganche

Este jueves es el día de la audiencia que concede Su Majestad el Rey al Presidente del Gobierno de la Generalidad de Cataluña.

En estas reuniones suele ser asunto de análisis por la prensa el tema de cómo están dispuestas las banderas, tanto la de España, como la de la región de que se trate. En este caso, Cataluña es una región que se caracteriza, junto con las Provincias Vascongadas, por abundar en ella gente a la que no le gusta la bandera de España y lo demuestra, incluso siendo cargos públicos, no colocándola donde está legal y reglamentariamente establecido.

Lo que demuestra, una vez más, lo obtuso de los nacionalismos.

En la Universidad de Valencia, en cambio, tienen otro estilo: la bandera de España, en el edificio de la calle de la Nave (antigua sede de la propia Universidad, entonces con el nombre, habitual en la época, de Estudio General), está; es más, también está la bandera de la Comunidad Valenciana, la cual tampoco es santo de su devoción, pero la forma de ofender, en este caso, dos banderas, es mediante una tercera.

En concreto, con la bandera de la Unión Europea, que está sujetada de tal modo que impide a las otras dos desplegarse, con lo que quedan prácticamente ocultas, como si no estuvieran.

Y es que incluso para ser obtusos, hay que tener un poco de estilo.

Créditos:
Fotografía de las banderas en la fachada recayente a la Plaza del Patriarca del edificio de la Universidad de Valencia, en diciembre de 2012, del autor.

Abierto, pues el tema está cerrado

A esta hora, abrían hace diez días casi todos los centros de El Corte Inglés en Valencia capital. Era domingo, y se trataba del primer domingo fuera de temporada que tenía autorizada la apertura de parte del comercio valenciano.

La causa última de ello es el acuerdo de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valencia del día 7 de diciembre de 2012, que, en pleno puente, para dar ejemplo, decidió, para cuatro ámbitos de la ciudad, pedir al Gobierno de la Generalidad de Valencia “la declaración como Zona de Gran Afluencia Turística en la ciudad de Valencia, lo que en la práctica conlleva libertad de horarios comerciales”.

Un mes después (justo pasado el tradicional periodo de fiestas navideñas), el día 7 de enero de 2013, la directora general de Comercio y Consumo firmaba la correspondiente resolución favorable a lo solicitado. La resolución salía publicada en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana (más conocido como DOCV) el viernes 11 de enero, justo a tiempo para poder abrir el domingo día 13… si no fuera por el hecho de que ese domingo ya estaba autorizada la apertura del comercio por el reciente inicio de las rebajas de invierno (antes, de enero).

Por eso, el primer día en que pudo apreciarse la medida fue, como ya he señalado más arriba, el domingo día 20.

En la citada resolución se expresan las características de las zonas que permiten la aplicación de estos criterios comerciales. Así, en relación con la zona centro de la ciudad, se dice: “En la zona de Ciutat Vella y L’Eixample también se ubican bienes de interés cultural integrados en el patrimonio histórico de la ciudad, además de constituir un área con un marcado atractivo de turismo de compras, tal como señala la letra f) del artículo 5.4 de la ley 1/2004”. Hago gracia al lector de lo que se dice de las otras zonas, y en especial, de la Zona 4, denominada Zona comercial deportiva y terciaria Norte, Estadio Ciutat de València.

Sin embargo, como en todo aquello que no deja de resultar discrecional, se presentan cosas curiosas. Por ejemplo, veamos el Tramo 3 de la Zona 1, denominada Jardín del Turia.


El plano que se acompaña es el que figura en la noticia publicada en diciembre por el Ayuntamiento de Valencia en su página de internet. Sobre la imagen correspondiente, he destacado en azul el contorno de un centro de El Corte Inglés y del Centro Comercial Aqua. Como es de esperar, ambos están dentro del perímetro y por tanto, tienen autorizada su apertura en domingos y festivos.

La foto que acompaña estas líneas muestra la perspectiva de la calle Luis Bolinches Compañ, hacia los antedichos centros comerciales (al fondo, a la derecha), y está tomada, más o menos, desde el eje de la calle, es decir, por donde pasa el perímetro de la zona autorizada (vamos, donde está el círculo rojo en el plano de más arriba).

La gran ventaja de estas delimitaciones es que los comercios de moda de la acera de la izquierda… están fuera. Sus gestores podrán ver desde los establecimientos de hostelería (que sí pueden abrir), cómo sus potenciales clientes se van a otras tiendas.

Otra opción que tienen es ir al parquecito de enfrente (a la derecha de la foto), el cual sí queda dentro de la zona autorizada. Incluso, ya en defensa y promoción de la cultura, podrán ir al Conservatorio Municipal o a los colegios de la zona (marcados sus contornos en verde), que también podrán abrir los domingos y festivos pues quedan dentro de la zona autorizada.

Los colegios y parques y jardines, sí; muchas tiendas, justo enfrente de los centros comerciales, no.

Pero bueno, todo es cuestión de organizarse, ¿no? Por ejemplo, a principios de la semana en cuestión, muchos trabajadores de El Corte Inglés aún no sabían si tendrían que trabajar ese domingo o no; ahora ya lo saben, y también las condiciones que son… que no hay.

Nota 1:
Se ve que el éxito de la medida el domingo 20 fue tal que ya se pudo apreciar el mismo sábado 19.

Nota 2:
Por si alguien tiene interés en saberlo, parece que también incluso en la Zona 4 tuvo éxito la medida.

Nota 3:
Como cosa dejémoslo en humorística, en relación con el tramo 3 de la Zona 1 con autorización para abrir los domingos, la Parroquia de los Mártires Valencianos queda… fuera.

Créditos:
Imagen del plano del documento municipal, tomado de la noticia correspondiente, sobre la que los lugares reseñados en la anotación han sido marcados por el autor.
Fotografía de la perspectiva de la calle Luis Bolinches Compañ, en Valencia, desde el eje de la calle, en enero de 2013, del autor.

Un talento esperanzador

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, se incorporará en los próximos días como asesora de la empresa «Seeliger y Conde», una firma catalana especialista en buscar «headhaunter» o «cazatalentos» para las mayores compañías del país.

Hace un par de semanas se publicó la noticia en cuestión.

No seré yo quien cuestione la capacidad de Esperanza Aguirre para ‘cazar talentos’, ni su experiencia a la hora de plantear entrevistas de trabajo y elaborar informes al respecto. Tampoco entraré en qué hayan visto los directivos de la empresa en la señora Aguirre que pueda resultar de interés, utilidad y valor añadido a la empresa.

Lo que sí puedo decir es que yo, cada vez que se habla de talentos, no puedo dejar de recordar el diálogo entre el galo Astérix y el egipcio Numerobis.


Créditos:
Primer párrafo de la noticia publicada por ABC el 14 de enero de 2013.
Tira de viñetas de la aventura de Astérix, de Goscinny&Uderzo, publicada en 1965, Astérix y Cleopatra, tomada de la antología realizada por Grijalbo/Dargaud Las aventuras de Astérix (volumen 2).

martes, 29 de enero de 2013

El tiempo pasa, pero algunos planteamientos permanecen

“[Los utópicos] se preocupan con el mayor cariño de los enfermos, y no se ahorra nada de lo que pueda ser bueno para lograr su curación, sean alimentos o medicinas. A los que sufren alguna dolencia incurable nunca les dejan solos y tratan de hallar lo que les consuele un poco, y les dan todo lo que precisen para aliviar su dolencia. Si, además, el mal es incurable y muy doloroso, los sacerdotes y magistrados influyen en el enfermo, puesto que no puede rendir ningún provecho y es una carga para los demás y para sí mismo, para que acepte la muerte con resignación, y evite la propagación de la infección y la peste, librándose de los suplicios que soporta. Con la muerte pondrá fin a su tormento. Esto es el consejo que dan los sacerdotes que interpretan la voluntad del Creador; seguirlo será una buena y piadosa obra. Los convencidos se dejan morir voluntariamente, no comiendo, o, sin que se aperciban, se les priva de la vida mientras duermen. Esta conducta no se impone a nadie, y a los que rehúsan seguirla se les prestan los mayores cuidados, pero se honra a los que por esa razón renuncian vivir. Si alguien se priva de la vida sin justificación, o sin el visto bueno de los sacerdotes o del Senado, es considerado indigno, y no lo entierran, sino que arrojan el cadáver a un pantano.

Utopía, como bien sabemos, era una isla. Y a tenor de las declaraciones de un ministro japonés hace una semana, debe de situarse muy cerca del Japón… si no se trata de la misma isla de Hondō.

Créditos:
Extracto del capítulo VII De los esclavos, de la segunda parte de la obra Utopía, de Santo Tomás Moro, según traducción de F.L. Cardona y T. Suero, para Editorial Bruguera, tomado de la edición realizada por Sarpe, como número 17 de su colección Los grandes pensadores, en 1983 (pp.133-134).

Viajeros por el mundo... fiscal

Participa usted por lo visto de esa estúpida teoría que pone en las clases pobres el origen del anarquismo. ¿Por qué ha de ser así? Los pobres han sido rebeldes, pero nunca anarquistas. Están más que nadie interesados en mantener un gobierno honrado. El pobre tiene profundas raíces en su tierra. El rico no: puede un buen día tomar el yate y marcharse hacia Nueva Guinea. El pobre ha protestado a veces contra el mal gobierno; pero el rico ha protestado contra todo gobierno. Los aristócratas fueron siempre anarquistas: vea usted el caso de las guerras feudales.

Bueno., y quien dice Nueva Guinea puede decir Rusia, Suiza,...

Créditos:
Extracto del capítulo XI Los malhechores dando caza a la policía, de El hombre que fue Jueves, de Gilbert Keith Chesterton, según traducción de Alfonso Reyes, tomado de la edición realizada por Espuela de Plata, en julio de 2010 (pág. 176).

lunes, 28 de enero de 2013

No hay lugar... a consejos ¿O sí?

Entonces yo dije:
- Amigo Rafael, por lo que habéis manifestado, no deseáis ni bienes ni poder, y yo no considero ni aprecio menos a un hombre como vos que a los que disponen de las máximas facultades de la Tierra. Pero opino que procederíais conforme con vuestra manera de ser espléndida, y también sería resolución digna de un filósofo que, sacrificando vuestra comodidad personal, dedicaseis vuestro ingenio y vuestra actividad a los negocios públicos, cosa que podríais realizar con gran provecho, entrando a formar parte del consejo de algún príncipe, donde creo que vuestros razonamientos serían siempre justos y honrados. Pues ya sabéis que el poderío de un príncipe es semejante a una fuente, de donde manan constantemente sobre el pueblo todos los beneficios y todos los perjuicios. Verdaderamente vos poseéis una ciencia tan perfecta, aunque carezca de experiencia, y una experiencia sin ciencia tan grande, que podríais ser un magnífico consejero de cualquier rey.
- Os habéis confundido dos veces, amigo Moro –me contestó–, por lo que atañe a mí y a este asunto. Carezco de las virtudes que me otorgáis, y en el caso de poseerlas y de desistir de mi bienestar, no servirían para asuntos de Estado. Primeramente, porque los príncipes se inclinan más por los asuntos militares, de los cuales no sé nada ni deseo saber, que a las artes bienhechoras de la paz, y se preocupan más de conquistar, por buenas o malas artes, nuevos reinos que de regir adecuadamente los que ya poseen. Además, los consejeros de los monarcas, o poseen tanto saber que no es necesario que sigan las opiniones ajenas, o piensan poseer tanto saber que no las admiten, excepto las tonterías que mencionan los privados del monarca, a las cuales dan su consentimiento, alabándolas creyendo obtener su afecto. Y es que la naturaleza proporcionó a todos los hombres el aprecio de sus propias obras. De forma que su polluelo sonríe al cuervo y a la mona le agrada su pequeñuelo.
«En similar compañía, donde unos rechazan las opiniones ajenas y los demás sólo conceden méritos a las suyas, si alguien presenta como ejemplo lo que leyó, que se verificó en tiempos pasados o lo que observó en tierras lejanas, los que le escuchan actúan como si hubieran de perder su fama de sabios, e incluso como si hubieran de ser considerados por necios, a menos de hallar algún fallo en la opinión ajena.»

Hoy se ha publicado que el actual Presidente del Gobierno de España tiene 578 asesores. Eso sí, 51 menos que los 629 de que 'disfrutó' el anterior.

Créditos:
Extracto de la primera parte de la obra Utopía, de Santo Tomás Moro, según traducción de F.L. Cardona y T. Suero, para Editorial Bruguera, tomado de la edición realizada por Sarpe, como número 17 de su colección Los grandes pensadores, en 1983 (pp.39-40).

Calderas de habas

El intercambio de las ideas y de los resultados es necesario para un desarrollo sano de la ciencia y de toda la vida cultural. Está claro que la intromisión de las autoridades de este país en el libre intercambio de conocimientos entre los individuos ya ha originado daños significativos. Por ahora este daño se extiende sólo sobre las disciplinas científicas, pero poco a poco se manifestará actuando en todas las formas de la producción.
Esta intromisión de las instancias políticas en la vida científica de todo el país se ha hecho flagrante al decretarse la prohibición para los científicos de viajar al extranjero, y la negativa a dejar entrar a científicos extranjeros en los Estados Unidos. Un comportamiento tan minucioso por parte de una nación de tal poderío no es más que el síntoma de una enfermedad grave.
Pues esa injerencia, organizada después de una reestructuración política, demuestra una desconfianza general y un comportamiento lleno de temor hacia los seres humanos, que obliga a abstenerse de toda publicación y vuelve sospechosa cualquier versión oral o escrita de novedades científicas.
Pero la enfermedad verdadera de la que todo lo anterior no son más que los síntomas, es un criterio que ha surgido de las gueras mundiales: tenemos que organizar nuestra vida en la paz de modo tal que en la guerra estemos seguros de la victoria.
Este punto de vista da origen a otro, según el cual es evidente que no sólo nuestra libertad sino aun nuestra existencia están amenzadas por aquel enemigo que logre mayor poder.
Y es esta idea la que da lugar a todas estas abominaciones que enumeré el principio llamándolas síntomas, y conduce casi irremesiblemente a la guerra y a la destrucción. Encontramos su manifestación más clara en el presupuesto de los Estados Unidos.
Sólo cuando hayamos logrado superar esta obsesión podremos volvernos hacia la resolución razonable del verdadero problema político: «¿Cómo contribuir a hacer segura la existencia de los hombres sobre la Tierra?»
Y todo esto, ¿por qué? Porque nadie puede librarse de los síntomas de una enfermedad sin antes haber eliminado ésta.

Según ha leído, un 22 de noviembre de 1559, Felipe II prohibía a los españoles estudiar en las universidades extranjeras.

Hay quien opina de Felipe II que era un fanático religioso (y mientras lo dice, pequeños espumarajos le asoman por la comisura de los labios), que atenazó la libertad en España y Europa.

Mientras, para el mismo tal, y similares, Estados Unidos y su sistema político, son, de siempre, un ejemplo de libertad y tolerancia.

Y es que no hay nada como estar a dieta… sobre todo, de habas.

Créditos:
Texto de Albert Einstein, que con el título Síntomas de enfermedad en la vida cultural, se publicó en Estados Unidos, en el Bulletin of the Atomic Scientist’s, en septiembre de 1952, según traducción de Sara Gallardo y Marianne Bübeck, tomado de la recopilación realizada por Carl Seelig de diversos textos de Albert Einstein bajo el título Mi visión del mundo, publicado por Orbis como número 33 de su colección Biblioteca de Política, Economía y Sociología, en 1985 (pp. 74-75)

domingo, 27 de enero de 2013

Yo también te quiero

... sin embargo,...


… prefiero que (me) la canten las chicas.

(Aunque en noviembre de este año, la canción sea ya cincuentona. ¡Quién lo diría!)

viernes, 25 de enero de 2013

Dibujos para dejar huella

Las ilustraciones de The Raven como se conocen y como siempre se han publicado no son reproducciones exactas de lo que la mano de Gustave Doré dibujó. Como se puede observar, todas ellas tienen en su parte inferior, además de la firma del artista en un lado, otra firma, o excepcionalmente dos, en el lado opuesto. Pertenecen a los grabadores, los artistas que transformaron bloques de madera en matrices para impresión de los dibujos de Doré.
El proceso (común a la generalidad de los libros publicados en la época) era el siguiente: en el exacto tamaño en que iban a imprimirse, Doré hacía sus dibujos en bloques de madera o (a lo que parece, con menor frecuencia) en papel, en este caso siendo necesario calcarlos en la madera; los bloques pasaban de seguida a las manos de los grabadores, los artistas del buril, que abrían en la madera una infinidad de rasgos increíblemente precisos y variados, transformando las líneas y los variados grises de los dibujos originales en una masa de trazos y líneas (obsérvese que no hay manchas de negro); quedaba así terminada la matriz para impresión. Pero la impresión no se hacía con el alto-relieve, sino al contrario: la tinta se derramaba sobre los bloques grabados, se limpiaba la que no entraba en los entalles, se presionaba el papel sobre toda la superficie del bloque y era de la tinta que de los entalles pasaba de donde resultaba el grabado impreso.
El referido trabajo en madera era muy lento, mucho más que el de un dibujante, por lo que Gustave Doré tenía siempre trabajando para él a numerosos grabadores. En The Raven fueron catorce, cuyos nombres son los siguientes (…):
H. Claudius, G.J. Buechner, R.A. Muller, R.G. Tíetze, W. Zimmermann, Frederick Juengling, F.S. King, T. Johnson, R. Staudenbaur, Frank French, R. Schelling, George Kruell, Victor Bernstrom y Robert Hoskin.

[De este modo, debe señalarse que el grabado de la anotación Cuentos de misterio e imaginación… ilustradora es de R. Staudenbauer (firmado abajo a la izquierda), y el que acompaña estas línes, de H. Claudius (abajo, a la derecha).]

Créditos:
Apartado Los grabadores, incluido en la edición trilingüe (inglés portugués y español), de El cuervo, con ilustraciones de Gustave Doré, realizada por Manuel Caldas (Póvoa de Varzim), en diciembre de 2009.
Ilustración Inevitabilidad, de Gustave Doré, que abre el conjunto de ilustraciones al poema El cuervo, de Edgar Allan Poe, tomada de la edición reseñada.

jueves, 24 de enero de 2013

¿Estamos, realmente, en el mismo barco?

Con ese corazón humano amaste los libros y el arte, escribiste con finísima sensibilidad, animando incluso a tu amigo, el obispo Camus, a escribir novelas. Te inclinaste hacia todos para dar a todos algo.
Ya cuando eras estudiante universitario en París, te habías propuesto no evitar ni abreviar jamás ninguna conversación con nadie por antipático y aburrido que fuera. Te habías propuesto, asimismo, ser modesto sin insolencia, libre sin hosquedad, dulce sin afectación, complaciente sin debilidad.
Mantuviste la palabra. (…)
Sacerdote, misionero y obispo, entregaste tu tiempo a los demás: niños, pobres, enfermos, pecadores, herejes, burgueses, nobles, prelados, príncipes.
Encontraste, como todos, incomprensiones y contradicciones (…).
(…) Como escribiste, «el hombre es la perfección del universo; el espíritu es la perfección del hombre; el amor es la perfección del espíritu; el amor de Dios es la perfección del amor». Por eso, para ti, la cima, la perfección y la excelencia del universo es amar a Dios.
Estás, pues, a favor del primado del amor de Dios. ¿Se trata de hacer buena a la gente? Que comiencen por amar a Dios. Una vez que este amor se haya encendido y afirmado en el corazón, todo lo demás vendrá por añadidura.
(…)
Pero ¿qué amor de Dios? (…)
En tu opinión, quien ama a Dios debe embarcarse en su nave, resuelto a seguir la ruta señalada por sus mandamientos, por las directrices de quien lo representa y por las situaciones y circunstancias de la via que Él permite.
(…)
¿Y si la Virgen confiase el Niño Jesús a una monja? Te lo preguntaste una vez y respondiste: «La monja no querría soltarlo, pero haría mal. El viejo Simeón recibió en brazos al Niño Jesús con mucha alegría, pero con la misma alegría lo devolvió en seguida. Así, nosotros, no debemos lamentar demasiado restituir el cargo, el puesto, el oficio, cuando caduca el plazo y nos lo reclaman».
En el castillo de Dios tratemos de aceptar cualquier puesto: cocineros o fregones de cocina, camareros, mozos de cuadra, panaderos. Si al Rey le place llamarnos a su Consejo privado, allí iremos, pero sin entusiasmarnos demasiado, sabiendo que la recompensa no depende del puesto, sino de la fidelidad con que sirvamos.
(…)
¡Si te oyeran los políticos! Éstos miden las acciones por su éxito: «¿Tiene éxito? Entonces, vale». Tú, en cambio, dices: «La acción, incluso si no tiene éxito, vale con tal de que esté hecha por amor de Dios. El mérito de llevar la cruz no está en el peso de ésta, sino en el modo de llevarla. Puede haber más mérito en llevar una pequeña cruz de paja que una grande de hierro.» (…)
No se torna una empresa fácil (¡es la vía de la cruz!), pero sí ordinaria: unos pocos la llevan a cabo con acciones y deseos heroicos, al modo de las águilas, que planean en los altos cielos; la mayoría la realiza con el cumplimiento de los deberes comunes de cada día, pero no de una manera común. (…)
Y, para concluir, he aquí el ideal del amor de Dios, vivido en medio del mundo: que estos hombres y mujeres tengan alas para volar hacia Dios con la oración amorosa; que tengan también pies para caminar amablemente con los demás hombres; y que no tengan un «ceño fruncido», sino caras sonrientes, conscientes de que se dirigen a la alegre casa del Señor.

Créditos:
Extractos de la carta que, bajo el título Navegar en la nave de Dios, dirigió a San Francisco de Sales Albino Luciani (luego Papa Juan Pablo I), y publicada en noviembre de 1972, tomados de la recopilación Ilustrísimos señores, según traducción de José L. Legaza, José L. Zubizarreta, Manuel García Aparisi y Gonzalo Haya, en edición de Biblioteca de Autores Cristianos del 7 de diciembre de 1978 (pp. 124-131)

miércoles, 23 de enero de 2013

Otros recuerdos de la música y la radio

.

En realidad, no es la de la radio, sino ésta, la primera canción que yo recuerdo de The Ramones (que, salvo error, es la versión que figura en la actual campaña publicitaria de un banco -por cierto, la canción también estuvo en  Aplauso-).

Sin embargo,…

martes, 22 de enero de 2013

Doctores tiene la Iglesia… y también enfermos

Yo supe de Teilhard de Chardin, como, supongo, muchos de mi generación, gracias a las clases de Religión; de Religión Católica, se entiende. Reminiscencias de aquello me llevaron, durante las Fallas de 1989, en la XII Feria del Libro Antiguo, a adquirir, al verlo, un ejemplar de Diálogo con Teilhard de Chardin, obra de Olivier A. Rabut, quien no era jesuita como Teilhard, sino dominico. La edición del libro es de marzo de 1960, y, siendo editado por la Editorial Estela, de Barcelona, cuenta con el Nihil Obstat de dicha Diócesis.

Sin embargo, como muchos otros, el libro ha estado esperando su turno de lectura, ya que por tiempo, ánimo o interés, no ha habido forma de decidirme por él (aunque también ha contado para ello una cierta dispersión física de los libros).

El caso es que de aquellos tiempos escolares sólo tengo constancia de dos cosas:
- la primera, que no recuerdo nada de lo que se me dijo o dejó de decir de Teilhard de Chardin.
- la segunda, que es la que motiva esta anotación, es que sí tengo la impresión de que entre los comentarios que se hicieron de su obra, ninguno era negativo. En esta línea, por lo que he hojeado, parece encontrarse el libro que he mencionado.

¿Y a qué viene todo esto?

Pues viene a que hace pocos días me he enterado que parte de los planteamientos realizados en su momento por Teilhard de Chardin, en particular, los de carácter teológico, claro, fueron calificados por la Iglesia como no conformes a la Doctrina Católica, por no decir, incluso, que contrarios.

Y dichas advertencias ya fueron realizadas poco después de su muerte (en 1955) –pues la mayor parte de sus obras se editaron póstumamente–, llegándose a publicar en 1962 un monitum advirtiendo de “ambigüedades e incluso errores serios, que ofenden a la doctrina católica”.

Pero claro, en seguida llegó el Concilio Vaticano II, y tras él, quienes decidieron interpretar qué se había realmente resuelto en el Concilio, facilitándose que, entre otras, entraran con todos los honores en las clases de religión católica, doctrinas y planteamientos poco católicos, como era el caso de los de Teilhard de Chardin.

Este año se celebra el Año de la Fe, con numerosas actividades pastorales, entre ellas, unas jornadas organizadas por Escuelas Católicas. La noticia de estos días, y más aún, de hoy, es que ninguna de las convocatorias cuenta con el visto bueno de los obispos de las diócesis afectadas por incluir en el programa y entre los ponentes, posturas contrarias al Magisterio de la Iglesia. Su realización final, por tanto, depende de la reconducción de las jornadas al… catolicismo.

Y es que tal vez, tras los famosos “signos de los tiempos”, haya llegado el “tiempo de los signos”.

domingo, 20 de enero de 2013

No hay lugar… a dudas

Sería demasiado extenso contar todas las cosas que Rafael nos narró acerca de lo que observó en cada uno de los países que recorrió y tampoco es ésta la finalidad de la presente obra. Tal vez en otro libro lo relataremos con todo detalle y expondremos lo que es necesario saber, como son las leyes y las ordenanzas rectamente dictadas observadas por aquellos pueblos para vivir de forma más perfecta. Efectivamente, le preguntamos ávidamente sobre tales cosas, y él, con toda amabilidad, satisfizo nuestra curiosidad. No pensamos en ningún instante en los monstruos, los cuales ya son muy sabidos. Pues las rapaces Escilas y Celenos, los lestrigones antropófagos, y los otros grandes portentos de igual especie, se hallan casi en todas partes, y, en cambio, ciudadanos inteligentemente regidos es muy difícil hallarlos.

A finales de 1516, se publica en Lovaina la obra De optimo statu reipublicae deque nova insula Utopia, más conocida, abreviando, como Utopía.

A punto de cumplirse el medio milenio de su publicación, bien puede decirse que estas consideraciones de Santo Tomás Moro no sólo no han perdido vigencia, sino que, tristemente, son de plena actualidad.

Créditos:
Extracto de la primera parte de la obra Utopía, de Santo Tomás Moro, según traducción de F.L. Cardona y T. Suero, para Editorial Bruguera, tomado de la edición realizada por Sarpe, como número 17 de su colección Los grandes pensadores, en 1983 (pp.36-37)

sábado, 19 de enero de 2013

Cuentos de misterio e imaginación… ilustradora

A punto de acabar el año, di la referencia de una exposición, Las oscuras raíces de los cuentos, que estaba a punto de acabar, aunque continuó unos cuantos días más, los suficientes como para que yo pudiera verla. La exposición había estado, antes, en la librería de tebeos y cómics Futurama, momento del que he encontrado esta interesante reseña.

Gracias a URUMO, sabemos que uno de los ilustradores de la exposición, David Aguado, tiene un blog, en el cual publicó, además de las referencias a las exposiciones, una anotación sobre sus ilustraciones de cuentos de Edgar Allan Poe.


No es la primera vez que aparecen en estas páginas ilustraciones de cuentos de Edgar Allan Poe, por lo que, para contrastar, que no comparar, estilos, cabe recordar cómo plasmó Miguel Calatayud, en forma de historia gráfica, en la revista Trinca, La máscara de la muerte roja.

Tras todo lo cual, conviene recordar que hoy se celebra el aniversario del nacimiento de Edgar Allan Poe, lo que puede hacerse con una ilustración de otro grande, Gustave Doré.

Créditos:
Fotografía de los dibujos de David Aguado ilustrando La máscara de la muerte roja, recogidos en la exposición Las oscuras raíces de los cuentos, en Casa del Libro, en Valencia-Ruzafa, en enero de 2013, del autor.
Imagen de una ilustración de Gustave Doré, de El cuervo, tomada de la edición trilingüe (inglés portugués y español), realizada por Manuel Caldas (Póvoa de Varzim), en diciembre de 2009.

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Restos de… ejercicio

En esta  anotación, y sin más comentarios, algunos restos de los libros adquiridos el pasado ejercicio que aún no han sido ‘presentados’ en estas páginas.




...










Créditos:
Cubiertas de los libros en cuestión.

viernes, 18 de enero de 2013

Cristal ¿transparente? por el que se mira

Hace dos semanas pude ver lo que se refleja en la fotografía adjunta, cristales que son, salvo error, de un despacho muy importante del Ayuntamiento de Valencia.

¿Se trata de un primer paso en conseguir la famosa ‘transparencia’ en la Administración pública’?

(Claro que, entonces, ¿qué hacemos con los visillos?)

Créditos:
Fotografía del momento en el que están limpiando los cristales de una ventana en el edificio principal del Ayuntamiento de Valencia, en enero de 2013, del autor.

jueves, 17 de enero de 2013

Noventa tristes grados

“Wednesday, January 17. Camp 69. T. -22º at start. Night -21º. The Pole. Yes, but under very different circumstances from those expected. We have had a horrible day –add to our disappointment a head wind 4  to 5, with a temperature -22º, and companions labouring on with cold feet and hands.
We started at 7.30, none of us having slept much after the shock of our discovery. We followed the Norwegian sledge tracks for some way; as fas as we make out there are only two men. In about three miles we passed two small cairns.

Y es que a media tarde del día anterior “[Bowers] detected a black speck ahead. Soon we knew that this could not be a natural snow feature. We marched on, found that it was a black flag tied to a sledge bearer; near by the remains of a camp; sledge tracks and ski tracks going and coming and the clear trace of dogs’ paws –many dogs. This told us the whole story.The Norwegians have forestalled us and are the first at the Pole. It’s a terrible disappointment, and I am very sorry for my loyal companions.

Y así, aunque, ya en 1912, la expedición de Scott también alcanzara el Polo Sur, no hubo alegría:
Great God! This is an awful place and terrible enough for us to have laboured to it without the reward of priority.


Ahora ya, sólo quedaba regresar:
Now for the run home and a desperate struggle. I wonder if we can do it.

Créditos:
Extractos de las anotaciones correspondientes a los días 17 y 16 de enero de 1912, de los Diarios del Capitán Robert Falcon Scott, tomados de la edición realizada en 2005 por Max Jones de Journals. Captain Scott’s Last Expedition, y publicada por Oxford University Press en su colección Oxford World’s Classicss, en 2006 y reimpresa en 2008 (pp. 376-377).
Fotografía de los cinco integrantes de la expedición, realizada por el Teniente Bowers, tomada del antedicho libro, donde está publicada con permiso del Scott Polar Research Institute de la Universidad de Cambridge.

martes, 15 de enero de 2013

Recuerdos de cuando oía la música en la radio


La publicidad del recopilatorio de COPE me ha recordado esta canción de The Ramones, que no oía desde, prácticamente, su lanzamiento. Quien la ha sugerido para el recopilatorio de una radio es, lógicamente, Ramón… García.

lunes, 14 de enero de 2013

¿Un mero juego de palabras?

Una de las cosas que he observado en las adaptaciones cinematográficas de las aventuras de Tintín no es que recojan o no (mejor dicho, no recojen) la totalidad del álbum; es que en ocasiones lo muestran justo al revés.

Por ejemplo, en Tintín en América a Tintín le hacen una proposición de las del tipo ‘que no podrá rechazar’.


Sin embargo, en la adaptación como película de animación, el diálogo es muy distinto:
- Soy el Jefe de la Asociación de Amigos de Al Capone.
- La Asociación de Amigos de Al Capone. Ya sabía yo que todo esto era un montaje. Y usted no es más que un gangster.
- Prefiero que se me califique como miembro del Sindicato.

Lo que no deja de ser más interesante… dado lo que hacen por aquí algunos miembros de sindicatos.

Créditos:
Viñetas de Tintín en América, segunda aventura de Tintín, obra de Hergé, tomada de la décimo novena edición, de 2003, realizada por Editorial Juventud.
Diálogo (en español) de la película de animación Tintín en América, dirigida por Stéphane Bernasconi, basada en el álbum de Hergé del mismo título, y producida por Ellipse Programme y Nelvana Limited, en 1991.

domingo, 13 de enero de 2013

Llegaron los Reyes, pero…


¿dónde he puesto los regalos?

Créditos:
Fotografía de un par de tazas con diseño de Marina Reis Ramos, regalo de Reyes que sí tengo localizado, del autor.

jueves, 10 de enero de 2013

Sin pausa… para las prisas

Hace justo siglo y medio se inauguraba en Londres lo que se ha demostrado como el más eficaz medio de transporte urbano: el metro.

Bien diseñado y gestionado es una forma perfecta para quienes tienen que desplazarse por la ciudad, incluso, o especialmente, para quienes tienen prisa.


Aunque no todas sus instalaciones sean apropiadas para la prisa.

Créditos:
Fotografía de las indicaciones de las escaleras de la salida de emergencia en la estación de Russell Square (salvo error), del Metro de Londres, de octubre de 2006, del autor.

Nace un nuevo periodismo

Aunque no sea ahora, sino más bien, hace 84 años.

Un día que, casualmente, también fue jueves.

Lo curioso es que en su cédula de identidad no figura el día, sino sólo el año (salvo que queramos interpretar la primera ‘X’ como un número romano).

En las páginas del suplemento infantil del periódico belga Le Petit Vingtième, en forma de tira de cómic, comenzó su primera aventura en su calidad de periodista de investigación, Tintín en el país de los Soviets, álbum que, precisamente, hace no sé cuánto tiempo tengo ilocalizado.

Esclavistas, gangsters, traficantes de droga, conspiraciones políticas y revolucionarias,… hasta viajes espaciales, incluyendo visitas de extraterrestres; su periodismo de investigación (aunque no hayamos leído los artículos publicados) nos ha ilustrado acerca de lo complicado que está el mundo.

También para él, que se ha visto incluso denunciado ante los tribunales, y no por Hernández y Fernández, sino de verdad, aunque al final, el sentido común se ha impuesto.

Superado, satisfactoriamente, este obstáculo, ya sólo falta averiguar cuándo se publicará el famoso álbum aún inédito, sobre sus investigaciones en España. Aunque me temo que sus aventuras por aquí requerirían no de un álbum o dos, sino de bastantes más.

Créditos:
Fotograma de la película de animación El secreto del Unicornio, dirigida por Stéphane Bernasconi, basada en el álbum de Hergé del mismo título, y producida por Ellipse Programme y Nelvana Limited, en 1991.

jueves, 3 de enero de 2013

Cuántas vicisitudes para… empezar en un agujero


«De hecho, soy un hobbit en todo menos en el tamaño.», le dijo una vez a alguien que lo entrevistaba y había notado la semejanza. «Me gustan los árboles, los jardines, las tierras agrícolas no mecanizadas; fumo en pipa y gozo con la comida buena y sencilla –no con la refrigerada–, pero detesto la cocina francesa. Me gustan los chalecos y hasta me atrevo a usarlos en estos tiempos aburridos. Soy muy aficionado a las setas frescas, tengo un sentido del humor muy sencillo (que incluso mis críticos más favorables encuentran agotador). Me acuesto tarde y, si es posible, también me levanto tarde.

John Ronald Reuel Tolkien, primer hijo de Arthur y Mabel Tolkien, nació una cálida manaña de domingo de 1892; fue un parto difícil.

J.R.R. Tolkien nació el 3 de enero de 1892. Era pequeño y enfermizo. Su salud fue motivo de suma preocupación. De niño, reaccionaba mal al calor y a la falta de humedad, aunque el clima de Bloemfontein se consideraba saludable para quienes tuvieran problemas respiratorios; todavía es lugar de descanso para inválidos y convalecientes.

El único hermano de Tolkien, Hilary, nació en febrero de 1894; también resultó un niño enfermizo. A los tres años de edad, Tolkien aún no superaba su delicado estado de salud; tampoco mostraba señales de que fuera a mejorar. Entonces, después de mucho pensarlo, se decidió que Mabel Tolkien volvería a Inglaterra con sus hijos. Regresaría con ellos si consideraba que ya estaban lo bastante fuertes para soportar ese clima cálido y seco, o bien se quedaría en Inglaterra a la espera de que Arthur Tolkien renunciara a su cargo en el banco de Bloemfontein y encontrara un trabajo semejante en Birmingham.
En abril de 1895, con suma reticencia, la familia Tolkien se separó. Separarse de su padre a tan tierna edad y en circunstancias tan tensas fue una experiencia dolorosa para Tolkien. Un recuerdo especialment epenoso: el que pintaran, cuidadosamente, A. R. Tolkien en el gran baúl de viaje. Con asombrosa intuición y no menor madurez para sus años, el joven Tolkien advirtió entonces que jamás volvería a ver a su padre.

Se establecieron en Sarehole, un pueblo rural en las afueras de Birmingham. (…)
Sarehole, en la última década del siglo diecinueve, era como una isla de tradición a punto de quedar sumergida en un vasto mar de cambios. (…) Unos pocos bolsones de la vieja Inglaterra rural del siglo diecinueve se resistían tenazmente y se aferraban a las viejas costumbres.

El cambio de clima, aparentemente, ayudó a Tolkien y a su hermano Hilary a mejorar de salud. A los siete años, Tolkien era robusto y alto para su edad. Le gustaba jugar en la calle y dar largas caminatas por el campo. Era un niño tímido, algo desgarbado. Nunca consiguió amigos íntimos; (…).
Todo lo de Sarehole fascinaba a Tolkien. Compraba caramelos a una mujer desdentada que atendía el kiosco de la aldea y le gustaba contemplar al viejo molinero mientras convertía trigo en harina y a los campesinos mientras trabajaban en los campos. Sus frecuentes caminatas por la campiña –costumbre establecida y estimulada por su madre– le inculcaron un amor profundo, reverente, por la naturaleza. A Sarehole no la perturbaban ni fábricas ni motores ni subdivisiones de suburbio ni trastornos sociales; era un escenario idílico para crecer.

Tanto Sarehole como Bloemfontein marcaron profundas huelas e impresiones en Tolkien:
Sarehole fue la visión de Tolkien del «paraíso perdido». En cierta ocasión relató que tuvo «una extraña sensación de volver a casa cuando, a los tres años, llegó por primera vez a ese pueblo de Warwickshire. Sarehole tenía «buenos arroyuelos, olmos y piedrecillas» la rodeaban campos abiertos y granjas, aunque en la distancia se alcanzaban a ver los humos de Birmingham. Se cree que Shakespeare visitó Sarehole en sula juventud y que no había cambiado mucho desde entonces.

Bloemfontein, al parecer, produjo una honda impresión en el joven Tolkien. Durante toda la vida recordó con suma precisión muchos fragmentos de esos primeros años. Tolkien creía que el hecho de haber nacido en Sudáfrica y ser desarraigado muy joven con el traslado a Inglaterra ayudó a estimularle la imaginación y la memoria. El contraste entre la desierta llanura africana y las amables y verdes colinas de Inglaterra parece haber disparado creatividad y precocidad.

Es sabido que las facultades de imaginación, memoria, creatividad y precocidad necesitan de la disciplina para dar frutos; sin embargo…
Era un escritor desorganizado, un postergador incorregible, un trabajador de notoria lentitud, una persona que se creaba sus propias distracciones. Cuando intentaba escribir, solía divagar y dibujar, o trabajar en lenguas élficas o practicar caligrafía con trazos meticulosos, negros, casi ilegibles. Confiaba, por otra parte, en que alguna visita de amigos o de parientes pudiera liberarlo y le permitiera dejar de lado el trabajo.

Por lo que no resulta extraño que…
«In a hole in the ground there lived a Hobbit» [«En un agujero en el suelo vivía un hobbit»], eso es lo que el profesor J. R. R. Tolkien escribió un día en una hoja de papel, cansado de corregir exámenes de inglés antiguo de sus estudiantes de la Universidad de Oxford. Siempre les contaba cuentos a sus hijos y esta frase le pareció un buen principio para el de esa noche, así que lo apuntó en un cuaderno y, acto seguido, continuó con su trabajo.

Y de este modo, gracias a una ‘distracción’,…
Muchos años después más tarde, Sarehole se transformaría en la amada Shire [Comarca] de Tolkien y sus habitantes en los hobbits. (…) «La Comarca», confesó Tolkien, «se parece mucho a la clase de mundo en el cual por primera vez fui consciente de las cosas».

Créditos:
Detalle de la fotografía de la cubierta, y extractos del Prólogo. El viejo profesor y del primer capítulo El Joven. 1892-1911, de la obra J.R.R. Tolkien. El arquitecto de la Tierra Media, de Daniel Grotta, según traducción de Óscar Luis Molina, tomados de la segunda edición publicada por Editorial Andrés Bello, en febrero de 2002 (pp. 13, 21, 27, 29, 29-30, 31-32, 30, 27, 15 y 32).
Inicio del relato El presidente Eisenhower y la rebelión de un hobbit, de Santiago Posteguillo, incluido en la obra La noche en que Frankenstein leyó el Quijote, editada, por primera vez, en septiembre de 2012 por Planeta (pág. 159).

miércoles, 2 de enero de 2013

A niveles de principi…antes

La portada de Libertad Digital de hace un rato nos mostraba esta maravillosa noticia.


Y es que, si la Bolsa y demás indicadores financieros no se quedan a niveles de principios de año, un día 2 de enero,…

Créditos:
Detalle del ‘pantallazo’ de la portada de Libertad Digital, cuya última actualización había sido poco antes de las once de la noche de hoy.

Alit lectio: Todo otro viaje

En el tebeo la historia queda muy clara, y la división de la historia en tres partes está bien realizada.
Sin embargo, en el tebeo acortan muchas partes de la historia. Por ejemplo, la batalla de los Cinco Ejércitos, en el libro dura unas diez páginas, y en el tebeo, dos.
Los dibujos, la verdad, es que no están ni muy bien dibujados ni muy mal.

(Comentario de mi hijo sobre la adaptación gráfica del libro del momento, El hobbit, que también acaba de leer.)

Créditos:
Cubiertas de los tres volúmenes en que se plasmó la adaptación gráfica de El hobbit, de J.R.R. Tolkien, realizada por Charles Dixon con ilustraciones de David Wenzel, y publicada con traducción de Lorenzo Díaz, por Norma Editorial en 1991.
Viñeta que ilustra el primer encuentro entre Gandalf el Gris y Bilbo Bolsón, con la discusión lingüística que entablaron.