jueves, 7 de noviembre de 2019

Vos cum sitis mali

Por un tuit de Luis del Pino me enteré el domingo de la existencia de un tal Lucas como daño colateral de las elecciones del próximo domingo 10 de noviembre.

Tras un cierto tiempo para superar tal impresión, acabé pensando que no podía sino tratarse de algún mensaje subliminal, y llegué a la conclusión de que en realidad nos estaba dirigiendo hacia el Evangelio de San Lucas, pero ¿a qué pasaje en concreto?

Ayer me vino la inspiración.

La clave del pasaje era la fecha de las elecciones: el 10 de noviembre señalaba el capítulo 10, versículo 11; o el versículo 10 del capítulo 11 (a saber, tratándose de Rivera). Y ambos existen.

Precedido por «en la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y decid:» tenemos el versículo 11 del capítulo 10:
«’Sacudimos sobre vosotros hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a nuestros pies. Sabed, de todas formas, que el Reino de Dios está cerca.’»
Y a continuación: «Os digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad.»

Por otro lado, el consejo «Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá», nos lo explica el versículo 10 del capítulo 11:
«Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abrirán.»
Y termina dejando las cosas claras: «Si, pues, vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»

La exégesis de todo esto (si la hay), ya se la dejo a cada uno.

Créditos:
Extractos del Evangelio según San Lucas (10, 10-12 y 11, 9-10, 13), tomados de la Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer, de la biblioteca del autor.
En el título, fragmento del antedicho versículo 11,13 del Evangelium secundum Lucam, tomado de la Biblia Vulgata, en edición de Colunga-Turrado, publicada por Biblioteca de Autores Cristianos (duodécima edición, de 2005), de la biblioteca del autor.

viernes, 1 de noviembre de 2019

40 años, otros


Hace 40 años entré en la Universidad Politécnica de Valencia.

Aunque el primer día asistí por la mañana, en realidad quedé integrado en un grupo con las clases por la tarde, por lo que en cuanto pude, pedí el cambio a la mañana. Seguí asistiendo por la tarde, hasta que se me informara del cambio o no cambio.

Sin embargo, la información como tal no me llegó, pero sí me enteré de que el cambio se había aceptado cuando en la corrección de unos trabajos de dibujo en vez de una calificación deprimente figuraba la observación de que yo no formaba parte de ese grupo de la tarde. Total, que se me dijo en qué grupo figuraba, y al día siguiente me presenté a clase, ya por la mañana.

El caso es que eso sucedió un 31 de octubre, y el día siguiente, Todos los Santos, resultado de una decisión tomada por un gobierno de aquella centrista UCD, no fue festivo en 1979. Y yo me presenté en clase.

Donde pude leer una gran nota en la pizarra en la que se expresaba que los alumnos sí hacían fiesta, pero que volverían a clase el día 2. Y así sucedió.

Lo significativo de aquello es que, como fácilmente se puede comprobar, el primero de noviembre de 1979 fue jueves, y la decisión de los alumnos les dio opción a un sobrevenido puente.

Pero el viernes fueron a clase.

Esta semana, cuarenta años después, un hatajo de cafres se han dedicado a bloquear las universidades en Cataluña, impidiendo violentamente la actividad inherente al concepto de Universidad.

Si esto ya es grave, peor es el error de concepto que demuestra la respuesta de otro hatajo de individuos, cuyo tratamiento oficial es el de Magníficos, a pesar de confirmar (nuevamente) que quien mejor lleva ese nombre es el famoso Pijus Magnificus.

O tempora, o mores.