lunes, 20 de agosto de 2012

Sí, scripta manent, pero...

Cuando ambos escritores se paseaban por el jardín, [Thomas] Hardy se detuvo en un rincón del invernadero y le contó [a Robert Ranke-Graves] que en cierta ocasión estaba podando un árbol cuando de pronto le vino una idea para un relato, la mejor que le hubiera venido jamás, y se le había ocurrido casi completa, con todos los personajes, escenarios e incluso una parte de los diálogos. Pero como en ese momento no tenía consigo lápiz ni papel y tenía que apuntalar bien el árbol antes de que el tiempo cambiara, no pudo anotar nada. Cuando estuvo otra vez sentado a su escritorio y quiso escribir la historia, todo había desaparecido. «Lleve usted siempre consigo lápiz y papel –dijo Hardy, y añadió–: Por supuesto que ya no podría escribir la historia, aunque se me ocurriera de nuevo. La época de escribir novelas ha pasado para mí. Pero a menudo pienso en lo buena que fue aquella idea.»

Hace mucho tiempo, los Reyes Magos me dejaron en casa de la mayor de mis hermanas una libretita que entendimos que era para que apuntara en ella las ideas que se me fueran ocurriendo para cuentecillos y relatos.

El problema es que la goma que abraza las tapas junto con las hojas sigue en la misma posición de entonces.

Créditos:
Extracto del capítulo Libros que nunca fueron escritos, de la obra de Alexander Pechmann La Biblioteca de los Libros Perdidos, según traducción de Juan José del Solar, en edición de enero de 2011 de Edhasa (pp.107-108).

3 comentarios:

  1. Pues muy mal porque el objetivo era que apuntaras todos aquellos "cuentecillos" que nos contabas y que tenían mucha gracia y tan originales eran; ¿y si se te olvidan?, ¿a dónde van a ir a parar semejantes ideas?. Ya debería estar completo y ya deberías haber pedido otro, así que ¡venga, venga, ponte a escribir ya mismo!.

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  2. Ya lo dice el refrán: Más vale lápiz corto que memoria larga.

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  3. vinagre63:
    Pues creo que esos relatos irán a formar parte de la biblioteca descrita en el libro... Así, al menos, estarán publicados, ¿no?
    Bueno, vale, veremos qué se puede hacer.

    caraguevo.
    Sí, y el caso es que quise apuntar una vez unas cosas... pero no recordaba dónde había dejado la libretita.
    Hasta ahora... en que he podido publicar la anotación. ¡Algo es algo!

    Un saludo a ambos.

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