En una de las obras expuestas,
Moisés sostiene, lógicamente, las Tablas de la Ley (aunque en este caso sea sólo
una), con los Diez Mandamientos escritos en latín y numerados, naturalmente,
del uno al diez. La tabla no está fechada, pero es de mediados del siglo XVI.
Al verla, me vino a la
memoria una exposición de los Diez Mandamientos que también me llamó la atención.
Era en Londres, en la antigua Iglesia del Temple, en octubre de 2006. El texto
está en inglés, por lo que es más reciente que la iglesia, y también tiene
numerados los mandamientos del uno al diez. Sin embargo…
Además del idioma y de
que, por cuestiones de espacio, el panel londinense se explaya más en el texto
de los Mandamientos, ¿alguien encuentra alguna otra diferencia?
Y sobre todo, ¿alguien
sabría decirse el porqué de la diferencia?
Créditos:
Fotografía de detalle de la
obra Moisés, óleo sobre tabla de Juan de Juanes, expuesta en el Museo de Bellas
Artes de Valencia, correspondiente a la tabla con el Decálogo, de ayer, día 25
de agosto de 2012, del autor.
Fotografía del panel con
el Decálogo existente en la Iglesia del Temple, en Londres, de octubre de 2006,
del autor.
¿Que algunos son mucho más largos en su redacción? porque a esa distancia, lo que se dice leer el texto, al menos yo, soy incapaz, y si la diferencia está en lo que dicen...
ResponderEliminarY será, porque en inglés todo es más difícil de explicar, además de entenderlo y de hablarlo (al menos para mí).
vinagre63:
ResponderEliminarSi pinchas sobre las imágenes se ven ampliadas, y en una pantalla normal se puede leer qué pone, incluso en inglés y a pesar de los reflejos que molestan en alguna zona.
Pero la diferencia en la literalidad ya está dicho que no cuenta.
La diferencia por la que pregunto es otra.
Un saludo.
Los protestantes cuentan los mandamientos de forma distinta a los católicos.
ResponderEliminarEllos desdoblan el primer mandamiento, que para nosotros es amarás a Dios sobre todas las cosas y para ellos es 1) Amar a Dios sobre todas las cosas y 2) No fabricar ídolos.
De manera semejante, su noveno mandamiento, que es no codiciar, está dividido para los católicos en 9) No codiciar a la mujer del prójimo y 10) No codiciar los bienes ajenos.
Es decir, son lo mismo pero organizados de forma distinta y subrayando cosas distintas. La versión protestante es la usada por los judíos posteriores al cristianismo y fue adoptada por Lutero y compañía para decir que los católicos eran idólatras. En sí no hay nada de malo en ella, y creo que San Agustín utilizaba una similar, lo malo es la interpretación errónea que hacen del tema de los ídolos.
Por supuesto, esto es un resumen, porque hay muchas cuestiones relacionadas con el tema.
Saludos.
Bruno:
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita y por la explicación.
Sobre las otras cuestiones relacionadas... ya contarás ;-)
Un saludo.