Hace ya bastantes años, a
finales de septiembre, un grupo de amigos nos fuimos en un Ford Fiesta a
París. Un domingo, cuando bajábamos a desayunar nos encontramos con un francés…
y nadie más: ese fin de semana era cuando se había atrasado la hora, y claro,
nos habíamos convertido, involuntariamente, en madrugadores.
Este recuerdo horario me
vino a la memoria el pasado lunes cuando vi en la marquesina de una parada de
autobús un anuncio de Adidas con escenas de diversos deportistas en distintas
ciudades y momentos del día. El caso es que aún no sé qué hora es la de
Chicago.
Por la tarde de ese
lunes, también tuve otra sesión horaria: hicimos tarde pues comprobamos la hora
en el móvil de mi hija, el cual… aún llevaba la hora de Londres.
Así, pues, no es de
extrañar el desajuste horario que llevo esta semana.
Créditos:
Detalle del anuncio de
Adidas, del autor.
Se ve claramente que hay un error, sobra el uno del principio.
ResponderEliminarLa hora es la 3.14, que es la hora pi, y cuando suena pi es que empieza la carrera y: ¡Aaaa moveeer!, de ahí el AM final.
Un saludo
¡Ah! Debe ser eso, porque la otra versión, es decir, que a las 3:14 AM hay que despertarse porque uno se está haciendo pi-pí, no creo que sea para muchos anuncios, al menos, deportivos.
ResponderEliminarPor cierto, me acabo de dar cuenta de que ya sale bien la hora en los comentarios. ¡Y sin hacer nada! Ya nos parecemos a Rajoy...