“Tales fueron los
primeros establecimientos de donde parece haber salido la ciudad de Roma. Esta
no fue, hablando con propiedad,fundada de una vez como cuenta la leyenda:
edificar Roma no ha podido ser obra de un día. ¿De dónde procede, pues, su
preeminencia política, tan precoz entre las demás ciudades latinas, siendo así
que todo parecía impedirlo por la constitución física del suelo? En efecto, el
suelo es en Roma menos sano y menos fértil que en las inmediaciones de las demás
ciudades del Lacio. Allí no prosperan ni la viña ni la higuera, y las fuentes
vivas son raras y pobres. (…) El territorio estaba además expuesto a las
frecuentes inundaciones del río, que no tenía una corriente lo bastante rápida
hacia el mar y que, al verse engrosado por los torrentes que bajan de la
montaña en la estación de las lluvias, refluía a los valles y a las depresiones
del terreno que media entre las colinas, formando allí numerosas marismas. Por
sí misma, esta región no ofrecía atractivo alguno al emigrante. Hasta los
antiguos reconocían que si la colonización se había establecido en aquel suelo
malsano y poco fértil, no había sido espontánea y naturalmente; en una palabra,
que solo la necesidad o un motivo especial e imperioso había podido determinar la
fundación de Roma. La leyenda parece también acreditar la extravagancia del
hecho; de aquí la fábula de la construcción de la ciudad por una cuadrilla de
tránsfugas procedentes de Alba al mando de dos príncipes de sangre real, Rómulo
y Remo. ¿No debe verse en este cuento el esfuerzo sencillo de la historia
primitiva intentando explicar el raro establecimiento de Roma en un lugar tan
poco favorecido por la naturaleza, y queriendo al mismo tuempo enlazar los orígenes
de la ciudad a los de la antigua metrópoli
del Lacio? La historia verídica y severa debe ante todo desechar todas estas fábulas
que ni siquiera tienen el mérito de un bosquejo poético. Pero al avanzar, no se
le podrá negar que saque del examen de las circunstancias locales, si no el
relato exacto de la fundación de Roma, por lo menos la razón de sus progresos
tan admirables y rápidos, y la explicación del rango que ha ocupado entre las
ciudades del Lacio.”
Pues a pesar de todo
esto, hace 07:53 horas que ha finalizado el día en el que se celebra la efemérides
de la fundación de la ciudad de Roma.
Créditos:
Extracto del capítulo IV
Orígenes de Roma, del Libro I Desde la fundación de Roma hasta la caída de los reyes,
de la Historia de Roma, de Theodor Mommsen (tercera edición de 1861), según la traducción
de A. García Moreno (de 1876), tomado de la edición de RBA Coleccionables en
2005 para la colección Grandes obras de la cultura (pp. 71-72)
Fotografía de la Loba
Capitolina, con Rómulo y Remo, en los Museos Capitolinos de Roma, de septiembre
de 2011, del autor.
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