“Inscrito
con el número 1 en el Registro de Publicaciones Infantiles de la Dirección
Gral. de Prensa”
El otro día, entre un montón de tebeos
que resistían al tiempo en casa de mi hermana, encontré, claro, el güeno: un TBO, un ejemplar del número 2.201, del 22 de octubre de 1976, ya
con la cabecera TBO 2000.
Diez días más tarde, el lunes 2 de julio,
en En casa de Herrero (min. 29:05 y ss.), entrevistaban a Rosa Segura Serra,
quien fue secretaria de dirección en la Editorial
TBO, con motivo del reciente descubrimiento de por qué el tebeo se llamó TBO.
La entrevista fue muy simpática, partiendo
del libro de memorias que había publicado, y que por gracia de la industria
editorial, se tuvo que autoeditar ella misma, y que se puede conseguir sólo
dirigiéndose a ella, que es quien tiene los aproximadamente 50 ejemplares que
le quedan.
“Lo que se pretendía era sencillo: fundar
un periódico festivo infantil para entretener. Esto a algunos pedagogos les ha
parecido alguna vez poco sustancial, pero nosotros estamos convencidos de que
las revistas infantiles tienen sólo que llenar las horas de recreo, es decir,
los momentos de ocio. (…) Llena ese momento que se produce cuando el niño no
sabe qué hacer. Entonces tiene que echar mano de una revista infantil que,
aunque no le forme, le distraiga y le haga coger suficientes ímpetus para que
cuando comience a estudiar no se encuentre demasiado desconectado de la letra
impresa. Porque no tenemos que olvidar una cosa: las revistas infantiles han
enseñado a leer. Los lectores actuales de libros, han sido grandes lectores de
revistas infantiles. Entonces, ellos, lo que han hecho es un aprendizaje cara a
otras lecturas más profundas y necesarias.”
En el mismo año del ejemplar antedicho, “un
grupo de alumnas del colegio Cardenal Spínola, cuyo centro publicaba una
revista escolar, acudió, previa cita con Albert [Viña Tous, director de TBO], a hacerle una entrevista. En
exclusiva y sin cobrar.”
Como Rosa Segura comenta en la entrevista, el inicio del declive del TBO coincide con el auge de la televisión, y viendo
la respuesta que dio el director del tebeo, bien se puede decir que, además,
comenzó el declive de la lectura infantil y juvenil.
Como puede deducirse, poco después de oír
la entrevista, pedí el libro,… el cual me ha llegado hoy.
Créditos:
Cabecera de un ejemplar
de TBO.
Portada, dedicatoria de la autora y extracto de
Ediciones TBO, ¿dígame? Memorias secretas de una secretaria, de Rosa Segura
Serra (pp. 195 y 194).
Según me comenta la autora, como consecuencia de la entrevista, lleva remitidos ya ocho ejemplares.
ResponderEliminarLo que se hace público como general advertencia para los interesados.
Si vuelves a echar un vistazo a la foto de mi magnífica estantería con puerta-cubre-radiador, verás que a la izquierda hay unas guardas de cartón azul dentro de las cuales se encuentran toda mi colección de TBOs.
ResponderEliminarMe gustaba mucho este tebeo.