En general, ha sido la madre quien
transmitía la educación y cultura a los hijos. Hace algo más de 2.000 años, a
una niña llamada María se lo transmitió su madre, llamada, según la tradición,
Ana.
Si bien no hay documentación fehaciente
acerca de las identidades y vidas de los padres de la Virgen María, la tradición,
apoyándose en antiguos textos, viene en conocerlos como San Joaquín y Santa Ana, cuya memoria, tras la última reforma litúrgica, se celebra, conjuntamente,
hoy mismo. No entraré, pues, en cuestiones de tradición o casi legendarias.
Sin embargo, sí quiero decir que no es
legendaria sino bien real la calidad humana de una arquera, puro acero
toledano.
Felicidades a ella (y a nosotros por
contar con su amistad).
Créditos:
Imagen de Encuentro de San Joaquín y Santa Ana en la Puerta Dorada, detalle del retablo de la Catedral de Évora,
obra del círculo de Gerad David (finales del s. XV), expuesta en la exposición Primitivos. El siglo dorado de la pintura portuguesa. 1450-1550, realizada este otoño
pasado en el Museo de Bellas Artes de Valencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario