Una colaboración cultural
habitual en Madrid ha sido desde hace no sé cuántos años, la establecida entre
el Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid. Un ejemplo de dicha
colaboración es la celebración de exposiciones en ambas sedes, la del Museo y
la de la fundación. Una de ellas, por ejemplo, fue la de La sombra, allá por el
lejano año de 2009.
Como ya hemos publicado
aquí, la sede de la Fundación Caja Madrid está en la sede original de Nuestra Señora del Santo Monte de Piedad de las Ánimas, que acabó siendo la Caja de
Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, luego Caja Madrid. En la noticia enlazada
en la anotación en cuestión se puede leer que en los primitivos montes “en
ocasiones se cobraba un pequeño interés en especie, pero habitualmente se
aceptaba una prenda como garantía”, lo que también contempló el Padre Piquer
para su Monte de Piedad: “También permitía el empeño o el depósito de los
objetos valiosos de las familias pobres”.
Por ironías de la vida,
la sombra de la crisis también ha hecho mella, no en el Museo Thyssen, sino en
la economía de la personalidad a él asociada, la Baronesa Carmen Cervera Thyssen.
La necesidad de liquidez expuesta, y que se planteaba resolver mediante la
subasta del cuadro La esclusa, de John Constable, se encuentra en vías de solución desde principios de esta semana.
La otra ironía es que el
cuadro sea de una esclusa que regula el caudal de un canal sobre el que se
situaba un molino, es decir, una imagen de cómo la crisis está moliendo a mucha
gente sin distinción.
Y la suprema ironía es
que ya no se pueda acudir al Monte de Piedad y dejar en prenda un cuadro.
Créditos:
Fotografía de la fachada
de la Fundación Caja Madrid, con el cartel de la exposición La sombra, en
marzo de 2009, del autor.
Imagen del cuadro La
esclusa, de John Constable, tomada de la ficha correspondiente (aún vigente) en
la página de internet del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
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