“Los maestros y profesores seguirán contando historias, abriendo ventanas y representando
mundos y épocas. Harán soñar e imaginar, mostrarán las cosas como son y como
podrían ser, darán testimonio a unos alumnos que seguirán identificándose con
ellos.
Ejercer la docencia
seguirá siendo algo duro y maravilloso. En ella seguirán cabiendo la felicidad
y el sufrimiento, el bullicio y el silencio, los logros y la impotencia.
Enseñar seguirá siendo una actividad abierta, descubridora de nuestras capacidades,
llena de esperanza, y nos seguirá obligando a construir nuestro ser, a tomar
decisiones, a hacerlo mejor, a volver a empezar.
(…)
Pertenecer a este gremio
es uno de los mayores honores que he tenido en la vida.”
Créditos:
Portada y parte final del
epílogo de la autora, tomadas de Memorias de la pizarra, de Carmen Guaita Fernández,
publicado por San Pablo, en 2012.
"Memorias"...
ResponderEliminarHummmmmmm...
Esta señora ya está jubilada, ¿no?
No, aún le falta (muy poco menos que a mí, por cierto).
ResponderEliminarLos veteranos de la pizarra son las nueve personas que cuentan sus experiencias. Ya contaré.
Un saludo, seño.