El pasado miércoles se
publicó como noticia una pregunta de examen en una universidad española. El
jueves, se completó la noticia al detallarse que se trataba de la Universidad
de Madrid (sic), y que el examen era de tercero de Físicas.
El humor no está reñido
con la pedagogía, y este planteamiento con el lanzamiento espe/acial de un penalti me parece bien: por lo menos, los
alumnos podrían ver una aplicación práctica de la mecánica clásica espacial.
Otra opción hubiera sido calcular la energía cinética de la Copa del Rey al
llegar al suelo, e implicaciones subsiguientes.
Lo que me llama la atención
sobre este particular son tres cosas, aunque en realidad se trate de una sola:
En las dos noticias
enlazadas, en los -escasos- comentarios, sólo hay uno que habla del escaso nivel que ve
en el problema para tratarse de un tercer curso de una carrera universitaria,
cuestionamiento que comparto, al menos, en lo que se refiere a la enseñanza de
la Ley del 70 y anteriores.
La segunda cosa es que en
ambos casos la noticia está en la sección de Deportes, en vez de en la de
Enseñanza o Educación (aunque ya sé que, en general, ésta no existe en la
prensa española).
La tercera es que me
extrañaría que la noticia hubiera tenido (no ya mucha, sino alguna) repercusión
en las preceptivas tertulias de actualidad, donde los expertos tertulianos
hubieran podido sacar mucho jugo a los ángulos, vectores, velocidades de escape
y aceleración gravitatoria (además de darnos la solución del problema), en vez de demostrarnos una y mil veces todo lo que
(no) saben de política y economía.
Sin embargo, en estas
cosas de la enseñanza, sí hay que reconocer una cosa buena que ha tenido esta pasada
semana: el viernes día 8 se hacían públicos los maravillosos resultados
académicos de los alumnos del instituto Luis Vives de Valencia que recién han finalizado su Bachillerato.
Sí, el mismo instituto
adalid del respeto de la Ley allá por el mes de febrero. Por si aún quedaba
alguien con dudas sobre quiénes eran los auténticos instigadores de las
protestas.
Do ut des, que decían los
clásicos.
Lástima de velocidad de
escape mal aplicada.
Créditos:
Fotografía de la
concentración de ‘estudiantes’ ante el instituto Luis Vives de Valencia, cortando
el tráfico de las calles, en la tarde del pasado 21 de febrero último, del
autor.
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