Hace 81 años se publicaba el número 8.853
de ABC, y su editorial se titulaba «Decíamos ayer…».
El motivo de esa referencia histórica es
sencillo: el número 8.852 no tenía fecha del 4 de junio sino del 10 de mayo.
Ese domingo de mayo, ABC llevaba un
editorial titulado «Menos pasión y más consecuencia», en el que analizaba la
disparidad de criterios en general, y en alguna prensa en particular, ante
actuaciones similares realizadas durante la Dictadura de Primo de Rivera, y
durante el escaso mes de la República:
“Los que no opinan ni dicen lo mismo son
aquellos a quienes repugnaba –con razón– el procedimiento de la ley por
decreto cuando éste decía al pie: Miguel Primo de Rivera y les seduce hoy porque
dice al pie: Fernando de los Ríos. Para ABC, tan dictatorial y rechazable es el
sistema en manos de unos como de otros.”
Dicho editorial finalizaba con el
siguiente párrafo:
“Es verdad, y lo declaramos recogiendo
otra alusión, que este Gobierno no ha suspendido las libertades individuales,
recurso nada recomendable y de efectos contraproducentes que empleó el general
Primo de Rivera. Ya veremos –lo deseamos– cómo se respetan integramente esas
libertades, y entre ellas la de libre opinión, especialmente en cuanto a los
ciudadanos que tengan contacto con las esferas o servicios oficiales. Pero
aunque ese respeto sea integral y absoluto, es ya de cuantía la contrapartida,
porque en los pocos días que lleva el nuevo régimen, desde la instauración de la
libertad de cultos por decreto a los que se han promulgado que afectan al
derecho de propiedad, la lesión al orden jurídico resulta mucho mayor que la de
siete años de Dictadura. Y aún estamos en el pórtico; todavía no han comenzado
a frotarse las manos de gusto los ministros socialistas ni se ha aliviado de
su malhumor su órgano en la Prensa.”
Pues el ‘pórtico’ se cruzó ese mismo día
10 de mayo:
“Hubo el 10 de mayo una reunión monárquica
pública y numerosa, permitida y presenciada por la autoridad, y anunciada con
bastante anticipación para elegir una Junta y acordar preparativos electorales
[estaban convocadas elecciones a Cortes Constituyentes] (…) Al mismo tiempo que
los monárquicos en su Círculo se reunían frente a él grupos mandados por
personas conocidas y que cometieron los desmanes a que nos referimos en otro lugar. Nada se hizo en aquel momento contra los agresores. La autoridad actuó
inmediatamente contra los agredidos, encarcelando y procesando a muchos de
ellos. La misma turba, con los mismos arengadores y capitanes y en disciplinada
formación, se trasladó sin el menor estorbo a la calle de Serrano, donde intentó
el asalto y el incendio de la casa de ABC, defendida sólo por unas parejas de
la Guardia civil. Este número había tenido su preparación en algunos
editoriales de parte de la Prensa republicana, y la convocatoria para el acto
se publicó la víspera en un órgano comunista. Aquí también actuaron las
autoridades para averiguar si nos habíamos permitido resistir la agresión y si
teníamos con qué defendernos; pero no sabemos de ninguna medida ni diligencia
contra los inductores, organizadores, anunciadores y ejecutores del asalto. El
Gobierno se incautó de nuestra casa y suspendió indefinidamente la publicación
de ABC.”
“Consiente [el Gobierno], al fin, la
reaparición de ABC, pero sin garantías; reservándose las "facultades
extraordinarias" de que se ha investido. Conste que no hacemos ninguna concesión
a la violencia; que, aunque hubiéramos de sucumbir, no claudicaríamos; y que
tampoco sucumbiremos. Nuestra dignidad, nuestra razón y nuestro derecho, la
fuerza que con esto significamos y el concurso de opinión que nos asiste es lo
que prevalece.”
El problema de la ‘Memoria Histórica’ es
que nadie recuerda que hay hemerotecas cuya consulta resulta muy útil, aunque
esperemos que no acabe siendo profética.
Créditos:
Cabeceras de ABC de los días 10 de mayo y
5 de junio de 1931, y extractos de los editoriales correspondientes a dichos días,
tomados de la hemeroteca del periódico en internet.
Fotografías de la puerta del edificio de
ABC -incautado por el Gobierno provisional de la República-, y de la Sala de Redacción del
periódico, tras su devolución, tomadas de Medio siglo en la colección de ABC.
1905-1955, obra editada por Prensa Española en mayo de 1955.
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