“Apenas nacida la nueva
etapa se sintieron en su propia casa demagogos extremistas y ateos rabiosos.
Una ojeada a la prensa y a la oratoria política de aquellas calendas convence de
inmediato al lector más neutral de los propósitos terroristas y la incapacidad
de convivencia de la extrema izquierda.
La primera gran quema de
conventos, porque incendios esporádicos no faltaron en todo el quinquenio,
acaece antes de un mes de promulgada la República, exactamente el 11 de mayo de
1931. Casi un centenar, entre templos y casas religiosas, fueron pasto de las
llamas en tres días de barbarie popular. No le quedan al historiador actas
judiciales de un proceso que no llegó a iniciarse contra los autores de tales
desmanes. Ya esta ausencia de formal intervención de la autoridad judicial
denuncia de por sí que el gobierno rehuía aclaraciones excesivas de lo
ocurrido. Consta también que la censura oficial impidió a los periódicos de
orientación católica dar la versión justa de los hechos, mientras la prensa
opuesta ofrecía a su clientela las más pintorescas interpretaciones.”
Créditos:
Extracto del Apartado I.
El pueblo quema y el Gobierno legisla, del Capítulo 2 El laicismo agresivo de
la segunda República, en la Primera Parte, La Iglesia, fuera de la ley, de la
obra de Antonio Montero Moreno Historia de la persecución religiosa en España
1936-1939, tomado de la primera edición (1961) en la Biblioteca de Autores
Cristianos (pág. 25)
Imagen de la fotografía
de la iglesia de los Jesuitas, en la c/ Flor de Madrid, en llamas por la turba,
y pie de foto, publicados en ABC el 18 de julio de 1957, tomada de la hemeroteca del periódico en internet.
Mientras más sepo(que diría mi hija) de los prolegómenos de nuestra infausta Guerra, de los inicios de la contienda entre hermanos...., más se me asemeja todo con el evitable genocidio nazi con los judíos. Pero en este caso, se trataba ni más ni menos de perpetrar un genocidio con los católicos españoles. Y no se dejaron, mire usted qué cosas pasan.
ResponderEliminarCriaturitas, y aún se sienten ultrajados en su profunda mismidad cuando los católicos decimos y gritamos al mundo que nos ofende que un pobre chiflado -y mala persona- cocine un Cristo en la puta tele.
El pobre chiflado -y peor persona- Javier Krahe, asegura que se exiliará a Francia si le condenan por el caso del corto 'como cocinar un Cristo'.
Le propongo al enfermo de odio un remake de su corto en la laicista Francia, pero esta vez, cocinando un Mahoma.
Voy a subir mi comentario a mi blog, con su permiso.
ResponderEliminarPor supuesto. Ahora lo leo.
ResponderEliminarUn saludo.