sábado, 30 de abril de 2011

Hoy...

mi padre cumple 80 años.
Felicidades.
Gracias, Dios mío.

viernes, 29 de abril de 2011

De frente y de perfil

También he pillado empezado Es la noche de César. He llegado cuando estaba hablando del cambio en el Partido Popular en relación con el diputado que pregunta al Vicepresidente Primero y Ministro del Interior respecto del caso Faisán.

En sus comentarios a la noticia ha mencionado varias veces que retirar a Gil Lázaro de este trabajo es una nueva muestra del perfil bajo de la actual oposición del Partido Popular.

No diré yo ni que sí ni que no, pues no es lo que del caso me ha llamado la atención. Sí que me ha llamado la atención, y es lo que digo, el que tras toda esa contundencia, César Vidal Manzanares no haya tenido tiempo ni ocasión, a lo que se ha oído, de decir que Ignacio Cosidó, el sustituto, el del ‘perfil bajo’, es colaborador de Libertad Digital.

En resumen, la contundencia, de frente… o de perfil, ¿no?

Una boda sin historia

Esta tarde he pillado el programa de Luis Herrero en ((esRadio ya empezado, justo cuando hablaban sobre no sé qué de la boda, y justo a continuación, han mencionado una tiara de 1936 y Jorge VI.

A continuación, parece que se han visto obligados a explicar quién era ese tal Jorge VI. Referencias, lógicamente, hay muchas: por ejemplo, el rey que tuvo que hacer frente a la II Guerra Mundial; por ejemplo, que se trata del padre de Isabel II, actual reina, y por ello, bisabuelo del novio.

La verdad, entiendo que éstas u otras referencias son demasiado…, demasiado…, demasiado… demasiado. Y, claro, ¿cuál ha sido la referencia que han utilizado para que mucha gente lo entendiera?

“El de El discurso del rey”.

Créditos:
Fotografía de los reyes Jorge VI e Isabel, en las calles de Londres tras un bombardeo durante la II Guerra Mundial, tomada de la página de BBC.

miércoles, 27 de abril de 2011

Empezamos con un cafelito

Es conocida la historia de corrupción con que culminó el Partido Socialista Obrero Español su actuación con Felipe González al frente del Gobierno de España. Esta historia había empezado mucho antes, incluso, antes de llegar al gobierno de la nación; bastó con la alcaldía de Madrid y la ‘difícil’ tesitura de tener que decidir la adjudicación de la recogida de basuras. No obstante, hay que destacar el detalle que tuvo la ‘víbora con gafas’ con quien denunció el caso: al tal Alonso le reconoció el valor de su apellido, y le dio… pues eso, Puerta.

Diez años después, quien calificó de esa manera a quien, en cambio, no hacía honor a su apellido (Tierno), tuvo que dejar de hacer honor al suyo: dejó de dar Guerra porque su hermano Juan resultaba demasiado productivo, y a la hora del cafelito, no se limitaba a hablar del tiempo.

Los trámites judiciales del caso fueron numerosos y prolongados. Sin embargo, acabó llegando al Supremo, y en 1994 le dieron el santo al buen hombre, condenándolo por inducción a la prevaricación a… inhabilitación especial.

Para compensar, o no, en otoño de 1996, el mismo Tribunal Supremo revocaba una sentencia de la Audiencia de Sevilla también en relación con que si prevaricación sí, prevaricación no; y lo absolvía por completo.

Casualidad, o no, dos meses después esa misma Audiencia de Sevilla veía una apelación contra una condena a cárcel, y en enero de 1997 la ratificaba: dos años por delitos fiscales.

Como esto no es el Aranzadi, vamos a dejarlo aquí, recogiendo parte de la noticia de Mercedes Benítez en el ABC de Sevilla, sobre esta última sentencia, el 15 de enero de 1997:
Con la sentencia de ayer, Juan Guerra acaba prácticamente sus cuentas con la Justicia, justo siete años después de que, a primeros de enero de 1990, estallara el escándalo que haría dimitir a su hermano.
Sin embargo Juan Guerra ha salido airoso de varios juicios: los de Fracosur, Comasa, Litomed, Fridex y el despacho. Sólo ha sido condenado a varios años de inhabilitación para ejercer cargos públicos por la trama Fridex ya que el Supremo anuló una sentencia de prisión. Ahora pese a haber sido condenado a dos años es poco probable que tenga que ir a la cárcel.


En resumen, casi podría decirse que, judicialmente hablando, el caso Juan Guerra es prácticamente, una leyenda urbana. Y no fue el único de aquel entonces que se sustanció de modo muy parecido: si no recuerdo mal, el caso BOE también acabó en nada; y el de la Cruz Roja tuvo como mayor repercusión un descenso en la venta del Sorteo del Oro del año en que ‘saltó’, simplemente.

¿Qué quiere decir todo esto?

Muy sencillo: que como es tarde, seguiremos en otro momento.

Créditos:
Imágenes de ABC de Sevilla: dibujo de Juan Guerra, portada del 25 de junio de 1994, y mencheta y titular de la primera de tipografía del 15 de enero de 1997.

Noche de libros… ¿atascada?

Otra cosa que salió entre los comentarios iniciales en LD libros fue lo que se está celebrando hoy en Madrid: La noche de los libros, lo que me motivó para enterarme de las novedades de este año, aunque no fuera a estar allí. Así, por ejemplo, he encontrado una noticia sobre el caso, en La Razón.

Lo primero que me llamó la atención fue que Mario Noya aprovechara el tema para criticar al alcalde de Madrid, cuando la jornada la organiza la Comunidad de Madrid. Está claro que algo se me escapa, porque mira que el tener las tiendas abiertas hasta la madrugada, tiene todos los números para ser calificado como despilfarro; pero ya digo, algo se me escapa.

No voy a entrar en el tema de las recomendaciones, tan habituales en estos saraos, pues resulta difícil estimarlas sin tener otras referencias ‘literarias’ del recomendador. Sí quiero reconocer el valor de José Luis Garci al recomendar un libro de poesía, y encima, de un amigo suyo, Luis Alberto de Cuenca.

El programa y todo eso figura en la página de la Comunidad, de donde tomo prestada la fotografía que acompaña este párrafo. Tiene gracia este encuadre (precisamente una semana después de la retirada del anuncio de Tío Pepe), por no decir paradoja: junto al “Sol de Andalucía embotellado”, en la Puerta del Sol, lo que se anuncia de los libros es… la noche.

Y es que creo que estas cosas, si no embotellarse, sí se me atascan un poco.

Créditos:
Fotografía tomada del folleto de la Comunidad de Madrid dedicado a La Noche de los libros 2011.

Cuesta menos de lo que vale

El pasado sábado, 23 de abril, Día del Libro, entre los comentarios ‘alocados’ del inicio del programa LD libros, Carmen Carbonell sacó el tema de los descuentos en el precio del libro, ratificando Mario Noya que el precio está fijado y no se puede cambiar. Tan es así, añado yo, que en la ficha oficial de un libro figura como campo fijo y formal el precio del libro (excluido el IVA).

De hecho, el descuento máximo que fija la ley es del 5%, y en casos especiales, tales como el Día del Libro o la celebración de la Feria del Libro, puede ser del 10%. El tema de los saldos, no ya de las librerías sino de las editoriales, es otro asunto, gracias al que con paciencia y algo de suerte, claro, se pueden conseguir ahorros de diez o quince euros en el escaso plazo de un par de años.

Los criterios con los que se fija el tal precio, por supuesto, los ignoro en un doble aspecto: ignoro los criterios, e incluso ignoro si existen.

Por eso me llamó la atención que en la mesa redonda La hora del recreo, se comentara, creo que por parte de Fernando Marías, que el precio del libro en cuestión, se había conseguido ajustar a 20 euros, cuando en condiciones normales sería de 40, 50 o no sé qué cifras barajó.

Todo lo anterior es sólo la entrada para recordar otra cosa que ese día comentó Fernando Iwasaki, y que muestra claramente las referencias de precio que actualmente están en boga:

El precio del libro es un tercio de lo que cuesta un juego de PlayStation

martes, 26 de abril de 2011

¿Hula-hoop?

El pasado martes día 19, tras salir del trabajo, me encontré con este curioso objeto en la acera.

Lógicamente, sólo pude pensar que era un hula-hoop de alguien algo crecidito, descartando, bastante razonablemente, a mi juicio, que se tratara de la alianza de un gigante.

Una semana después, lo he vuelto a ver, ligeramente desplazado respecto de entonces esta mañana, y un poco más recogido, esta tarde.

Me he visto obligado a descartar, por tanto, que se tratara de un hula-hoop, siguiendo el, también razonable criterio, a mi entender, de que con tantos días festivos, el dueño habría ido a recoger su juguete.

Descartado todo lo imposible, lo que queda, por muy lógico que resulte, debe ser la verdad.

Se trata del aro por el que nos quieren hacer pasar dentro de cuatro semanas.

Créditos:
Fotografía del objeto en cuestión, tomada en una calle de Valencia el pasado 19 de abril por el autor.

¿Poniendo el tren en la vía?

Uno de estos días pasados, mientras buscaba otra cosa, me encontré con este anuncio, de hace unos veinte años, que hacía uso de la ‘pasión’ en los desplazamientos por carretera durante las vacaciones.



Esta tarde he oído el anuncio de que el próximo lunes dos de mayo, se realiza en directo desde el Teatro Lara el programa de Es la mañana de Federico.

Patrocina RENFE – Ministerio de Fomento – Gobierno de España.

Espero que sea sólo la segunda acepción de la palabra la que cabe aplicar, ¿verdad?

Porque mira que el eslogan de entonces, ahora… se las trae.

lunes, 25 de abril de 2011

Feliz cumpleaños…

amigo Bate.

Créditos:
Fotografías del perfil de su blog, tomadas de dicho blog.

domingo, 24 de abril de 2011

Hallelluja!

Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio los lienzos en el suelo; pero no entró.
Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve los lienzos en elsuelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a los lienzos, sino plegado en un lugar aparte. Entronces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.


Hoy nos han recordado una buena y grande nueva.

¿Hemos corrido hacia ella, o nos hemos quedado tan tranquilos, como si nada?

Créditos:
Transcripción del Evangelio según San Juan, capítulo 20, versículos 3 al 9, según edición de 1998 de la Nueva Biblia de Jerusalén, de Editorial Descleé de Brouwer.
Fotografía de Los discípulos Pedro y Juan corriendo hacia el Sepulcro la mañana de la Resurrección, de Eugène Burnand, en el Museo de Orsay, París, de septiembre de 2008, del autor.

sábado, 23 de abril de 2011

Tiempo de libros. Serie 3: Feliz día de… ¿la lectura?

La complejidad de la lectura es única (…) Pero es una batalla, la de la lectura, que se está perdiendo, porque quien gana es la imagen, la imagen de diseño, la imagen amable, la imagen edulcorada que muy bien ha descrito también Carlos. Entonces creo que viajar al pasado es un viaje barato que sale carísimo, porque de haber recordado Fahrenheit 451 y El planeta de los simios a haber expuesto los dos ejemplos de Soy leyenda y El día de mañana, creo que todos podemos tener en estos momentos una sensación de sobrecogimiento… que sale carísima.

[En el coloquio se había recordado que el tema de Fahrenheit 451 es la destrucción de libros quemándolos; que incluso los simios tenían lo que llamaban El libro; que en Soy leyenda no aparece un solo libro; y que en El día de mañana para combatir el frío queman libros]

Es un montón de gente que llega en un barco y son los únicos supervivientes de la Tierra. Según me cuentan, todavía no aparece un libro (…) Por favor, díganme si aparece un libro; porque cualquiera de nosotros, seguramente, si hace un viaje, sube a un avión, a un tren, a lo que sea, coge un libro; pues no, ésta es una serie en la que de todos los supervivientes, ninguno lleva un libro.

[Sobre una serie de televisión, y su diferencia con la gente normal – normal, antes, diría yo, ahora ya no creo]

Yo soy muy escéptico, por ejemplo, con el tema del libro electrónico. ¿Por qué? Porque yo pienso que nadie va a leer más porque haya setenta mil libros en una maquinita.

Créditos:
Transcripciones parciales de lo expuesto por Fernando Iwasaki, del autor (especialmente, son del autor los errores que pueda haber), y fotografía del escritor, también del autor, durante la mesa redonda del sábado día 9 sobre la exposición La hora del recreo, con motivo de la Feria del Libro de Valencia, en abril de 2011.

viernes, 22 de abril de 2011

Das ist Karfreitagszauber





PARSIFAL:
¡Qué hermosa parece hoy la pradera!
He encontrado flores encantadas
que trepaban, ardientes, hasta mi cabeza,
pero jamás vi un conjunto igual
de plantas, flores y tallos;
nunca me parecieron tan dulces sus perfumes
ni me hablaron con acento tan cariñoso!

GURNEMANZ:
¡Es el encanto del Viernes Santo, señor!

PARSIFAL:
¡Ah, el supremo día de dolor!
En él, todo cuanto florece,
respira, y vive y renace
no debería sino llorar - ¡ay! – y llorar.

GURNEMANZ:
Ya ves que no es así.
Las lágrimas del arrepentido pecador
son las que hoy, convertidas en sagrado rocío,
riegan campos y praderas:
por eso florecen.
Hoy todas las criaturas siguen con alegría
los pasos del divino Redentor
y le dedican sus plegarias.
Y como a Él no pueden verlo en la Cruz,
contemplan al hombre redimido,
libre de su culpa y vergüenza,
purificado gracias al sacrificio amoroso de Dios:
Así, plantas y flores de las praderas saben
que hoy ningún pie humano las aplastará
porque, al igual que Dios en su infinita bondad
se compadeció de él y sufrió por él,
así el hombre, con piadoso sentimiento,
se desliza hoy entre ellas con paso gentil.
Por eso, toda criatura da gracias
a todo lo que florece y pronto marchita
porque la Naturaleza purificada
ha recobrado hoy su inocencia.


Créditos:
Parte del diálogo entre Parsifal y Gurnemanz, de Parsifal, Festival sagrado con letra y música de Richard Wagner, según traducción sin acreditar en el libreto del álbum editado por DECCA-Discos Columbia, en 1974.

Junto a/con la cruz

“[Diversos autores] atribuyen á Nicodemus haber fabricado algunas imágenes de Jesus crucificado, y halla esto muy conforme con el amor que este doctor judio manifestó tan heróicamente á Jesus en el descendimiento, uncion y sepultura de su sacratisimo cuerpo. Créese que cuando la ruina de Jerusalen por Tito y Vespasiano, los discípulos fieles del Salvador abandonando aquella ciudad, se llevaron los objetos de su devocion y se retiraron á poblaciones de Palestina. Créese que así llegó á Berito, ciudad marítima de la antigua Fenicia llamada «Colonia Felix Juliá», ahora Beiruth, no lejos de Sidon, una imagen de Jesus, atribuida á Nicodemus, que la poseia un cristiano por los años de 765 á 766; permitió la Providencia que al trasladarse éste de domicilio la dejase olvidada. Entró á habitar la casa un judio, y antes que él, observóla uno de la misma secta. Juzgó en aquello ver una apostasia y dio cuenta á la Sinagoga: tratólo esta como á los excomulgados entre ellos, y dispuso que en la imágen se repitieran los escarnios y tormentos que sus mayores habian hecho padecer al original. Lanceada en el costado, salió abundancia de sangre y de agua, portento tan singular los llenó de asombro, y la curacion de un paralítico y la de varios enfermos, rociados con aquella sangre, les hizo conocer su error y confesar que Jesus Nazareno es el verdadero Mesías y pedir con instancia el bautismo. El Obispo tomó la vasija que contenia aquella sangre, y cerciorado del caso, mediante informacion jurídica, la distribuyó entre varias iglesias de Oriente y Occidente, pidiendo que el dia 9 de Noviembre celebrasen la memoria de este prodigio con toda solemnidad. La imagen quedó colocada en un templo bajo la invocación del Salvador del mundo. El martirologio romano refiere este hecho del cual como de cosa fuera de toda duda, hizo estensa relacion en el segundo Concilio de Nicea á presencia de 367 obispos, Atanasio, obispo de Siria.
Desde entonces se veneró la santa imagen en Berito, hasta que en uno de los lances desastrosos para las armas católicas, aquella ciudad vino á caer en poder de los moros. Profanaron templos, destrozaron imágenes, y la tan preciosa de que hemos hablado, fue arrojada al mar.


Hasta aquí, una tradición. Ahora, una parte de historia, más cercana.

Durante la riada del Turia, en 1250, una imagen del Crucificado con luces en sus brazos apareció flotando sobre las aguas, río arriba, embarrancó y se detuvo en su margen derecha, junto a la puerta de la Trinidad. Salvada de las aguas, la imagen fue depositada en la casa del Cid y luego en una capilla de la Catedral. A la mañana siguiente, aparecía en la ermita de San Jorge, cercana al lugar donde se había detenido la víspera. Devuelta a la Iglesia Mayor, de nuevo vuelve a la ermita. Allí se queda definitivamente, pasando la ermita a ser parroquia con el título del Salvador.

En este texto del reverso de la postal disponible en la Iglesia del Salvador, lo que se refiere como “apareció flotando sobre las aguas, río arriba”, lo dice más expresivamente el Marqués de Cruilles, del siguiente modo: “Observóse que subía contra las corrientes una imagen de Jesus crucificado (…) Esta avenida contra las corrientes del Túria es un hecho constante, probado.

Finalmente, la tradición valenciana enlazó unos hechos con otros, de modo que la imagen de Jesús Crucificado que se encuentra en la iglesia del Salvador de Valencia se entendió que era la misma que la de los relatos de Berito, o de Beirut.

Yo no sé si se trata de la misma imagen o distinta, pero lo que sí sé es que se trata del mismo Jesús Crucificado. Y esto, hoy Viernes Santo, no es una tradición, es Historia, es Verdad.

Créditos:
Imagen de detalle del rostro del Cristo de la iglesia de El Salvador, de Valencia.
Fotografía del conjunto del retablo, con el Cristo, de la iglesia de El Salvador, de Valencia, de marzo de 2011, del autor.
Transcripción parcial, respetando la ortografía de la época, de la entrada dedicada a la Iglesia de El Salvador, por el Marqués de Cruilles en su obra Guía Urbana de Valencia Antigua y Moderna, publicada en 1876, según edición facsimilar de París-Valencia (pp.149-151).

jueves, 21 de abril de 2011

Higiene mental

Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de sus discípulos y a secárselos con la toalla con que esta ceñido.
Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?» Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora; lo comprenderás más tarde.» Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo.» Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza.» Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse, está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos.» Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No estáis limpios todos.»
Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis ‘el Maestro’ y ‘el Señor’, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros»


Sin embargo, hemos preferido tomar otro ejemplo:
Entonces Pilato, viendo que nada adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la gente

Sí, una pequeña confusión en la higiene, dirían algunos.

Y es que cuando no hay higiene mental, todo es confusión, digo yo.

Créditos:
Transcripción del Evangelio según San Juan, capítulo 13, versículos 5 al 15, y, parcialmente, del versículo 24 del capítulo 27 del Evangelio según San Mateo; según edición de 1998 de la Nueva Biblia de Jerusalén, de Editorial Descleé de Brouwer.
Fotografía del fresco del primer tarjetón, obra de Vicente Castelló, en la iglesia de El Salvador, de Valencia, de marzo de 2011, del autor.

Una saeta mal apuntada

Esta tarde he oído un rato La atalaya, el programa vespertina de COPE, con César no Vidal sino Lumbreras. Ha empezado con la ya clásica saeta de Juan Manuel Serrat, cuya letra no sé si es suya o tomada de Antonio Machado.

En esta ocasión, además de oírla, la he escuchado, y además, me he fijado en lo que dice. Por fin, después de muchos años.

No puedo cantar ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo por la mar


Estos versos, mejor o peor recordados, son los que motivan esta anotación.

Y es que la distinción/división entre un Jesús u otro, entre una Iglesia u otra, no sólo viene de antiguo, sino que, encima, bajo la forma de arte, hasta los mismos perjudicados la aplauden.

They kan’t read

La pasada semana terminó una colección kioscoperiodística, Los clásicos del pensamiento libre, de las que se venden ‘conjunta e inseparablemente con este periódico’, en este caso, El Mundo.

El pasado 18 de marzo, como ya sabemos, nos apuntamos/ron a un bombardeo, con el argumento humanitario de evitar que un bando masacrara al otro.

Precisamente el título puesto a la venta de la antedicha colección ese mismo 18 de marzo fue Hacia la paz perpetua, de Immanuel Kant.

La estructura del librito tiene un primer apartado “Que contiene los artículos preliminares para la paz perpetua entre los Estados”, entre los que se encuentra, sí, el quinto:

«Ningún Estado debe inmiscuirse por la fuerza en la constitución y en el gobierno de otro»
Pues, ¿qué le daría derecho a ello? ¿Tal vez el escándalo que da a los súbditos de otro Estado? Pero este escándalo puede servir más bien de advertencia, al mostrar la gran desgracia que se ha atraído sobre sí un pueblo por su ilegalidad; además el mal ejemplo que una persona libre da a otra (como
scandalum acceptum) no es en absoluto ninguna lesión. Sin embargo, no habría que incluir aquí el caso de un Estado que se dividiera en dos partes a consecuencia de disensiones internas, representándose cada una de ellas como un Estado particular que pretende ser el todo; que un tercer Estado prestara entonces ayuda a una de las partes no podría ser considerado como injerencia en la constitución de otro Estado (pues sólo existe anarquía). Sin embargo, mientras esta lucha no esté decidida, la injerencia de potencias extranjeras sería una violación de los derechos de un pueblo independiente que combate una enfermedad interna; sería, incluso, un escándalo y convertiría en insegura la autonomía de todos los Estados.



Está claro que algunos de los lanzados no han leído nunca a Kant, pero también está claro que los demás, no han terminado de leer el párrafo.

Y aquí estamos, todavía, un mes después de empezar. Aunque eso sí, podremos celebrar el cumpleaños de Kant este Viernes Santo.

Créditos:
Portadas de ABC de los días 19 y 20 de marzo de 2011 (de este día, también de la edición de Valencia).
Transcripción del artículo preliminar nº 5 de Hacia la Paz perpetua, de Immanuel Kant, según traducción de Jacobo Muñoz Veiga, en edición para la Biblioteca El Mundo, como nº 6 de su colección Los clásicos del pensamiento libre.

miércoles, 20 de abril de 2011

¡Hala!



Se ve que el viaje de la Cibeles le ha traído fortuna.



Dedicado a la familia, y especialmente a mi hija, mi sobrino y su madre.

Créditos:
Fotografías de la fan zone del Real Madrid en el Jardín del Turia, hoy, gentileza de mi hija.

lunes, 18 de abril de 2011

Estar a la que salta

Es sabido que durante el desarrollo de las obras surgen numerosos problemas, cuyo origen puede resultar de lo más variado, e incluso inverosímil. Para solucionarlos, y para evitarlos, hay diversas personas, los encargados los jefes de obra, producción o como se venga en llamarlos, y hasta un Director de Obra. En definitiva, distintas personas que tienen que estar a la que salta.

Hace unas semanas, en una visita de obra nos comentaron que lo mismo hasta se acercaba el Director de Obra, al cual no conocíamos después de unos cuantos meses de haberse iniciado. También hay que decir que tampoco es que lo echáramos en falta.

Llegamos con tiempo a la reunión, y pudimos ver que no estábamos solos. Por un momento, al sernos desconocido, pensamos que era el tal Director de Obra,… pero no.



Créditos:
Fotografías de perfil y de frente de un saltamontes, a finales de marzo de 2011, en Valencia, del autor.

domingo, 17 de abril de 2011

Abierto por… oración. I: El Salvador

Iniciamos la serie, qué menos, con la iglesia que lleva el título de Nuestro Salvador.

El acercarme a la concentración Sí a la vida, del pasado día 26 de marzo, me dio la oportunidad, al callejear un poco, de ver que estaba abierta, y por tanto, de entrar en ella, la Iglesia del Salvador, en la calle de su nombre (aunque la entrada esté en la c/ Trinitarios).

Debió ser una de las nueve mezquitas que habia al tiempo de la conquista de Valencia por el Cid, según el P. Berganza, y su situacion en una calle de las principales casi promediada de la Catedral á la puerta del Sol ó Heüa-es-Scharki, donde hemos conocido la de la Trinidad; no deja de darle importancia y mas si se atiende á que allí inmediato habia un baño ó palacio que fué del Cid.
Escolano dice: que despues de la iglesia mayor, se bendijo una mezquita en honor de San Jorge en 1238
[figura por errata, declarada en la fe, 1378] el sábado, dia de San Dionisio, once despues de la rendicion de Valencia, verificando la bendicion D. Andrés de Albalat, Arzobispo de Tarragona.
(…)
Nótese que á la torre de esta iglesia, por su forma cuadrada, su materia y el tener dobles las ventanas o huecos para las campanas, le dan grande antigüedad, sino la aproximan á haber sido la de una mezquita.


De construcción anterior [a 1377], incluso, sería el antiguo campanario de tradición románica y el único de la ciudad que se ha conservado sin adiciones posteriores”, nos recuerdan Arturo Zaragozá Catalán y Federico Iborra Bernard, en la ficha que sobre esta iglesia incluyen en la Guía de Arquitectura de Valencia, editada por el Colegio de Arquitectos en 2007.

Y es que la torre, a pesar de su unicidad, es una gran desconocida en Valencia, tal vez por su menor factura ante el Miguelete, o Santa Catalina, tal vez por encontrarse casi escondida entre los edificios vecinos, tal vez, sencillamente, por ignorancia.



La verdad es que la fábrica de la iglesia, vista por fuera, no impresiona gran cosa. Tampoco anima mucho la suciedad o degradación de los cristales que protegen las imágenes del Cristo (fachada de la c/ El Salvador) y de La Piedad (fachada de la c/ Trinitarios). Pero una vez que se consigue entrar…

En 12 de Agosto de 1829 quedó concluido conforme hoy se vé. La planta de esta iglesia es rectangular: consta de vestíbulo y ocho arcos debajo de los que están las capillas. Su longitud total es de 35 metros 85 centímetros; latitud 12 mettros 85 centímetros, y la altura hasta la cornisa 9 metros 20 centímetros.
La bóveda es de medio punto con lunetos, y tambien de medio punto las ventanas ó luces.
Forman el altar mayor seis columnas corintias agrupadas: sobre la mesa del altar está el Sagrario todo dorado y correspondiente al órden de la decoración: un basamento bien adornado recibe el nicho, y sobre el cornisamiento general está un bajo-relieve representando la Transfiguracion del Salvador, que termina en forma semicircular.


Vicente Gazull, en sus manuscritos, consignó que el retablo principal de esta iglesia se doró por N. Gil en 1683. Se pusieron en él las armas de la Ciudad por haber esta contribuido á dorarlo.

Los frescos de los cinco tarjetones de la bóveda fueron pintados por D. Vicente Castelló [discípulo de Vicente López, nos informan en la Guía de Arquitectura].”

Como puede observarse, en el extracto de la descripción que hace el Marqués de Cruilles, no se hace referencia al Cristo que figura en el altar mayor, y al que, erróneamente, se atribuyó el título de la Parroquia.

Pero como este Cristo tiene, incluso, mayor historia que la iglesia que lo custodia, es mejor dedicarle una anotación propia.

Créditos:
Fotografía de la torre y del Cristo y placa en la fachada, de octubre de 2009, del autor.
Fotografía de la hornacina en la fachada de la c/ Trinitarios, de febrero de 2011, del autor.
Fotografías del interior de la iglesia, de marzo de 2011, del autor.
Transcripción parcial, respetando la ortografía de la época, de la entrada dedicada a la Iglesia de El Salvador, por el Marqués de Cruilles en su obra Guía Urbana de Valencia Antigua y Moderna, publicada en 1876, según edición facsimilar de París-Valencia (pp.148-156).

sábado, 16 de abril de 2011

Licencia para escribir

Todo empezó a las pocas semanas de casarnos. Ahora pienso que nuestro matrimonio fue un error. Pero él me necesitaba, ¿sabe? ¡Estaba tan solo! La nostalgia, a estas edades, es peligrosa… Pero creo, de cualquier forma, que cometió un error llamándome a su lado.

El otro día pude decirle a Luis Alberto de Cuenca que mucha gente no sabía que, finalmente, James Bond se casó (de nuevo), esta vez con Monneypenny. Él, naturalmente, ya lo sabía.

Y es que este secreto nos lo desveló, hace casi cuarenta años, aunque hablando en futuro (futuro que ya es pasado nuestro), José Luis Garci, en el primero de los relatos del periodista Adam Blake, relato que, como no podía ser de otra manera, se titula Un tipo de antes.

De James Bond, Adam conocía algo. Fue uno de los cultos más fascinantes de la absurda cultura del pasado siglo. ¡Como si nunca hubieran existido superhéroes fascistas en América o Europa que pudieran matar impunemente…! Bond fue un «duro» inglés, un agente secreto –el 007– al servicio del Imperio Británico (¡qué lejos quedaba eso de Imperio Británico!). Educado, elegante, cruel, mujeriego, el tal James Bond no pasó de ser un empleadillo más de los gabinetes políticos de Occidente (¡Cristo, lo de Occidente sonaba casi a prehistoria!). Gracias a la propaganda, los hombres de varias décadas atrás –los manejados, neuróticos e infelices seres del pasdo siglo– acogieron a Bond como un semidiós.

Luis Alberto de Cuenca me comentó que un día, mejor dicho, una noche, le llevó a Garci al programa de Luis Herrero Cowboys de medianoche el libro en cuestión; llevándose la sorpresa de que el mismo Garci no lo tenía.

O sea, que ya tengo una cosa en común con Luis Alberto de Cuenca.

Adam quiso conocer las últimas palabras del héroe.
- Bueno, nos llamó a todos a su lado –dijo
Q–, y, tras mirarnos detenidamente, nos dijo: «¡Oh, muchachos, todo es una juerga, creedme, todo es una juerga!...» Luego silbó el tema que le hizo tan famoso, y murió.



Créditos:
Portada de Adam Blake, de José Luis Garci, en edición de Miguel Castellote, Editor (Madrid) de 1972.
Extractos del primer relato, Un tipo de antes, del citado volumen.

viernes, 15 de abril de 2011

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Libros feriados, o no

Finalizada la mesa redonda, y dado que había oído a alguien que estaba cerca, que el libro en cuestión lo acababa de comprar en la caseta de BiblioCafé, me acerqué a dicha caseta (que ya tenía controlada), con ese sano propósito. Sólo que, además, justo antes, panel con panel, estaba la de Librerías Paulinas, donde, en una esquina, precisamente del panel medianero, asomaba una biografía sobre Chesterton. En resumen, dos con la intención de uno.



Finalmente, el lunes por la noche, oí (además de decir que había estado en Valencia) una recomendación de Marta Rivera de la Cruz en La Linterna de COPE, y, sin especiales problemas, conseguí el libro el martes.

Y esto es lo que no estaba previsto.

Créditos:
Portadas de los libros en cuestión.

jueves, 14 de abril de 2011

Vive y deja oír

Dentro de un Congreso que en el marco de la Mostra de Valencia se está dedicando a la figura de James Bond (y su autor, Ian Fleming), y que finaliza este jueves, se dedica una ponencia de Silvia Grijalba a la música de las películas, bajo el título “Sólo para tus oídos. De John Barry a las divas del pop”.

Como por motivos de trabajo no puedo asistir, compensaré mi ausencia con dos canciones de la película basada, tal vez, en la obra más conocidamente desconocida de Ian Fleming.





Sí, en efecto, se trata de Chitty Chitty Bang Bang, novela que dedicó Ian Fleming a su hijo Caspar, justo el año en que fallecía, justo el día del duodécimo cumpleaños de su hijo.

Exceso de franqueo

Una de las ventajas de acudir a un edificio, de normal con sus funciones propias, para algo totalmente distinto de ello, es que uno puede acabar viendo más de lo que habitualmente podría ver. Esta vez, la excusa ha sido la Mostra de Cine de Valencia.



Hace justo un año traje a estas páginas una anotación sobre el edificio de Correos de Valencia, ilustrada con varias fotografías del exterior del mismo, pues es lo que suele poder apreciarse. Bueno, y también la cúpula de la sala central de trabajo, de las ventanillas de atención al cliente, naturalmente, desde abajo (que es lo máximo que te dejan fotografiar).


Esta tarde he tenido la excusa para ver otros rincones del edificio (haciéndoles fotos, claro). Lógicamente, la cúpula, esta vez, desde ‘fuera’, y también la escalera, desde arriba.

También, una de las vidrieras de la fachada y uno de los globos que adornan una esquina, desde dentro, claro.

Y, finalmente, la reciente torre del telégrafo,… desde abajo.

Créditos:
Cartel de ls 32ª Mostra de Cine de Valencia.
Fotografías del edificio de Correos, de Valencia, de abril de 2011, salvo la del interior de la cúpula, que es de mayo de 2009, del autor.

miércoles, 13 de abril de 2011

Algo grande

Pero lo que sucedió el sábado, por la mañana, un buen rato antes de que yo estuviera,… Sí, grande fue lo de antes.

Examinando con detalle las fotografías que figuran en la página de la Feria del Libro, correspondientes a cierto homenaje celebrado durante la mañana del pasado sábado día 9, he podido descubrir una cosa curiosa.

Perfectamente camuflados entre el color de la pared, o, incluso, entre el color del suelo, he descubierto rastros de tres personajes habituales en estas páginas: Bate, S.Cid y Caragüevo.



Es más, incluso, en un alarde de la técnica de multiplicación de Naruto, y camuflados entre el turquesa de los cristales de la sala, se encuentran ¡hasta cinco veces simultáneamente!



Créditos:
Fotografías tomadas de la página de la Feria, destacando las zonas en cuestión.

Antes

Como ya he dicho, he aparecido este fin de semana dos veces por la Feria del Libro. La primera, fue el sábado y la segunda, el domingo, ambas por la tarde.

En ambos casos me acerqué a los Jardines de Viveros, o del Real, en bici (en esta ocasión, no hay fotografía incriminatoria del acontecimiento), ya que había comprobado en el plano correspondiente que justo en el Llano del Real, junto a una de las puertas del Paque hay una estación donde poder dejar el vehículo.

Poder dejarlo, si hay hueco, claro. Quiero decir, por tanto, que no había. Menos mal que en en el antiguo Paseo al Mar hay otra estación, cerca, por lo que seguí andando, con la bici de la mano, más que nada para descansar las piernas. Lo que se me olvidó mirar bien era dónde estaba la estación de marras, por lo que anduve sin mucha decisión en el paso. Al final, la encontré junto al edificio del Rectorado de la Universidad de Valencia (antes Universidad Literaria, antes Estudio General), edificio de la antes Facultad de Farmacia, antes Facultad de Ciencias.

Al final, conseguí llegar a la puerta de Viveros que enfrenta con el Paseo al Mar, ahora, Avenida de Blasco Ibáñez, y me encontré con la Feria del Libro. No, no era la de antes, sino la de ahora.

Había gente, como puede apreciarse en las fotografías. También puede apreciarse que la disposición de las casetas, en el paseo del Parque, obliga a un inevitable atasco del personal, entre los que, inocentemente, están mirando lo expuesto en las casetas, y los que transitan, o no, a su lado.



Iba con el tiempo algo justo (sí, haber salido… antes, pero no pude), y además no sabía dónde era la mesa redonda, aunque lo suponía. En efecto, era en el Museo de Ciencias Naturales, Restaurante de Viveros… antes. Como ya he dicho, llegué, pero la mesa redonda había empezado… antes.

Sí me di cuenta mientras llegaba, de que había organizados dos espectáculos: uno con la Nova Muixeranga de Algemesí, y el otro, con una caseta de Amnistía Internacional. No me quedé en ninguno, porque tenía que hacer otra cosa… antes.

Entrando me encontré con una amiga, editora de estos artefactos que llaman libros. No, esta vez no es que ella hubiera llegado antes: es que ya estaba de antes (en una caseta), y a punto de irse. En medio de las particulares premuras de tiempo hablamos de cómo iba la Feria (“¡Psé!”), y claro, del tiempo (“Ahora mejor, pero esta mañana ha sido insoportable el calor” – o sea, menos mal que ese sábado yo no había ido… antes).

Una vez dentro, pregunté dónde era. Afortunadamente, no me había fijado en el plano que figura en la página de internet, porque la mesa redonda estaba prevista en la Sala 1, es decir, donde figura la letra B. Pero eso era antes: o la B se cambió con la C, o la Sala 1 para entonces ya era la C.

Pues eso, llegué con la mesa redonda ya empezada, como dije… antes.

Una vez finalizada, es decir, después, me fui, de regreso a casa, no sin que eso fuera antes de que terminaran de cerrar todas las casetas. Y menos mal que lo hice… antes de que cerraran el Parque.

Este desplazamiento decidí hacerlo en autobús. Fui paseando tranquilamente hasta la parada, y mientras esperaba el autobús (que ya se anunciaba próximo), me entretuve viendo un reflejo que me había llamado la atención… justo antes de que pasara el autobús. Éste era grande y rojo, pero lo perdí. Y menos mal, por los pasajeros, digo, porque si el conductor, a unos dos carriles de distancia de la parada y a una velocidad que tal vez hubiera dejado bloqueados los radares de existir, llega a hacer caso de la señal que, más despierto yo, le hubiera hecho… antes; los pasajeros, digo, hubieran llegado a su destino… antes de lo previsto.

El domingo no hubo tantos problemas, tal vez porque, aunque también por la tarde, fui… antes. La bici la pude dejar esta vez… antes, en la parada prevista, la primera, y respecto del autobús, estaba atento, y el conductor era consciente de que, aunque rojo, no pilotaba un deportivo.

Sólo que pude ver algo… antes… de lo que ya hablaré… después.

Pero lo que sucedió el sábado, por la mañana, un buen rato antes de que yo estuviera,… Sí, grande fue lo de antes.

Créditos:
Fotografías de los accesos y del ambiente de la Feria del Libro 2011 de Valencia, en los Jardines de Viveros, del día 9 de abril, del autor.
Imagen del gráfico de la temperatura registrada, tomada de la página del Ayuntamiento de Valencia.
Plano de la Feria, tomada de la página de la Feria del Libro.
Fotografía de un reflejo de reflejo en una parada de autobús de la EMT de Valencia, de abril de 2011, del autor.

Lorquiano sin cesar

Esta noche he oído el corte de cultura de anoche en Es la hora de César en el que habla de que cierta persona de apellido Rufete ha anunciado que le pondría una denuncia por su ya famosa muletilla “como Rufete en Lorca”.

(Por cierto, tampoco es tan extraño, ya que me acabo de dar cuenta de que la autocorrección de Word transmuta 'Rufete' en 'Bufete')

Bueno, el caso es que como propaganda para el comunicador está bien (aunque más me parece que se trataría, en todo caso, de una cuña de autopromoción, pues no sé la trascendencia que tendrá en otros medios de comunicación). De hecho, de los 9 minutos y 37 segundos que dura el corte en internet, César Vidal dedica al tema seis minutos; en el resto, sólo habla de los monjes de Montserrat, reservando el minuto y medio final para la publicidad de Adipesina y de Viajes El Corte Inglés.

Propaganda extensiva, naturalmente, al reciente libro del mismo autor y con el título en cuestión (para quien esté interesado, el precio es de 19,90 euros, y en esta ocasión no es de Planeta), que pude hojear hace algo más de dos semanas, y del que conocía la introducción, disponible en Libertad Digital.

Por lo que había leído y pude ver, debo decir que no me defraudó: mantiene la línea que últimamente remacha una y otra vez, la que cada vez repite más tras su caída del caballo de COPE, es decir, el constante tono anticatólico ante cualquier noticia que surja.

Emisora que, por cierto, sólo menciona por su nombre cuando se trata de criticarla, por sí o por persona interpuesta, como el tal Rufete, uno de cuyos defectos, a lo que se ve, es que se trata de alguien totalmente desconocido para el señor Vidal (quien, se deduce, debía de conocer a todos los trabajadores y colaboradores de ‘esa emisora en la que estaba antes’).

Por cierto, por cierto, no está editado por Planeta, pero en esa ocasión… también vi la luz… y no compré el libro.

martes, 12 de abril de 2011

Escuela, divino tesoro

Como ya anticipé, he acabado acercándome por la Feria del Libro. Y no una, si dos veces, ¡válgame el cielo!

La primera de ellas fue con ocasión de la mesa redonda sobre un proyecto/libro auspiciado por la Fundación Telefónica, La hora del recreo, cuyo tema y motivo viene explicado en el enlace en cuestión.

En la mesa redonda estaban Carlos Spottorno, fotógrafo y coordinador del área de fotografía del libro (quien ya había comenzado a hablar cuando llegué), Fernando Marías, escritor y coordinador de los textos del libro, y Marta Rivera de la Cruz y Fernando Iwasaki, escritores ambos, y ambos autores de textos que se integran en el libro.

Debo reconocer que fui a la mesa redonda sin saber de qué iba, sólo por la presencia de los tres escritores, ya que el título tampoco me ilustró mucho: ¿Vale una imagen más que 718 palabras? Aunque una vez visto lo visto, se entiende el título, no antes.

El tema del libro y mesa redonda es el trabajo infantil (se entiende que en esos mundos de Dios, en concreto, Hispanoamérica), y la ausencia de una adecuada escolarización, como consecuencia de ello. De hecho, tanto Marta (su abuelo materno trabajando en la tienda familiar con ocho años), como Fernando Iwasaki (su padre, huérfano a los doce), trajeron casos personales para ilustrar sus exposiciones.

Fernando Marías planteó si aplicando la educación adecuada, con rigor, “con el verdadero rigor que ello requiere” , a todas las sociedades de nuestro mundo, se solucionarían todos los problemas que hay en el mundo: “todos no, pero muchos más de los que están solucionados, sí”.

Es un libro donde hablamos de vidas que nos gustaría que fueran arquetípicas, que fueran una referencia, que ilustraran las condiciones en las cuales, niños, que aquí son de América Latina, pero que podrían ser del Magreb, podrían ser de la Europa del Este, podrían ser del África Ecuatorial,… o podrían ser (…) del Tío Raimundo madrileño, o del Cabañal valenciano; es decir, que éste es un libro donde, a través de estos niños, teníamos el compromiso de escribir sobre la infancia, el trabajo, la educación, el esfuerzo, el sacrificio…” (Fernando Iwasaki)

En los países hispanoamericanos esos niños representan otro modelo. Para ellos, estos niños son niños que han merecido la atención de los programas de apoyo de la Fundación Telefónica por su esfuerzo, por su talento, por su sacrificio, por sus notas, por su rendimiento, y eso genera un plan de acción en base a lo que es la dimensión ejemplar de esos niños. Y desde ese punto de vista, en los centros educativos, este libro tiene un gran futuro.” (Fernando Iwasaki)

Sería bueno que nuestros escolares, los niños, o los no tan niños, [supieran] que hay demasiados sitios en el mundo donde tener un cuaderno y un lápiz es una alegría. (…) Yo he visto en Cuba a niños escribiendo con un trozo de lápiz que yo, cuando tenía su edad, hubiese tirado para que comprar uno nuevo, y ese niño estaba obligado a apretar el lápiz hasta que ya no se podía sacar más.” (Marta Rivera de la Cruz)

Como es de suponer, en la discusión salió la palabra ‘mágica’: “compromiso”.

Carlos Spottorno expuso una forma fácil y sencilla para cada uno. No se trata de crear una gran organización que recoja material que subsane las deficiencias educativas en el lugar que sea; simplemente, con coger una caja, llenarla de esos libros que no nos aprovechan, de cuadernos, libretas, lápices… incluso una caja toda llena de sacapuntas, y llevarla a Correos con la etiqueta del colegio del que sepamos, a la atención de la persona de contacto, dirección, ciudad y país… y llega, y se abre… y se agradece y aprovecha.

Como contraste, una persona del público comentó un caso personal: las cajas de libros que desde una editorial habían remitido a una biblioteca de no dijo qué sitio de España, al cabo de varios meses aún estaban por abrir.

Fernando Iwasaki expuso la contradicción entre la ausencia de material escolar en Hispanoamérica, y la cantidad de libros escolares en los almacenes de editoriales españolas esperando su turno… para ser guillotinados. ¿Por qué no los envían allí? Gratis incluso, si total, los van a destruir. Y es que, claro, también están esperando ensanchar su negocio en esos países.

Insistió, sin embargo. Es más, planteó utilizar la técnica actual, también para España: el libro electrónico.
Si es posible el milagro, perfecto. Que todas las editoriales de textos escolares metan sus libros en una tableta, que metan todos sus libros, que seguro no serán más de doscientos, y que los niños no carguen con mochilas de catorce o quince quilos. (…) Los doscientos textos de arte… de Edelvives, Santillana, Bruño… pero todos juntos… ¡A ver! Y yo creo que si hay una institución, una empresa, no política, que podría liderar esto, es Telefónica.

Fernando Iwasaki resumió la mesa redonda, incluso ese ‘compromiso’, mucho antes de que se terminara:
Para poder darle a los hijos que vendrán un mundo mejor (…) Recuerdo el día en que mi padre me dijo, con un abrazo, porque mi padre no es un hombre de efectos muy cariñosos, es muy japonés mi padre en ese sentido; me dijo algo así como «Gracias, porque ya me has superado» (…) Y eso se lo cuento a mis hijos, porque siempre les digo que a mí me enseñaron que uno debía tratar de darle a sus hijos algo mejor de lo que había tenido de pequeño.

Créditos:
Transcripciones parciales de lo expuesto por los intervinientes, del autor (especialmente, son del autor los errores que pueda haber).
Fotografías de la mesa redonda, del sábado día 9, y de los carteles y de la exposición La hora del recreo, con motivo de la Feria del Libro de Valencia, en abril de 2011, del autor.