Entre esas cosas, especialmente papeles, que se guardan con no se sabe muy bien qué objeto, me encontré hace un tiempo con un recorte de papel de envolver y un calendario de bolsillo de la que hace tiempo se ha convertido en mi librería proveedora oficial (bueno, y del resto de la familia).
Ignoro el año correspondiente al papel de envolver. Aparte de la curiosidad, lo traigo a colación porque muestra la existencia de tres centros en Valencia: el de toda la vida (al menos, que yo recuerde), en la calle Pelayo, y dos más: uno que recuerdo vagamente, en la calle Colón, y otro, más concreto, incluso visitado en bastantes ocasiones, en la calle San Fernando.
De los tres centros de entonces, sólo se mantiene actualmente el de Pelayo. Los otros dos se situaban en edificios que han acabado siendo rehabilitados, reconstruidos o rehechos, y claro, ya no quedan ni muestras de lo que en su día acogieron en sus bajos.
El calendario de bolsillo, naturalmente, sí es datable, en concreto, 1985. Podemos ver que ya no figura el local de Colón, habiendo sido sustituido por el de la Gran Vía Marqués del Turia, por el que, a pesar de lo céntrico, apenas me he asomado.
En la actualidad, ya son cuatro locales: los ya mencionados, y el de la Plaza Alfonso el Magnánimo (que es el oficial en mi caso), y el de la calle Navellos.
Cerramos, pues, el año con un recuerdo a los libreros que hacen posible que disfrutemos de los libros que hemos comentado por aquí, o por allá,… por muchos años.
Ignoro el año correspondiente al papel de envolver. Aparte de la curiosidad, lo traigo a colación porque muestra la existencia de tres centros en Valencia: el de toda la vida (al menos, que yo recuerde), en la calle Pelayo, y dos más: uno que recuerdo vagamente, en la calle Colón, y otro, más concreto, incluso visitado en bastantes ocasiones, en la calle San Fernando.
De los tres centros de entonces, sólo se mantiene actualmente el de Pelayo. Los otros dos se situaban en edificios que han acabado siendo rehabilitados, reconstruidos o rehechos, y claro, ya no quedan ni muestras de lo que en su día acogieron en sus bajos.
El calendario de bolsillo, naturalmente, sí es datable, en concreto, 1985. Podemos ver que ya no figura el local de Colón, habiendo sido sustituido por el de la Gran Vía Marqués del Turia, por el que, a pesar de lo céntrico, apenas me he asomado.
En la actualidad, ya son cuatro locales: los ya mencionados, y el de la Plaza Alfonso el Magnánimo (que es el oficial en mi caso), y el de la calle Navellos.
Cerramos, pues, el año con un recuerdo a los libreros que hacen posible que disfrutemos de los libros que hemos comentado por aquí, o por allá,… por muchos años.