Hace
cuatro años (y dos días)
tuvo lugar en Estados Unidos la
quincuagesimoséptima elección presidencial. En
aquella ocasión hubo 129.085.410 votos, que en más de un 98% se decantaron por
uno de los dos principales candidatos: Barak Obama y Mitt Romney.
En realidad lo que se
vota no es el Presidente sino la composición del Colegio Electoral, cuyos
integrantes son quienes efectivamente votan (allá por diciembre) al Presidente (es
decir, es una elección indirecta).
La composición del Colegio
Electoral se dividió de modo que un total de 332 votos electorales eran
favorables al entonces Presidente, Barak Obama, y 206 votos a favor del
candidato, Mitt Romney.
Como se ve, la diferencia
resultó apreciable: redondeando, un 62% frente a un 48%. Sin embargo, el
reparto de los votos populares fue más ajustado: 51% frente a 47%.
Aunque podría parecer que
los dos puntos que fueron a otros candidatos sin recompensa en el Colegio Electoral,
tuvieron mucha más importancia en el resultado, no fue así. Por ejemplo, en
Florida, donde, porcentualmente, el resultado fue más ajustado, hubo 72.976
votos a otros candidatos, pero la diferencia a favor de Obama fue de 74.309
votos, por lo que no hubo opción a que influyeran.
Sin embargo, se puede
hacer otro planteamiento, aunque también relacionado con un cambio de voto.
Si ‘elegimos’ bien los
estados, tendríamos que con que unos 68.000 votantes hubieran cambiado su voto
de Obama a Romney en Nevada, unos 74.000 en Florida, 149.000 en Virginia y 166.000
en Ohio, hubieran cambiado de color los 6 votos electorales de Nevada, los 29
de Florida, los 13 de Virginia y los 18 de Ohio. En resumen, que con que 457.000
votantes hubieran cambiado de voto, Romney habría conseguido 66 votos más, lo que
con los 206 obtenidos en otros estados, le hubiera permitido superar la cifra
de 270 votos en el Colegio Electoral que le hubiera supuesto la Presidencia.
El caso es que estos
457.000 votantes representaban el 0,35% del total nacional de votos emitidos.
La conclusión es: ¿qué
encuesta, de ámbito nacional, es capaz de ofrecer esta precisión?
Por eso, que a la cita de
hoy haya llegado Donald Trump con
un punto más que Hillary Clinton, o al revés,
aparte de
darle emoción al tema, ayuda para escribir sesudos análisis cosas como
esta anotación.