domingo, 1 de mayo de 2011

Abierto por… oración. II: El Temple

Un terremoto, fenómeno raro en este pais, hundió en 23 de Marzo de 1748 el castillo y primitivo convento de la Orden de Montesa; y dió motivo este desastre á la construccion del mas elegante y bello templo de Valencia.

Tras salir el pasado día 10 de abril de mi segunda visita a la Feria del Libro de Valencia, camino de la parada del autobús me encontré con la sorpresa de que la Iglesia del Temple estaba abierta, y aproveché la oportunidad para verla.

La longitud total de esta iglesia, que es claustral y de forma de cruz latina, mide 39 metros 50 centímetros; su latitud en la nave central 9 metros 18 centímetros, y 23 metros en el crucero. Cubre el centro de éste una bellísima cúpula con cimborrio y linterna, cuyas ocho proporcionadas ventanas le dan una claridad agradable: en las pechinas hay pinturas de D. José Vergara, representando patriarcas y santos cistercienses.
El presbiterio, que avanza en semicírculo, está cerrado en sus dos tercios por balaustres imitados á mármol, y se sube á él por tres gradas de piedra de Godella: en su centro está el altar que atrae la atencion desde que se entra en la iglesia. Es una obra lindísima compuesta de un templete circular aislado, sostenido por ocho columnas de mármol verde oscuro muy terso, de las canteras de Cervera en el Maestrazgo, con chapiteles dorados de órden corintio, y el friso y sotabanco de la misma piedra, y sus correspondientes pilastras de jaspe rojo: sobre él se apoya la bella cúpula tambien de jaspes que le cierra, teniendo por remate una estrella de Euclides y otros adornos dorados. A los dos estremos del altar están sobre pedestales dos ángeles de tamaño natural imitados á mármol blanco, trabajo del escultor D. José Puchol, de quien son tambien los que adornan graciosamente á plomo de las columnas la cornisa y otras esculturas. El nicho del templete está ocupado por la imágen de Nuestra Señora con el Niño Jesus en brazos, obra ejecutada en Madrid por el célebre escultor D. Francisco Gutierrez.
(…)
La tinta general de la iglesia y dependencias que venimos describiendo es de color rosa bajo, que aunque parece impropio está tan hábilmente combinado que produce un efecto notable sin falta á la religiosidad del sitio.
Esta iglesia, que estuvo cerrada en las épocas de 1812 y 1820, volvió á estarlo desde 1835 á 1854, sufrió algunos desperfectos, pues sirvió de almacen de efectos estancados. Se devolvió al culto especialmente para que los caballeros de la Orden de Montesa celebrasen en ella sus actos de instituto y sus solemnes funciones religiosas, como lo verificaban, hasta que sucesos posteriores acabaron con estas prácticas de tan histórica y gloriosa memoria.


Conviene recordar, para evitar confusiones, que la Orden de Montesa fue constituida en 1317 por Jaime II de Aragón, con la debida autorización pontificia, a la que se aplicaron los bienes procedentes de la del Temple, ya suprimida ésta.

Ahora, del Temple queda el nombre, de Montesa, el recuerdo, y la sorpresa me la llevé cuando observé que la iglesia era la sede religiosa, o similar, de la comunidad polaca en Valencia.

Créditos:
Transcripción parcial, respetando la ortografía de la época, de la entrada dedicada al convento e iglesia de El Temple, por el Marqués de Cruilles en su obra Guía Urbana de Valencia Antigua y Moderna, publicada en 1876, según edición facsimilar de París-Valencia (pp. 313-318).
Fotografías del interior de la iglesia del Temple, de abril de 2011, del autor.

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