jueves, 30 de abril de 2009

¿Qué hay que lavar?

El pasado lunes, 27 de abril, se publicaba la noticia de la toma de posesión de Ignasi Guardans como Director General del Instituto Nacional de Cinematografía.

A pesar de tratarse de quien se trata, no ha trascendido que se haya quejado de que el tal Instituto Nacional no sea de Cataluña, sino de España. Ya le cambiarán el nombre, supongo.

Según la noticia de EFE, que tomo de Libertad Digital, entre otras cosas, dijo el buen hombre:

Tenemos mucho trabajo por delante y así conseguir entre todos que en internet no haya sólo anuncios de lavadoras.

No es cuestión de llevarle la contraria, pero desde estas humildes líneas quiero romper una lanza por las lavadoras.

Esta es la foto de la mía. Tiene cerca de nueve años, y sigue funcionando bien, aunque tiene algún achaque de vez en cuando. Hubo un tiempo, a principios de año que debía de estar anémica o algo parecido, y durante el programa de lavado, decidía descansar y se paraba. Había que estar al tanto, y decirle que siguiera, y aunque se mostraba renuente, al final, sacaba su orgullo de lavadora, y proseguía con su trabajo. Veces había que esto le sucedía en numerosas ocasiones durante el mismo programa, lo que suponía que éste se acababa prolongando bastante en el tiempo, pero la ropa acababa bien, entera y lavada.

Hace tiempo que se le pasó esta anemia o cansancio, y sigue cumpliendo su trabajo con dedicación y abnegación.

Gracias, lavadora.

Vino...

Ayer me vino un correo electrónico sobre vino.

Enlazaba una noticia de Vino élite, en la que se daba a conocer el resultado del concurso Mejor Sumiller de la Comunidad Valenciana.

Esta año el ganador ha sido Guillermo (Guillaume) Glories (la foto es de la noticia), y al cual damos la enhorabuena desde aquí. Guillermo es el responsable del restaurante Entrevins, del cual ya se ha hecho en este diario una breve referencia hace un mes.

Así, pues, por si esa referencia no hubiera sido suficiente para acercarse a comprobarlo, damos cuenta ahora de otro motivo para ello.

No se me hagan los remolones, venga,… y vayan.

miércoles, 29 de abril de 2009

Reposar la comida. II: Lhardy

En este recorrido por los restaurantes centenarios de Madrid llegamos al año 1839, en que, saliendo de la Puerta del Sol por la Carrera de San Jerónimo (y bastante antes de que esta calle se estropee allá hacia el final, a la izquierda), encontramos, a la derecha, lo que, paseando despreocupadamente (es antes de llegar hacia el final, ya digo), tiene todo el aspecto de un ultramarinos o colmado, con ese especial estilo que tienen en Madrid para los escaparates o vidrieras, en general en el pequeño comercio, y en particular, en el ramo de la alimentación.

En el folleto en cuestión, se dice, en general, que “en estas Casas, historia y cultura madrileña se unen al placer de un buen plato”, y respecto Lhardy, que es el caso que nos ocupa, “su nombre va asociado a la historia”.

El local tiene, y es, aspecto, como he dicho, de un ultramarinos, aunque existe una barra donde se puede degustar algunos de los productos. Una viga recuerda al visitante dónde se encuentra.



Desde la calle, la puerta de la derecha, con su vidrio traslúcido como muestra de discreción, permite el acceso al restaurante.

Pero eso, ya, será objeto de otra historia,… espero.

martes, 28 de abril de 2009

Tiempo de libros: firmas

Ya hemos hecho referencia a Instapundit en estas páginas, en relación con los impuestos.

Hace justo un mes, Glenn Reynolds hacía una reseña a una firma de libros protagonizada por Mark R. Levin. La acompañaba con un vídeo donde se apreciaba lo que califica como “a truly amazing line” de toda la gente esperando fuera del local donde tenía lugar la firma de libros, a la intemperie, un día gris, frío y con ligera llovizna.

Reynolds acaba la anotación con su propia opinión al respecto:
I think it has more to do with a transition out of apathy, and a desire to show up and be counted, much like the Tea Party protests. With all respect to Levin, who has a lot of fans, I think this is bigger than him — and I suspect he’d say the same thing.

En su momento, el libro Liberty and Tyranny era el más vendido tanto en Amazon (ya lo reseña Reynolds) como en Barnes&Noble (como muestra este pantallazo).

El libro consta de 10 capítulos (y un epílogo), el primero de los cuales se titula, casi, como el libro “On Liberty and Tyranny”.

En él, Levin hace una aclaración terminológica que conviene no sólo allí, sino, especialmente aquí en Europa, y es el distinto concepto asociado a la palabra “liberal” (curiosamente, aportación española al inglés):

«As the word “liberal” is, in its classical meaning, the opposite of authoritarian, it is more accurate, therefore, to characterize the Modern Liberal as a Statist.»

(y es que en Estados Unidos, la palabra liberal ha acabado degenerando, siendo casi un sinónimo de socialista; la traducción del liberal europeo, “its classical meaning”, sería, más o menos, libertarian)

Tras esta aclaración, entre otras cosas, podemos leer:

«The Statist veils his pursuits in moral indignation, intoning in high dudgeon the injustices and inequities of liberty and life itself, for which only he can provide justice and bring a righteous resolution. And when the resolution proves elusive, as it undoubtedly does – whether the Marxist promise of “the workers’ paradise” or the Great Society’s “war on poverty” – the Statist demands ever more authority to wring out the imperfections of mankind’s existence. Unconstrained by constitutional prohibitions, what is left to limit the Statist’s ambitions but his own moral compass, which has already led him astray? He is never circumspect about his own shortcomings., Failure is not the product of his beliefs but merely want of power and resources. Thus are born endless rationalizations for seizing ever more governmental authority.»

A pesar de todo lo leído, creo que Levin no está hablando de España.

Hacer un siete

Esta madrugada he recibido un correo electrónico de mi hermana informándome de que le ha llegado correctamente un libro que le remití la semana pasada (más en concreto, lo había dejado en la estafeta el 21 por la tarde).

El período de tiempo transcurrido es normal teniendo que ella reside en Nuestra Señora de los Ángeles, en la Alta California, a orillas del Mar del Sur, en el Virreinato de Nueva España (ahora, simplemente, Los Ángeles).

Estos escasos cinco días para tal peregrinaje me han tenido un poco en vilo, inquieto ante el buen fin de la aventura. Pues es el caso de que en la dirección a remitir, figuraba un “siete”, y cuando en el mostrador de la estafeta de Correos ya lo había escrito, me vino a la memoria lo que se cuenta en Las aventuras prodigiosas, obra de Carlos Semprún Maura ya conocida por aquí.

– Te lo enviaré, no te preocupes.
Pero ¿cómo se lo va a enviar si no conoce su dirección? Nicole Andreotti, Enghien-les-Bains, ¿bastaría? Seguro que no, hoy, seguro que no, eso hubiera bastado en el siglo XIX cuando los carteros llevaban las cartas como fuera, como si se tratara de una cuestión de vida o muerte, hoy los carteros se han convertido en cajeros automáticos, si falta una coma, no distribuyen las cartas. Recuerda cómo hace años se carteaba con una señora de Nueva York, que quería traducir alguna de sus obras, y muchas de sus cartas se perdieron, o se devolvieron, sencillamente porque escribía la cifra siete a la europea: 7, con la rayita en la tripa, y que la administración postal yanqui sólo aceptaba el 7. Le costó una fortuna telefónica resolver ese problema existencial. Pero no por ello le montaron la obra traducida, allá, en Nueva York.


[transcrito de la ya referida edición de Seix Barral, colección Biblioteca Breve, primera edición, octubre de 2004 (página 212)]

jueves, 23 de abril de 2009

¿Un? Día del Libro

Hoy, en España, se celebra el Día del Libro.

Según parece, aunque inicialmente se propuso que se recordara por el nacimiento de Cervantes, las dudas sobre la fecha cierta hicieron que se determinara finalmente, aunque resultara más fúnebre, hacerlo coincidiendo con la fecha de su entierro.

En resumen, que esta fecha nos recuerda aquel 23 de abril de 1616.

Se da la circunstancia de que, sin entrar en las cuestiones sobre quién era o dejaba de ser, William Shakespeare también falleció cuando el calendario señalaba el 23 de abril de 1616.

Curiosamente, por tanto, es una buena, aunque triste, fecha para conmemorar, si bien el hecho de que en aquellas fechas España e Inglaterra no coincidieran en muchos aspectos, supuso que ambas personalidades,… tampoco coincidieran en el día en que fallecieron.

martes, 21 de abril de 2009

Tiempo de libros: βιβλιοθήκη

Hace un año, con motivo del viaje a Madrid para asistir a la representación de “Fidelio” (sobre lo que ya he comentado algo), quiso el azar, la casualidad, o, simplemente, plugo a Dios, que nos acercáramos a la Biblioteca Nacional donde se estaban celebrando unas jornadas de puertas abiertas. Esa vez, pues, permutamos la visita a El Prado de las nueve de la mañana, por los libros.

Tuvimos la correspondiente visita guiada, e incluso un pequeño detalle (sí, y también la manida rosa). El problema es que el día salió lluvioso (aunque, como solemos tener organizado, la lluvia propiamente dicha sólo acontecía mientras estábamos a cubierto), y hubo que protegerlo como se pudo.

Al no ser un día normal, pudimos pasar del vestíbulo, y ver lo de siempre, y algo más.

En la página de la Biblioteca, se cuenta su historia y se dice que “Felipe V crea la Biblioteca Real con un doble objetivo: fomentar el estudio en sus súbditos y reunir las bibliotecas de los nobles emigrados que luchaban en la guerra en apoyo de Carlos de Austria”, lo que sucedió en 1712. Sin embargo, cosas de palacio, hay que esperar hasta 1716, en que “se publica el decreto fundacional de la Biblioteca Real concedido por el Rey el 2 de enero junto con las primeras constituciones redactadas por Juan Ferreras, bibliotecario mayor”.

Pudimos ver, por tanto, el Salón de Lectura, y la zona de gestión de préstamos de libros.



En el DRAE, la quinta acepción del lema biblioteca, dice:
5. f. Obra en que se da cuenta de los escritores de una nación o de un ramo del saber y de las obras que han escrito. La biblioteca de don Nicolás Antonio.

Sin saber esto, la foto que hice de la bóveda del Salón de Lectura recoge, precisamente, el nombre de don Nicolás Antonio.

Por la propia naturaleza y carácter de los ejemplares depositados, hay zonas de acceso restringido, y un aviso importante: para trabajar, papel y… lápiz (es decir, algo que se pueda borrar sin perjuicio del ejemplar).



El archivo físico de los libros no es temático ni por orden de adquisición. Por necesidades lógicas de espacio, los libros se tallan (sí, como en el antiguo servicio militar), y se archivan según tamaños. Y hay muchos,... muchos.



Aunque el día de nuestra visita fue el 19 de abril, esta anotación celebra que “el 21 de abril [de 1866] la Reina colocó la primera piedra del Palacio de Museos, Archivo y Biblioteca Nacionales situado en el Paseo de Recoletos, futura sede de la Biblioteca Nacional. El proyecto fue realizado por el arquitecto Francisco Jareño Alarcón.

Sin embargo, se tuvo que “esperar” a 1892, y así tener una excusa para acabar el edificio: “Finaliza la construcción del edificio de Recoletos que debía ser la sede de la Exposición Iberoamericana conmemorativa del IV Centenario del Descubrimiento de América celebrada en este año”. Tras dichos fastos, se inicia el traslado de fondos, que lleva más de dos años, pudiéndose abrir finalmente al público el 16 de marzo de 1896.

En resumen, desde la primera piedra hasta que se abrieron las puertas para lo que se había construído, pasaron: Isabel II (Borbón), la revolución del 68 (alias, “la gloriosa”), Amadeo I (Saboya), la I República (que en año y medio tuvo sus cuatro presidentes -Figueras, Pi y Margall, Salmeron y Castelar- más el estrambote de la República Unitaria con el General Serrano), la Restauración de los Borbones, con Alfonso XII y, finalmente, la Regencia de María Cristina.

O sea, Biblioteca Nacional… de España.

lunes, 20 de abril de 2009

Spain is different!

En España, a 20 de abril de 2009, siendo Jefe de Estado Su Majestad D. Juan Carlos I, y Presidente de Gobierno el Excmo. Sr. Don José Luis Rodríguez Zapatero, se ha publicado una entrevista con el Excmo. Sr. Ministro de Fomento, de la cual, por su valor histórico, extractamos la siguiente secuencia de pregunta-respuesta:

P.- Usted es el primer ministro de Fomento que no tiene titulación universitaria, y eso algunos lo usan para atacarle. ¿Le molesta?
R.- Que un gallego de pueblo llegue a ministro no es un milagro, es la democracia. Y me siento muy reconocido. He conocido muchas personas de éxito que son alabados por lo mismo que me critican a mí, como por ejemplo Amancio Ortega, que tampoco tiene carrera y es uno de los empresarios más brillantes de la historia de España. Yo respeto todas las críticas, sólo pido que se me juzgue por mi trabajo, por lo que hago.

Según la página de La Moncloa (donde por cierto, la dirección de la ViceVogue es …/MªTeresaFernanandezdelaVega.htm – y no sé cual de todas las lecturas que puedo darle será la correcta), José Blanco López nació en un pueblo de Lugo llamado Palas de Rey.

Por tanto, siguiendo con Lugo, si se nombra ministro, por ejemplo, a un nacido en Villalba, “no es un milagro, es la democracia”.

O sea, lo que sucedió en España el 10 de julio de 1962, siendo Jefe de Estado y Presidente de Gobierno el Excmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde, al ser nombrado Ministro de Información y Turismo el Excmo. Sr. Don Manuel Fraga Iribarne.

Poco después se haría popular, con motivo de una campaña publicitaria del turismo en España, la expresión «Spain is different!»

Se quedaron cortos…

Tiempo de libros: ya tenemos un premio

Me llega un correo electrónico de Abebooks, portal integrador de librerías de viejo y ocasión (y que a su vez integra al portal hispano Iberlibro, que he utilizado más de una y diez veces), mediante el que me informan de que ya tenemos nuevo ganador del Premio Pulitzer de Ficción (hasta 1947 era, como desde 1918 en que se creó, simplemente, el Premio Pulitzer de Novela).

O sea, nunca te acostarás sin saber una cosas más (de hecho, el correo es de hace poco, las 23:30).

Esta vez tenemos ganadora, es una tal Elizabeth Strout, y se ve que la cosa ha tenido emoción:
Rank outsider Elizabeth Strout has won the 2009 Pulitzer Prize for Fiction with her novel, Olive Kitteridge. Strout beat a pack of literary heavyweights, including Philip Roth, John Updike, Toni Morrison, Annie Proulx, Jhumpa Lahiri, and the hot favorite Marilynne Robinson.

La obra premiada es Olive Kitteridge, sobre la que, para darnos una idea de ella, dicen en el correo:
Set in a small town in Maine, Olive Kitteridge binds together 13 short stories. Olive Kitteridge, a retired schoolteacher, hates change but rarely notices the changes taking place around her.

Para situarme algo más, me informan de que la autora creció en pequeñas comunidades de New Hampshire y Maine.

Finalmente, me informan de que “the Pulitzer judges said the book "packs a cumulative emotional wallop, bound together by polished prose and by Olive, the title character, blunt, flawed and fascinating."

En España esta buena moza, según la página del ISBN del Ministerio (de la que ya he comentado en alguna que otra ocasión, que no es absolutamente fiable), tiene publicada sólo una obra Amy e Isabelle, aunque eso sí, en español y en catalán, pero eso fue en el año 2001.

Todo esto no es que me resulte especialmente interesante, y supongo que a los que lean esta anotación, tampoco, pero bueno, así vamos abriendo boca.

P.S. No obstante, si alguien conoce esta u otras obras de la autora, y comparte su opinión con nosotros, se lo agradeceremos.

Reposar la comida. I: Casa Alberto

Como ya hemos adelantado, vamos a comentar aquellos restaurantes centenarios de Madrid que conocemos. Iniciamos el recorrido por orden cronológico, es decir, 1827.

En el folleto en cuestión se dice, de forma general: “Conocerá a través de su cocina, la historia de Madrid de más de un siglo, contada por unos amigos que pretenden que el rito del buen comer siga presente en nuestra mesa.

Pues hablando de amigos, la principal recomendación de Casa Alberto es el personal; especialmente, quien atiende en la curva de la barra, junto a la entrada, con su inconfundible: “Buenas noches, señores” (si es de noche, claro). Lamento no recordar su nombre, pero, en breve, repararé el error.

La dirección es c/ Huertas, 18, en el Barrio de las Letras, que le dicen, junto a la Plaza de Santa Ana.

El local no lo conozco vacío, y la bebida tradicional es el vermouth de grifo, que, junto con la correspondiente tapa, y suficientemente reiterado, constituyó una noche de hace un par de años, toda mi cena.


En la barra encontramos la clásica fuente de agua que tienen muchos de estos locales tradicionales de Madrid.








Y entre los cuadros y fotos que se disponen sobre las paredes, figura uno bastante literario, dejando claro que el edificio es aún más centenario.

Ni fresca ni sin escrúpulos: decente

Hoy se cumplen 15.200 días del estreno en el teatro Infanta Isabel de Madrid, de la obra “La decente”, de Miguel Mihura.

Nosotros, sin saber eso, fuimos a verla ayer, pero en el Teatro Olympia, de Valencia. Y casi nos faltan días.



En el folleto que facilitaron, aparte de algunos errores en la redacción, encontramos lo siguiente:
Sería una redundancia, de una comedia de Miguel Mihura, decir que es divertida, ingeniosa, brillante y sorprendente
siendo la frase publicitaria de la obra,
Una comedia divertidísima, con un desenlace absolutamente inesperado”.

En el cartel casi no se ve que también Gustavo Pérez Puig codirige la obra, y sólo mediante el folleto, sabemos que la escenografía es de Gil Parrondo, y la selección musical de José Ramón Pardo.

Esto último no lo sé, pero en el estreno el 8 de septiembre de 1967 de “La decente. Comedia policíaca en dos actos, el primero dividido en dos cuadros”, el decorado fue de Vicente Viudes, la dirección, del autor de la obra, es decir, Miguel Mihura, y los actores fueron:

Mari Carmen Duque (Paloma, “una señorita muy amable que, sin conocerme de nada, se empeñó en llevarme a su casa a eso que se llama tomar una copa”)
Ángel Cabeza (Pepe, quien el otro día quería ir a Alicante, y luego no tenía ningún interés)
Elena María Tejeiro (Nuria, la decente, “una chica muy mona, muy atractiva y sobre todo muy moderna…”, “Atractiva. Bien vestida. Con una fuerte personalidad”)

y los que yo, al menos, ya conozco,

Fernando Delgado (Comisario Miranda, “Mediana edad. Mirada penetrante”)
Manolo Gómez Bur (Roberto, “de unos cincuenta años, muy bien llevados”)

y finalmente, María, el ama de llaves “señora de setenta y tantos años”, quien sola con Roberto, el señor de la casa, se aburre y su ilusión “es que en esta casa haya una señora” porque “como se pasa bien es discutiendo con una señora”. Naturalmente, la actriz que hizo el papel de María fue… Rafaela Aparicio.

Hace 15.200 días no estaba yo para asistir a muchos estrenos de teatro, y no puedo opinar, pero quienes estuvieron ayer hicieron honor a tan magníficos predecesores.

Y al salir del teatro, algo había cambiado. No sé qué, por lo que tendremos que usar de la “mirada penetrante” del comisario Miranda.

domingo, 19 de abril de 2009

Reposar la comida. Prefacio

Es un tema ya manido hablar de la comida basura en relación, sobre todo, por no decir exclusivamente, con las hamburguesas, mejor dicho, con las cadenas de hamburgueserías estadounidenses (y en particular, McDonald’s quien, curiosamente, no fue la primera – lo fue Burger King).

Sin embargo, ¿cuántos no hemos aparecido por un bar para almorzar a media mañana, por ejemplo, y hemos dicho que no volvíamos por la mala calidad del establecimiento: limpieza, producto y servicio? Sin embargo, como estos locales no forman parte de una franquicia estadounidense, no se habla de comida basura. Cuando lo es mucho, pero mucho más.

Esto, que puede ser simplemente molesto en el día a día, se convierte en un importante problema cuando se realiza un viaje, si no se dispone de referencias.

Esta mañana, caragüevo ha publicado una anotación sobre La Ardosa. Además de todo lo ahí comentado (ver tique adjunto), conseguimos una valiosa información en ese local.

Sabido es que una de las cosas más importantes para apreciar un buen producto culinario y gastronómico es, salvedad hecha del propio producto y su elaboración, un adecuado tempo, tanto en su degustación como en su reflexión, es decir, reposar adecuadamente la comida.

Aunque en muchos lugares existen, en La Ardosa pudimos saber que en Madrid, además, se publicita: se trata de establecimientos que acumulan a su buen hacer actual, una experiencia, una dedicación, un estilo de trabajo y un buen oficio, desde hace más de cien años.

Y como a varios de ellos, los conocemos, iremos comentándolos.

Confiar en la prórroga

En ciertos deportes, no es inusual que haya quien confíe resolver las eliminatorias de los campeonatos no con el resultado del propio partido, sino en la prórroga, o incluso, como en el fútbol, en las tandas de lanzamiento desde el punto de penalti (como fue el planteamiento de Italia en el partido contra España de la pasado Eurocopa).

Últimamente, esta táctica se está introduciendo en el sector del comercio, aunque más como necesidad específica. Y en el comercio, quien marca estilo es… exacto, esos “famosos grandes almcacenes” que, estúpidamente, se dice en muchas noticias con tal de no mencionar publicitariamente su nombre, cuando todo el mundo lo sabe (y además, hace tiempo que no hay otros) o sea, El Corte Inglés.

Este mes de abril había lanzado la campaña “8 días de oro”, cuyo período era del 3 al 19 de abril (sí, ya sé que no salen las cuentas, pero eso en España lleva cinco años que pasando).

Lo de acabar este 19 de abril, domingo, supongo que será debido a que El Corte Inglés tiene abierto, siempre, su centro en el Centro Comercial Xanadú, en Madrid (allí, pueden; en otros sitios, como sólo se permite abrir a los chinos y ultramarinos gestionados por extranjeros, siempre nos quedará el OpenCor).

El caso es que ya hace tiempo que estas campañas no acaban cuando estaba anunciado (no digo previsto, por si acaso) sino que hay prórroga.

En esta ocasión, se ha cumplido la regla.

Y me temo que tardaremos en ver la excepción a la regla, tal y como está el patio (no hay más que leer el periódico… de hace dos años, ¿verdad?).

sábado, 18 de abril de 2009

Estar al día

Haciendo como que ordeno cosas en casa, me he encontrado con un ejemplar del Financial Times cuya existencia (la del ejemplar) ignoraba.

Lo he hojeado algo descuidadamente, tengo que reconocerlo, hasta que he llegado a la página de opinión, donde me he encontrado un editorial titulado “Vulnerable Spain’s economy needs reform”.

Y claro, he pensado: «Lógico, qué mejores antipatriotas españoles que los ingleses».

El caso es que he leído, como he podido, el artículo, así que me voy directamente al final:
Mr. Zapatero had little of substance to say about how to reduce these imbalances, how to foster competitiveness and innovation, or how to identify sectors and push through reforms that will help sustain growth in the future. (…) Spain needs to re-engineer its economy as well as celebrate it.

Poco antes, el editorial acababa un párrafo con la frase “in reality, the Socialists appear to see virtud in doing nothing”.

Y veo que también en el extranjero tienen el mismo problema que tenemos aquí: la gente se centra en lo que hace o no hace el Gobierno en cuestiones económicas, y se olvida o no se da cuenta de que lo que en realidad le interesa al Gobierno es ir haciendo en otros ámbitos de la sociedad; la economía ya la arreglará alguien, Obama o incluso el Partido Popular, pero el trabajo de este Gobierno no es ése, sino cambiar la sociedad… y eso sólo lo puede hacer nuestro presi.

Por cierto, la fecha del artículo, como se puede ver, es, efectivamente, el 18 de abril… de 2007.

miércoles, 15 de abril de 2009

Hacienda somos todos

Hoy es el día en que vence el plazo en Estados Unidos para la declaración de la renta (impuesto federal, si no estoy mal informado, distinto de los impuestos estatales o municipales).

Como dentro de dos semanas empieza en España el plazo para casi lo mismo (no todo el impuesto resultante va a las arcas del Estado, sino que una parte va a las autonomías – con lo que se salvan de esa mala imagen que supone recaudar impuestos), una reseña a un artículo publicado hoy en The Wall Street Journal por parte de Glenn Harlan Reynolds.

El título del artículo no necesita ni traducción… ni explicación: Tax Day Becomes Protest Day.

Y cuenta cómo las allí llamadas Tea Parties están actuando como aglutinantes frente al cada vez mayor poder del Estado, y cada vez menos transparente, manifestado en los impuestos y su uso.

El nombre de estos grupos recuerda la famosa, sobre todo allí, acción en el puerto de Boston mediante la cual, un cargamento de té acabó en las aguas del puerto, con la “excusa” de los impuestos y todo eso que por allí tienen muy a gala (“¡Yo pago mis impuestos!” como principal argumento en una queja).

El artículo acaba con un párrafo en el que el autor muestra sus esperanzas de que estas actuaciones civiles (sí, cívicas sin educación adoctrinante), sean un aldabonazo en los partidos implantados.

This influx of new energy and new talent is likely to inject new life into small-government politics around the nation. The mainstream Republican Party still seems limp and disorganized. This grassroots effort may revitalize it. Or the tea-party movement may lead to a new third party that may replace the GOP, just as the GOP replaced the fractured and hapless Whigs.

Allí no sé, pero por aquí, estos planteamientos más parecen, no de un esperanzado, sino de un ilus…o.

P.S. El autor del artículo es a su vez, autor de un blog muy seguido en Estados Unidos (y por tanto, importante), llamado Instapundit.com, aunque no se trata propiamente de anotaciones suyas, sino más bien de una selección de comentarios y noticias existentes en la red, con pequeños apuntes al respecto. Como ejemplo, el seguimiento de este mismo tema de las Tea Parties.

P.P.S. En resumen, que a uno cada vez le tienta más el té.
Y recordemos que el poder del té como catalizador de la libertad de un pueblo lo descubrió Astérix, curiosamente, en Bretaña.



martes, 14 de abril de 2009

Hace unos cuantos años

«
Sis de la tarda.
Domicili de Don Miguel Maura. Són les tres de la tarda. Hi ha diversos amics i un membre del Comitè revolucionari : Azaña. Maura, telefona a tot arreu : a Palau, a Governació, al domicili del Doctor Marañón on s’està celebrant la negociació Romanones – Alcalá-Zamora que assegurarà la sortida de la familia reial. Maura no obté cap resposta clara. S’impaciente. A dos quarts de quatre, torna a telefonar. Cap resposta. A les quatre, ansiós, enervat, insisteix. Igual resultat. A dos quarts de cinc, a les cinc, a dos quarts de sis no se sap encara si el pas de la República és franc. A la fi, cansat de cordar-se i descordar-se l’americana, Maura, amb els ulls fora de les òrbites diu :
- Ha llegado la hora de echarse a la calle. Vámonos, Azaña…

Al carrer, llogaren un taxi i Maura ordena :
- A Gobernación!

Azaña se'l mira espantat. A mida que el cotxe es va acostant al centre de Madrid, la inquietud d’Azaña creix. A la fi, diu :
- Pero Maura! Es Vd. un insensato! Nos van a ametrallar, nos acribillan a balazos. Esto es una locura…
- Venga Vd. conmigo. - Fa Maura enfollit. - Pronto habremos salido de dudas…
- Pero Maura…!
- Si nos ametrallan, nos ametrallan…

Arriben a la Puerta del Sol. Baixen del cotxe. La gent els reconeix i els obre pas. Davant de la porta, demanen per entrar. Se’ls acosta un oficial de la Guàrdia civil.
- Desean los señores?
- Somos el Gobierno Provisional de la República. - Fa Maura rígid, estirat.

L’oficial fa un crit i la guàrdia forma. El primer pas està donat. Azaña s’eixuga el front suat.
Maura puja els esgraons de quatre en quatre. Arriben davant de la porta del subsecretari. Maura es llença sobre el mànec del pany. Entra de revolada i es troba davant de Don Mariano Marfil. Maura fa, enèrgicament :
- Señor Subsecretario! Soy el Ministro de la Gobernación del Gobierno Provisional de la República. Deseo que se ausente Vd, en el acto…

Marfil, pàl•lid com un personatge del Greco, es passa la mà per la barba i diu amb una veu blanca :
- Me doy por enterado…

Marfil surt per una porta excusada.
Maura, en això, agafa el telèfon, exaltat, mentre Azaña es va tranquilitzant d’una manera clara.
- Es Vd. el gobernador de Sevilla? - fa Maura - Aquí, el ministro de la Gobernación de la República…
- Qué? Como dice Vd.? - responen de Sevilla.
- Aquí, Miguel Maura, ministro de la Gobernación de la República, de la Re-pú-bli-ca… Entregue Vd. el mando al presidente de la Audiencia en el acto…
- Bien, señor Ministro… - fa la veu de Sevilla, tremolant.

Maura va parlant aixís, un per un, amb tots el governadors d’Espanya. La República, a dos quarts de set queda proclamada a tota la península. Azaña està completament tranquilitzat. Fins al despatx del ministre arriben els udols de la gentada que omple la Puerta del Sol i l’espetec dels espasmos de la massa.»

Según Josep Pla, en su obra (a modo de diario) L’adveniment de la República, fechado en Madrid a 13 de junio de 1933, y editado por Biblioteca Catalana d’Autors Independents, (de Barcelona, pero impreso en Sabadell), en 1933.

En conclusión, decisió i espenta.

Ha llegado el día

Ha llegado el 14 de abril, ansiosamente esperado por muchos, y por mí en especial.
¿El motivo? Ampliamente conocido.

Hoy se ponían a la venta las entradas para Rigoletto en el Teatro Real.

Pero a las 10:00 de la mañana.

Pero bueno, es cuestión de esperar, y de cosechar diversos pantallazos: muchos usuarios, localidades separadas, zona ya completamente vendida,… y ¡sí, el que no puede faltar nunca!: ¡hay problemas con el servidor!





Pero como Joe Rígoli, yo… sigo.

Y al final, lo conseguí,… aunque ya de lo que quedaba, que no era precisamente demasiado.

Como muestra de ello, la pantalla en la que se indica el número de butacas a la venta.



En fin, ya contaremos.

P.S. Ilustro la anotación con una foto del Palco Real del Teatro Real, tomada en abril del año pasado. Lejos de mí que el mostrar tal día como hoy el Palco vacío, tenga otras intenciones… que las que tiene.