“- El Inspector General. Viene con un poder del Emperador. Donde
encuentra sobornos o corrupción, los pelotones de fusilamiento y la horca no
cesan. (…) Descubrió tal corrupción, que hasta yo me asombré.”
La película
El inspector General, aunque rodada en
1949, se desarrolla en un momento indeterminado de mediados del siglo XIX en
algún lugar no identificado del Imperio Austríaco.
Sin embargo, la obra en
la que está basada, una comedia teatral, se desarrolla durante el primer tercio
del siglo XIX, en el Imperio… Ruso.
Y aun así, se consiguió
que en 1836 el mismo zar Nicolás I facilitara el estreno de
El inspector, de Nikolái Gógol.
En cambio, por esas cosas
de la vida, la obra teatral que sí se encontró con problemas fue Ubú, President, de Albert Boadella... Sí, en el Imperio... de Jordi Pujol.
Nota 1:
La escena de la imagen
que ilustra esta anotación muestra cómo el mozo que cuenta los acontecimientos
y huye de la quema, no lo hace solo, sino que se lleva los fondos públicos de
su ciudad.
Nota 2:
Poco antes de la escena
donde se narran los sucesos del pueblo vecino, el mozo en cuestión discute con
uno de los guardias del Ayuntamiento:
“- ¡Suélteme! Lo lamentará si no lo hace: ¡soy pariente del alcalde!
- ¡Y yo también! ¡Y todos los del concejo!”
Nota 3:
Puedo asegurar y aseguro
que es
purita coincidencia que haya sido hoy cuando he visto esta película.
Créditos:
Fotograma y transcripción de
diálogos tomados de El Inspector General,
película dirigida por Henry Coster y protagonizada por Danny Kaye, de la
videoteca del autor.