“Con
mas afecto en las espresiones que verdad en los sucesos se ha escrito acerca de
esta iglesia, notable por su antiguo origen; pero las controversias suscitadas
por ello y alguna apasionada defensa, han servido mas para confundir que para
esclarecer los datos.
Creemos
ponernos en lo cierto, esquivando discusiones, y concretándonos á hechos
patentes ó indudables.
Reproducida
en el friso de la cornisa de altar del Santo Sepulcro de la iglesia de San
Bartolomé, hay una inscripcion en caracteres estraordinarios entallada en el zócalo
ó peana de él, que ha dado lugar á mil congeturas, porque nunca sus intérpretes
han conseguido descrifrarla. No se hallan sus caracteres en ninguno de los
alfabetos publicados, y se encuentran solo de sus género en las basílicas de
Santa Inés Secundae y San Sebastian y San Lorenzo, estramuros de Roma, que
fueron levantadas en tiempos de Constantino.El abate D. Pedro Martinez, que
residia en aquella ciudad por los años 1779, las examinó y comparó con dibujo
muy exacto, sacado de esta, y pudo interpretarla asi:
UN
VENERABLE VARON CONSAGRÓ ESTE TEMPLO Á NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
Es
dificil aplicar si fue Obispo ú otro personaje quien hiciera esta dedicacion.
La
antigüedad de la Imágen del Salvador, que allí se venera, está representada en
el acto de la Resurreccion y con manto á modo de capa pluvial, y sobre la
cabeza la paloma alusiva al Espíritu-Santo, lo cual ya estaba en uso en tiempo
de San Basilio, en el siglo IV de la Iglesia.
Esto
unido á haberse hallado al abrir los cimientos para la renovacion de la
iglesia, una moneda de Constantino, de las batidas en Arlés; una columna
truncada, cuyo bordon estaba formado por hojas de hiedra, que es sabido hacen
alusion á Baco; y pavimentos, piedras y cañerias, á manera de restos de templo
pagano, y un fragmento de inscripcion romana á Marcia, que aun está visible á
la entrada de la iglesia, indujeron á remontar el origen de esta á la época de
Constantino, haciéndola figurar como el primer templo de los cristianos en
Valencia: solo podemos asegurar que ningun otro ha reclamado para sí esta
prerogativa, y que la hacen probable estos indicios de que pudo ser lugar
dedicado á Baco, y corresponder á los estramuros de la ciudad en aquel tiempo
que á la conversion de Constantino al Cristianismo, se dedicase al Salvador,
como lo fueron en general los templos paganos.”
“Desde
esta fecha [finales del siglo XI] á
la conquista de 1238 son oscuras las noticias, y mas revestidas de
apasionamiento que de sana crítica por la credulidad ó aficiones piadosas de
los escritores. Dedúcese que si no existia abierta al culto, al menos no hubo
necesidad de purificarla, pues no se cuenta en el número de las mezquitas que
se consagraron en iglesias.”
“Para
la reedificacion se puso la primer piedra en 1666 D. José Barberá, Obispo de
Maronea, ausiliar de Valencia, y su terminacion se celebró en 24 de agosto de
1683.”
Así pues, hoy se cumplen 330 años de la
finalización de las obras de la nueva
iglesia de San Bartolomé, en Valencia.
“Debe
acogerse con reserva la especie de que no habiendo cimentado por igual el
campanario hizo sentimiento y perdió el aplomo; pero que el arquitecto Juan
Perez, á quien se encargó remediarlo, practicando una abertura de alto abajo en
la parte que unia con la obra vieja opuesta a la del desplome, la volvió á
llenar de material nuevo, y por este medio la torre quedó aplomada.”
Por esas ironías de la vida, es la torre
precisamente lo único que queda en pie de la iglesia de San Bartolomé.
Créditos:
Transcripción parcial,
respetando la ortografía de la época, de la entrada dedicada a la Iglesia de San
Bartolomé, por el Marqués de Cruilles en su obra Guía Urbana de Valencia Antigua y Moderna, publicada en 1876, según
edición facsimilar de París-Valencia de 1979 (Tomo I – pp. 95-96, 97, 98 y 99), de la biblioteca del autor.
Fotografías de la torre de San Bartolomé,
desde las Torres de Serranos (octubre de 2012), y a pie de ella (septiembre de
2009), del autor.